Bolivia-94 de Etcheverry y Sánchez derrota 3-2 a combinado de juveniles en partido benéfico


La Paz, Abi
La selección fútbol de Bolivia que jugó el Mundial de EEUU-94 derrotó 3-2 a un combinado de futbolistas de la primera división local, en partido a beneficio de miles de damnificados bolivianos por desastres naturales celebrado el jueves por la noche a estadio pleno en La Paz.

El ex cañonero del Benfica y Boavista lusitanos y ex entrenador de la selección de Bolivia (2007-2010), Erwin 'Platiní' Sánchez, en una oportunidad, y el máximo artillero de la eliminatoria sudamericana para el Mundial de EEUU, William Ramallo, en dos, facturaron para el equipo más glorioso de la historia del fútbol boliviano, que se juntó eventualmente en el estadio Hernando Siles para enfrentar a un once de jugadores nóveles en activo.

El actual gerente técnico del Pachuca mexicano, Carlos Trucco, que supo defender el pórtico boliviano en la eliminatoria regional y mundial estadounidense de 1994, se plantó en la grama del estadio de La Paz, el Nido del Cóndor, para defender, ahora, 17 años después, a sus compañeros de heroica gesta que capitaneó el inacabable Carlos 'Pichicho' Borja.

En el histórico equipo boliviano se alinearon, además del presidente Evo Morales, un futbolista sin redención, el astro, en el amanecer de los '90, del estadounidense DC United Washington, del chileno Colo Colo y el Albacete español, Marco 'Diablo' Etcheverry, que, poco excedido de peso y cerca de los 50, lució intactos su regate, agudas asistencias y genio creador.

Ante más de 40.000 expectadores que soportaron estoicamente una fina garúa y anticipado frío preinvernal, el equipo verde --en que se alineó el ex Boca Juniors y River Plate argentinos, Milton Melgar, y el recientemente pasivo Juan Manuel Peña, que defendió durante casi una década al Villarreal y Valladolid, de la primera división española y también al Santa Fe colombiano, y el ex Newells argentino, Barcelona ecuatoriano y Yokohama Marinos nipón, Julio César Baldivieso, devenido político bisoñ-- dejó explicado sin contraste porqué lidera la vitrina de escasos pergaminos del futbol boliviano, que desde 1994 no ha hecho más que vivir de los recuerdos.

También calzó la verde el ex Cruceiro de Brasil, Mauricio Ramos, que concluyó su carrera en la Liga Soccer de EEUU y figuras de esa pléyade de jugadores que escribieron la página más lúcida del fútbol boliviano.

Al gramal del estadio de La Paz saltaron asimismo el fiero zaguero del Bolívar, Eduardo Jiguchi, el infatigable volante de contención Vladimir Soria, el ex Mandiyú argentino y Cerro Porteño paraguayo, Luis Héctor Cristaldo --único de los cuarentones en activo a la defensa de la camisa del The Strongest, que disputa el torneo Adecuación de la Liga nacional-- además del carrilero Miguel Angel Rimba, actual viceministro de Deportes de Bolivia y parte de la administración Morales.

Con nieves en las sienes, unos más que otros, y algo de adiposidad bajo pectorales, reaparecieron, en una sinfonía de toques y regates, y asistencias que se extrañan en la actualidad, Iván Castillo, hermano del malogrado Ramiro 'Chocolatín' Castillo --parte de aquel equipo que abrió el mundial estadounidense frente a la Alemania de Jurgen Klismann, en el estadio Soldiers Fields, de Chicago--.

También se pusieron en sintonía los guardametas Darío Rojas y Marcelo Torrico.

El público boliviano aplaudió a rabiar al medio Modesto Suruco y a otro de los campeones del goleo, Berthy Suárez. También al volante de creación Johnny Villaroel.

La selección fue timoneada por el actual seleccionador boliviano, Gustavo Quinteros, que defendió a Bolivia en la Copa del Mundo-94.

Exenta de tributos, la recaudación beneficiará a los 6.000 que se quedaron en la calle tras derrumbarse un complejo habitacional de 1.700 predios trepado, en 40 años, en una montaña de La Paz que a causa de las tempestades que azotan el país hizo aguas y dio por tierra.

Lo mismo, a otros 9.000 bolivianos cuyos sembríos y precarias viviendas devastaron ríos crecidos principalmente en el centro, este y nordeste del país que sucumben bajo las aguas.

Al frente de esa constelación de estrellas del fútbol criollo, cuyos logros aún alientan la práctica de las nuevas generaciones de futbolistas criollos, se plantó un equipo de jóvenes, entre ellos el capitán de la selección boliviana Sub20, Alejandro Chumacero, que defiende al The Strongest paceño.

Concejal de Cochabamba, Julio César Baldivieso enfrentó a su quinceañero vástago, Mauricio, que en un par de toques y entregas dejó sentado que lo que se hereda no se hurta.

Miguel Rimba tuvo también al frente a su hijo, de nombre homónimo, que juega para el Bolívar, que lanzó a la celebridad al viceministro en las décadas de los '80 y '90.

Al ariete William Ramallo también le tocó lidiar contra su hijo Rodrigo, pieza clave en el ataque del actual The Strongest.

El pórtico del equipo juvenil se lució el cuidapalos Max Rougcher, cuyo padre de nombre análogo, hoy sicólogo deportivo formado en centros españoles, jugó en los 70 para diversas selecciones bolivianas.

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