Wikileaks: España aportará a EE UU pruebas que ayuden a condenar al cerebro del 11-S
Madrid, El País
España facilitará pruebas que ayuden a condenar a Khalih Seikh Mohamed (KSM) y a Ramzi Binalshibh, cerebro y organizador del 11-S detenidos en Guantánamo (Cuba), durante la próxima vista civil que se celebrará contra ellos en EE UU, según asegura un cable confidencial de la embajada norteamericana en Madrid. Los terroristas de Al Qaeda ya fueron juzgados y condenados por tribunales militares en la citada base militar.
Cándido Conde Pumpido, fiscal general Estado, y Javier Zaragoza, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, ofrecieron la colaboración española durante un encuentro del denominado Grupo de Trabajo en Contraterrorismo y Crimen Organizado Hispano-norteamericano que reúne a mandos policiales, fiscales y expertos en seguridad de los dos países celebrado en Madrid en enero de 2010. Durante los últimos cinco años los principales expertos de las dos administraciones mantienen encuentros similares.
Según el cable, los dos fiscales españoles mostraron interés por la decisión tomada por la Administración norteamericana en octubre de 2009 de juzgar en un tribunal civil a los instigadores del atentado del 11-S que causó 3.000 muertos y se congratularon del cambio de posición del Gobierno, que hasta ahora ha juzgado en tribunales exclusivamente militares a los yihadistas detenidos en Guantánamo.
"Estamos a vuestra disposición", asegura el cable que dijo Javier Zaragoza a sus interlocutores norteamericanos, entre los que se encontraban Bruce Swartz y Todd Hinnen. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional describió este cambio de la política judicial de EE UU "como un regreso a la normalidad democrática" y ofreció ayuda y las pruebas acumuladas en España contra Khalih Seikh Mohamed y Ramzi Binalshibh. Zaragoza destacó que España puede aportar a EE UU evidencias del papel que tuvo KSM en el atentado contra una sinagoga el 11 de abril de 2002 en Túnez, un ataque en el que murieron 22 turistas, en su mayoría franceses y alemanes.
El camión bomba que un suicida estrelló contra la sinagoga en Túnez fue adquirido con dinero enviado desde España. Por indicación de KSM, jefe de operaciones de Al Qaeda, el paquistaní Ahmed Rukhsar, de 45 años, dueño de un locutorio en Logroño, transfirió 9.500 euros a la cuenta en Bancaja de Valencia de Essa Ismail Mohamed, Issa de Karachi, otro paquistaní acusado de financiar la compra del camión bomba. Este último era socio en negocios de cerámica del empresario valenciano de 48 años Enrique Cerdá, quien manejaba a ciegas varias de sus cuentas españolas. Semanas antes del atentado en Yerba Isa de Karachi le había enviado un fax en el que le pedía que entregara 5.200 dólares a un árabe que se pondría en contacto con él. El hermano del terrorista suicida llamó al teléfono móvil del empresario español hasta seis veces reclamándole el dinero. Pese a que Cerdá asegura que no sabía nada fue condenado por colaboración con organización terrorista.
Las pruebas acumuladas por la justicia española contra el yemení Ramzi Binalshibh son contundentes. El coordinador del 11-S vivía en Hamburgo con Mohamed Atta, jefe del comando suicida que estrelló los aviones secuestrados contra las torres del World Trade Center. En julio de 2001 viajó a Madrid para encontrarse con Atta y se reunieron durante dos semanas en Tarragona. Durante ese encuentro el egipcio Atta le comunicó la fecha, los objetivos y la identidad de los 19 suicidas del ataque.
Alojado en un hotel al lado de la Puerta del Sol
El 5 de septiembre, seis días antes del atentado, Binalshibh volvió a viajar desde Hamburgo a Madrid y se alojó en un hotel de la calle Carretas, junto a la Puerta del Sol. El día 7 tomó un vuelo en el aeropuerto de Barajas rumbo a Pakistán. Desde Madrid telefoneó por última vez a Atta para despedirse. Los organizadores del 11-S eligieron España para su último encuentro porque contaban con una excelente red de colaboradores que no se ha sido descubierta en su totalidad.
Khalid Seikh Mohamed y Ramzi Binalshibh fueron detenidos en Pakistán y entregados a agentes de la CIA. Durante varios años permanecieron desaparecidos en cárceles secretas hasta que reaparecieron en Guantánamo donde fueron juzgados y condenados por un tribunal militar. El presidente Barak Obama suspendió los juicios militares y se comprometió a juzgar a los detenidos en juicios civiles. Ahmed Ghailani, de 26 años, natural de Tanzania es el primer condenado a cadena perpetua en uno de estas vistas celebrada el pasado mes de enero. Participó en atentados contra intereses norteamericanos en África en 1998.
El cable confidencial recoge, también, el acuerdo de las dos delegaciones de crear un equipo de investigación conjunto, el primero de EE UU con un país europeo. España es pionera en la creación de estos equipos (Joint Investigative Teams). Mantiene activos seis con Francia, cinco en la lucha contra ETA y uno contra el terrorismo islamista, y acaba de crear otro con Bulgaria para combatir la falsificación de moneda, según informó el fiscal Zaragoza.
La delegación norteamericana ofreció enviar a España a un agente del FBI para trabajar con sus colegas españoles en narcotráfico.
