¿Quién arma a Gadafi?
Europa se enfrenta a una incómoda contradicción: mientras la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, pide a Muammar el Gadafi que no reprima a su pueblo, un informe oficial revela que el excéntrico líder libio podría estar cortando las alas de las aspiraciones democráticas de sus compatriotas con bombas fabricadas en Europa.
"Armas belgas para reprimir a la población libia", titula el periódico belga "Le Soir". El rotativo accedió a informaciones militares belgas según las cuales la empresa FN Herstal, de Valonia (la comunidad francófona del sur del país), vendió a Gadafi en julio de 2008 un importante cargamento de armas.
Se trata, entre otros materiales, de 400 fusiles de asalto F2000, 367 pistolas-ametralladoras P90, más de 22.000 granadas de obús y 1.134 municiones para el 32 batallón del ejército libio. El total del contrato se eleva a 5,3 millones de euros, cerca de seis millones de dólares.
No obstante, se trata de una una parte mínima de la cantidad de armas "made in Europe" que han llegado a Trípoli en los últimos años. Por ejemplo, un informe de la propia UE revela que Italia y Malta figuran entre los socios del bloque comunitario que más armas han vendido a Gadafi, seguidas de Alemania, Francia y Reino Unido.
De acuerdo con el último informe anual sobre exportación de armas europas, que data de 2009, los socios comunitarios concedieron 343 millones de euros (470 millones de dólares) en licencias de exportación de armas a Libia, un país considerado "amigo" por algunos socios como Italia, ex potencia colonizadora, pero que sobre el papel no resistiría ni el más mínimo examen de calidad democrática.
'Valores europeos'
De hecho, la Política Europea de Vecindad, que nació en 2004 tras la ampliación a diez nuevos socios (gran parte del este de Europa), tiene una cláusula específica según la cual la UE se compremete a impulsar la cooperación con sus socios, muchos de ellos de la franja norte de África y la ribera sur del Mediterráneo, en base a los "valores europeos" como la democracia y el respeto de los derechos humanos.
Y es que, según el informe de la UE, el montante de exportaciones de armas fabricadas en Europa para el Ejército libio se eleva a 174 millones de euros, según datos de enero pasado.
Italia, por ejemplo, concedió licencias de exportación de armas a Libia por un total de 112 millones de euros, de los cuales la parte más suculenta -108 millones- corresponde a la venta de aviones y helicópteros (por ejemplo de la firma Alenia).
Sorprende que la pequeña isla mediterránea de Malta, sea la segunda en el listado, con 80 millones de euros en licencias de armas, sobre todo de pequeño calibre, como pistolas y subfusiles, para Libia.
Alemania queda en tercer lugar, con licencias de exportación de armas por valor de 53 millones de euros, la mayor parte de ellos para equipos electrónicos, por ejemplo para neutralizar las comunicaciones por telefonía móvil, Internet y los sistemas de localización por satélite GPS.
En cuarto lugar del "incómodo ránking" figura Francia, con 30,5 millones de euros (2009) en concesión de licencias de exportación de armamentos para el Ejército libio, seguida de Reino Unido, con 25,5 millones de euros y de Bélgica, con 22 millones de euros.
Reprimir a la población libia
La gran pregunta en Europa es: ¿Están sirviendo esas armas para reprimir a la población libia?. Ruddy Demotte, primer ministro socialista de la región belga de Valonia, sede de la empresa FN Herstal, lo niega.
"El contrato que fue firmado (con Libia) estipula expresamente que las armas (belgas) están destinadas al 32 batallón de las fuerzas de élite del Ejército libio en el marco de una misión de protección de los convoyes (libios) de ayuda humanitaria con destino a Darfur... Esas armas no están pensadas para ser usadas en Libia", afirma Demotte citado por la radio belga RTBF.
Mientras tanto, Benoit Van der Meershen, presidente de la Liga en pro de los Derechos Humanos de Bélgica, no se muestra tan convencido.
