Río de Janeiro se engalana con un gran colorido para recibir el Carnaval
Río de Janeiro, Agencias
A menos de tres semanas para inaugurar el Carnaval, Río de Janeiro se engalana con una decoración llena de colorido para el estreno de su fiesta más popular, mientras que las escuelas de samba trabajan sin descanso para culminar los fantasías y alegorías que lucirán en los desfiles del Sambódromo.
El próximo 4 de marzo, el Rey Momo, personaje considerado dueño del Carnaval, recibirá las llaves de la "Cidade Maravilhosa", en un acto que servirá para inaugurar de forma oficial las fiestas.
Mientras tanto, la ciudad, que espera con anhelo el comienzo del Carnaval, se adorna con la colorida decoración que inunda las calles del centro de Río y con los animados pasacalles de los famosos blocos o comparsas carnavalescas.
Sin tiempo que perder, muchas de esas agrupaciones ya han tomado las calles durante los últimos fines de semana al ritmo de la samba y bajo un calor agobiante, que no ha impedido a los brasileños bailar al son de la música de las orquestas que acompañan a las comparsas.
En el centro de la ciudad, el popular mercadillo de Uruguaiana es frecuentado estos días por los que todavía buscan el disfraz ideal para llamar la atención en medio de la multitud que en las próximas semanas abarrotará Río de Janeiro.
A la espera de acoger el espectacular desfile de las escuelas de samba, el Sambódromo carioca es sometido a un lavado de cara que incluye la limpieza de los dos arcos que presiden el popular recinto, obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.
En la llamada Ciudad de la Samba, donde las escuelas preparan sus disfraces y carrozas, los artesanos y las costureras ocultan de la mirada de los periodistas los trabajos que, con gran expectación, serán exhibidos ante el mundo en el desfile.
Olvidada la amargura por el incendio que arrasó parte de este recinto hace dos semanas, las escuelas se afanan en dar los últimos retoques a sus alegorías y fantasías, que incluso son cubiertas con lonas para preservar la sorpresa que mostrarán en los desfiles del Sambódromo el 6 y 7 de marzo próximo.
Incluso, algunos artesanos arriesgan sus vidas al subirse a lo alto de las alegorías con el fin de dar el último retoque a las carrozas.
Para paliar los destrozos causados por el fuego, los integrantes de las tres escuelas afectadas (Uniao da Ilha, Portela y Grande Río) trabajan en turnos de 20 horas diarias en una carrera contrarreloj que busca rehacer el material que tenían preparado en sus talleres y que fue devorado por las llamas.
"Todos nuestros disfraces se quemaron, y ahora estamos trabajando para, en la medida de lo posible, presentarnos en el desfile de una manera digna y como merece el Carnaval de Río", dijo a Efe Jaime Falcao, vicepresidente de Uniao da Ilha.
Falcao manifestó que, tras perder parte del material consumido por las llamas, muchas personas ajenas a la agrupación han colaborado para rehacer los disfraces y las carrozas.
En un ambiente de fiesta y alegría, esta escuela se afana en ultimar los trabajos que lucirán en el Sambódromo, donde exhibirán un gigantesco dinosaurio que, de forma milagrosa, no fue alcanzado por el fuego.
A menos de tres semanas para inaugurar el Carnaval, Río de Janeiro se engalana con una decoración llena de colorido para el estreno de su fiesta más popular, mientras que las escuelas de samba trabajan sin descanso para culminar los fantasías y alegorías que lucirán en los desfiles del Sambódromo.
El próximo 4 de marzo, el Rey Momo, personaje considerado dueño del Carnaval, recibirá las llaves de la "Cidade Maravilhosa", en un acto que servirá para inaugurar de forma oficial las fiestas.
Mientras tanto, la ciudad, que espera con anhelo el comienzo del Carnaval, se adorna con la colorida decoración que inunda las calles del centro de Río y con los animados pasacalles de los famosos blocos o comparsas carnavalescas.
Sin tiempo que perder, muchas de esas agrupaciones ya han tomado las calles durante los últimos fines de semana al ritmo de la samba y bajo un calor agobiante, que no ha impedido a los brasileños bailar al son de la música de las orquestas que acompañan a las comparsas.
En el centro de la ciudad, el popular mercadillo de Uruguaiana es frecuentado estos días por los que todavía buscan el disfraz ideal para llamar la atención en medio de la multitud que en las próximas semanas abarrotará Río de Janeiro.
A la espera de acoger el espectacular desfile de las escuelas de samba, el Sambódromo carioca es sometido a un lavado de cara que incluye la limpieza de los dos arcos que presiden el popular recinto, obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.
En la llamada Ciudad de la Samba, donde las escuelas preparan sus disfraces y carrozas, los artesanos y las costureras ocultan de la mirada de los periodistas los trabajos que, con gran expectación, serán exhibidos ante el mundo en el desfile.
Olvidada la amargura por el incendio que arrasó parte de este recinto hace dos semanas, las escuelas se afanan en dar los últimos retoques a sus alegorías y fantasías, que incluso son cubiertas con lonas para preservar la sorpresa que mostrarán en los desfiles del Sambódromo el 6 y 7 de marzo próximo.
Incluso, algunos artesanos arriesgan sus vidas al subirse a lo alto de las alegorías con el fin de dar el último retoque a las carrozas.
Para paliar los destrozos causados por el fuego, los integrantes de las tres escuelas afectadas (Uniao da Ilha, Portela y Grande Río) trabajan en turnos de 20 horas diarias en una carrera contrarreloj que busca rehacer el material que tenían preparado en sus talleres y que fue devorado por las llamas.
"Todos nuestros disfraces se quemaron, y ahora estamos trabajando para, en la medida de lo posible, presentarnos en el desfile de una manera digna y como merece el Carnaval de Río", dijo a Efe Jaime Falcao, vicepresidente de Uniao da Ilha.
Falcao manifestó que, tras perder parte del material consumido por las llamas, muchas personas ajenas a la agrupación han colaborado para rehacer los disfraces y las carrozas.
En un ambiente de fiesta y alegría, esta escuela se afana en ultimar los trabajos que lucirán en el Sambódromo, donde exhibirán un gigantesco dinosaurio que, de forma milagrosa, no fue alcanzado por el fuego.