España facilitará pruebas que ayuden a condenar a Khalih Seikh Mohamed (KSM) y a Ramzi Binalshibh, cerebro y organizador del 11-S detenidos en Guantánamo (Cuba), durante la próxima vista civil que se celebrará contra ellos en EE UU, según asegura un cable confidencial de la embajada norteamericana en Madrid. Los terroristas de Al Qaeda ya fueron juzgados y condenados por tribunales militares en la citada base militar.
Cándido Conde Pumpido, fiscal general Estado, y Javier Zaragoza, fiscal jefe de la Audiencia Nacional, ofrecieron la colaboración española durante un encuentro del denominado Grupo de Trabajo en Contraterrorismo y Crimen Organizado Hispano-norteamericano que reúne a mandos policiales, fiscales y expertos en seguridad de los dos países celebrado en Madrid en enero de 2010. Durante los últimos cinco años los principales expertos de las dos administraciones mantienen encuentros similares.
Según el cable, los dos fiscales españoles mostraron interés por la decisión tomada por la Administración norteamericana en octubre de 2009 de juzgar en un tribunal civil a los instigadores del atentado del 11-S que causó 3.000 muertos y se congratularon del cambio de posición del Gobierno, que hasta ahora ha juzgado en tribunales exclusivamente militares a los yihadistas detenidos en Guantánamo.
"Estamos a vuestra disposición", asegura el cable que dijo Javier Zaragoza a sus interlocutores norteamericanos, entre los que se encontraban Bruce Swartz y Todd Hinnen. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional describió este cambio de la política judicial de EE UU "como un regreso a la normalidad democrática" y ofreció ayuda y las pruebas acumuladas en España contra Khalih Seikh Mohamed y Ramzi Binalshibh. Zaragoza destacó que España puede aportar a EE UU evidencias del papel que tuvo KSM en el atentado contra una sinagoga el 11 de abril de 2002 en Túnez, un ataque en el que murieron 22 turistas, en su mayoría franceses y alemanes.
El camión bomba que un suicida estrelló contra la sinagoga en Túnez fue adquirido con dinero enviado desde España. Por indicación de KSM, jefe de operaciones de Al Qaeda, el paquistaní Ahmed Rukhsar, de 45 años, dueño de un locutorio en Logroño, transfirió 9.500 euros a la cuenta en Bancaja de Valencia de Essa Ismail Mohamed, Issa de Karachi, otro paquistaní acusado de financiar la compra del camión bomba. Este último era socio en negocios de cerámica del empresario valenciano de 48 años Enrique Cerdá, quien manejaba a ciegas varias de sus cuentas españolas. Semanas antes del atentado en Yerba Isa de Karachi le había enviado un fax en el que le pedía que entregara 5.200 dólares a un árabe que se pondría en contacto con él. El hermano del terrorista suicida llamó al teléfono móvil del empresario español hasta seis veces reclamándole el dinero. Pese a que Cerdá asegura que no sabía nada fue condenado por colaboración con organización terrorista.
Las pruebas acumuladas por la justicia española contra el yemení Ramzi Binalshibh son contundentes. El coordinador del 11-S vivía en Hamburgo con Mohamed Atta, jefe del comando suicida que estrelló los aviones secuestrados contra las torres del World Trade Center. En julio de 2001 viajó a Madrid para encontrarse con Atta y se reunieron durante dos semanas en Tarragona. Durante ese encuentro el egipcio Atta le comunicó la fecha, los objetivos y la identidad de los 19 suicidas del ataque.
Alojado en un hotel al lado de la Puerta del Sol
El 5 de septiembre, seis días antes del atentado, Binalshibh volvió a viajar desde Hamburgo a Madrid y se alojó en un hotel de la calle Carretas, junto a la Puerta del Sol. El día 7 tomó un vuelo en el aeropuerto de Barajas rumbo a Pakistán. Desde Madrid telefoneó por última vez a Atta para despedirse. Los organizadores del 11-S eligieron España para su último encuentro porque contaban con una excelente red de colaboradores que no se ha sido descubierta en su totalidad.
Khalid Seikh Mohamed y Ramzi Binalshibh fueron detenidos en Pakistán y entregados a agentes de la CIA. Durante varios años permanecieron desaparecidos en cárceles secretas hasta que reaparecieron en Guantánamo donde fueron juzgados y condenados por un tribunal militar. El presidente Barak Obama suspendió los juicios militares y se comprometió a juzgar a los detenidos en juicios civiles. Ahmed Ghailani, de 26 años, natural de Tanzania es el primer condenado a cadena perpetua en uno de estas vistas celebrada el pasado mes de enero. Participó en atentados contra intereses norteamericanos en África en 1998.
El cable confidencial recoge, también, el acuerdo de las dos delegaciones de crear un equipo de investigación conjunto, el primero de EE UU con un país europeo. España es pionera en la creación de estos equipos (Joint Investigative Teams). Mantiene activos seis con Francia, cinco en la lucha contra ETA y uno contra el terrorismo islamista, y acaba de crear otro con Bulgaria para combatir la falsificación de moneda, según informó el fiscal Zaragoza.
La delegación norteamericana ofreció enviar a España a un agente del FBI para trabajar con sus colegas españoles en narcotráfico.