"Las armas ligeras (pistolas, fusiles y subfusiles) matan cada año a 500.000 personas en todo el mundo, el 90% de ellas son civiles. Libia no tenía necesidad alguna de recibir armas de FN Herstal: Gaddafi no las necesitaba", afirma en "Le Soir".
"Armas belgas para reprimir a la población libia", titula el periódico belga "Le Soir". El rotativo accedió a informaciones militares belgas según las cuales la empresa FN Herstal, de Valonia (la comunidad francófona del sur del país), vendió a Gadafi en julio de 2008 un importante cargamento de armas.
Se trata, entre otros materiales, de 400 fusiles de asalto F2000, 367 pistolas-ametralladoras P90, más de 22.000 granadas de obús y 1.134 municiones para el 32 batallón del ejército libio. El total del contrato se eleva a 5,3 millones de euros, cerca de seis millones de dólares.
No obstante, se trata de una una parte mínima de la cantidad de armas "made in Europe" que han llegado a Trípoli en los últimos años. Por ejemplo, un informe de la propia UE revela que Italia y Malta figuran entre los socios del bloque comunitario que más armas han vendido a Gadafi, seguidas de Alemania, Francia y Reino Unido.
De acuerdo con el último informe anual sobre exportación de armas europas, que data de 2009, los socios comunitarios concedieron 343 millones de euros (470 millones de dólares) en licencias de exportación de armas a Libia, un país considerado "amigo" por algunos socios como Italia, ex potencia colonizadora, pero que sobre el papel no resistiría ni el más mínimo examen de calidad democrática.
'Valores europeos'
De hecho, la Política Europea de Vecindad, que nació en 2004 tras la ampliación a diez nuevos socios (gran parte del este de Europa), tiene una cláusula específica según la cual la UE se compremete a impulsar la cooperación con sus socios, muchos de ellos de la franja norte de África y la ribera sur del Mediterráneo, en base a los "valores europeos" como la democracia y el respeto de los derechos humanos.
Y es que, según el informe de la UE, el montante de exportaciones de armas fabricadas en Europa para el Ejército libio se eleva a 174 millones de euros, según datos de enero pasado.
Italia, por ejemplo, concedió licencias de exportación de armas a Libia por un total de 112 millones de euros, de los cuales la parte más suculenta -108 millones- corresponde a la venta de aviones y helicópteros (por ejemplo de la firma Alenia).
Sorprende que la pequeña isla mediterránea de Malta, sea la segunda en el listado, con 80 millones de euros en licencias de armas, sobre todo de pequeño calibre, como pistolas y subfusiles, para Libia.
Alemania queda en tercer lugar, con licencias de exportación de armas por valor de 53 millones de euros, la mayor parte de ellos para equipos electrónicos, por ejemplo para neutralizar las comunicaciones por telefonía móvil, Internet y los sistemas de localización por satélite GPS.
En cuarto lugar del "incómodo ránking" figura Francia, con 30,5 millones de euros (2009) en concesión de licencias de exportación de armamentos para el Ejército libio, seguida de Reino Unido, con 25,5 millones de euros y de Bélgica, con 22 millones de euros.
Reprimir a la población libia
La gran pregunta en Europa es: ¿Están sirviendo esas armas para reprimir a la población libia?. Ruddy Demotte, primer ministro socialista de la región belga de Valonia, sede de la empresa FN Herstal, lo niega.
"El contrato que fue firmado (con Libia) estipula expresamente que las armas (belgas) están destinadas al 32 batallón de las fuerzas de élite del Ejército libio en el marco de una misión de protección de los convoyes (libios) de ayuda humanitaria con destino a Darfur... Esas armas no están pensadas para ser usadas en Libia", afirma Demotte citado por la radio belga RTBF.
Mientras tanto, Benoit Van der Meershen, presidente de la Liga en pro de los Derechos Humanos de Bélgica, no se muestra tan convencido.
"Las armas ligeras (pistolas, fusiles y subfusiles) matan cada año a 500.000 personas en todo el mundo, el 90% de ellas son civiles. Libia no tenía necesidad alguna de recibir armas de FN Herstal: Gaddafi no las necesitaba", afirma en "Le Soir".