Obama sigue con su gira con 'dueños' de la Red
Washington, El País
Después de una cena en San Francisco con 12 de los empresarios que controlan el mercado de las tecnologías de Internet, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sigue hoy con su visita a la meca de la informática norteamericana. Viajará a Oregon, a visitar una planta del fabricante de microchips Intel. Allí tiene previsto ofrecerle a Paul Otellini, consejero delegado de esa empresa, un puesto en su Consejo sobre Empleo y Competitividad, que le asesora en políticas laborales.
Está siendo esta una verdadera visita de Estado a aquellas empresas que controlan el negocio de Internet en el mundo. En la cena de ayer, en casa de John Doerr, un prominente donante del partido demócrata, amigo personal de Al Gore, Obama departió largamente con aquellos hombres -y dos mujeres, una de ellas, esposa de Doerr- que dirigen las empresas más influyentes en la Red mundial: Mark Zuckerberg, de Facebook; Steve Schmidt, de Google; Steve Jobs, de Apple, y Carol Bartz, de Yahoo, entre otros.
Poco ha comentado la Casa Blanca de aquella reunión, excepto que el presidente pidió consejo y ofreció ayuda para mantener a EE UU como un líder indiscutible mundial de las empresas de Internet. En una foto difundida por el Gobierno norteamericano se ve a Obama brindando, sentado entre Jobs, de Apple -que abandonó brevemente su retiro de la vida empresarial, impuesto por una enfermedad- y Zuckerberg, mandamás de Facebook. Este cambió, por una vez, su clásica sudadera con capucha para vestir una americana y una camisa.
En la cena hubo representantes de otras empresas, titanes en ciernes, como Netflix o Twitter, y grandes ausencias: nadie representó a Microsoft. Por la parte educativa sí que acudió el presidente de la universidad de Stanford, John Hennessy. En la cena se debatió también sobre educación e investigación y desarrollo. Silicon Valley, sede de las principales empresas de Internet, es y ha sido un sólido bastión demócrata. Diversos empleados de las 20 empresas líderes en el sector informático de California donaron al presidente durante la campaña electoral de 2008 un total de 1,4 millones de dólares (un millón de euros al cambio actual), frente a los 267.000 dólares (122.000 euros) que le concedieron a su contrincante, el republicano John McCain, según la organización Center for Responsive Politics.
Durante la cena, el presidente les pidió ideas para consolidar la posición de dominio comercial en la escena internacional, con "el objetivo de duplicar las exportaciones en los próximos cinco años y apoyar millones de puestos de trabajo en EE UU", según explicó el recién estrenado secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, tras el encuentro. También discutió sus "propuestas de inversión en investigación y desarrollo y para aumentar los incentivos a las empresas para crecer y contratar", y "la importancia de nuevas inversiones en educación".
Este viaje refleja la apuesta tecnológica de Obama, que hace menos de un mes, en el discurso del Estado de la Unión, pasó, de ninguna en años anteriores, a mencionar la palabra Internet seis veces, sobre todo para reforzar la idea de que el mundo ha cambiado, y los nuevos líderes serán quienes controlen las nuevas tecnologías. "Hace 30 años, no podíamos saber que una cosa llamada Internet iba a desembocar en una revolución económica", decía entonces. "Somos la nación que pone coches en las carreteras y ordenadores en las oficinas, la nación de Edison y los hermanos Wright, de Google y Facebook. En EE UU, la innovación no se limita a cambiar vidas. Es como nos ganamos la vida", afirmó. "Como a las empresas no siempre les es rentable invertir en investigación básica, nuestro Gobierno ha dado siempre a los científicos de vanguardia y los inventores el apoyo que necesitaban. Eso fue lo que plantó las semillas de Internet. Eso fue lo que contribuyó a hacer posibles cosas como los chips informáticos y los GPS", aseguró.
Después de una cena en San Francisco con 12 de los empresarios que controlan el mercado de las tecnologías de Internet, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sigue hoy con su visita a la meca de la informática norteamericana. Viajará a Oregon, a visitar una planta del fabricante de microchips Intel. Allí tiene previsto ofrecerle a Paul Otellini, consejero delegado de esa empresa, un puesto en su Consejo sobre Empleo y Competitividad, que le asesora en políticas laborales.
Está siendo esta una verdadera visita de Estado a aquellas empresas que controlan el negocio de Internet en el mundo. En la cena de ayer, en casa de John Doerr, un prominente donante del partido demócrata, amigo personal de Al Gore, Obama departió largamente con aquellos hombres -y dos mujeres, una de ellas, esposa de Doerr- que dirigen las empresas más influyentes en la Red mundial: Mark Zuckerberg, de Facebook; Steve Schmidt, de Google; Steve Jobs, de Apple, y Carol Bartz, de Yahoo, entre otros.
Poco ha comentado la Casa Blanca de aquella reunión, excepto que el presidente pidió consejo y ofreció ayuda para mantener a EE UU como un líder indiscutible mundial de las empresas de Internet. En una foto difundida por el Gobierno norteamericano se ve a Obama brindando, sentado entre Jobs, de Apple -que abandonó brevemente su retiro de la vida empresarial, impuesto por una enfermedad- y Zuckerberg, mandamás de Facebook. Este cambió, por una vez, su clásica sudadera con capucha para vestir una americana y una camisa.
En la cena hubo representantes de otras empresas, titanes en ciernes, como Netflix o Twitter, y grandes ausencias: nadie representó a Microsoft. Por la parte educativa sí que acudió el presidente de la universidad de Stanford, John Hennessy. En la cena se debatió también sobre educación e investigación y desarrollo. Silicon Valley, sede de las principales empresas de Internet, es y ha sido un sólido bastión demócrata. Diversos empleados de las 20 empresas líderes en el sector informático de California donaron al presidente durante la campaña electoral de 2008 un total de 1,4 millones de dólares (un millón de euros al cambio actual), frente a los 267.000 dólares (122.000 euros) que le concedieron a su contrincante, el republicano John McCain, según la organización Center for Responsive Politics.
Durante la cena, el presidente les pidió ideas para consolidar la posición de dominio comercial en la escena internacional, con "el objetivo de duplicar las exportaciones en los próximos cinco años y apoyar millones de puestos de trabajo en EE UU", según explicó el recién estrenado secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, tras el encuentro. También discutió sus "propuestas de inversión en investigación y desarrollo y para aumentar los incentivos a las empresas para crecer y contratar", y "la importancia de nuevas inversiones en educación".
Este viaje refleja la apuesta tecnológica de Obama, que hace menos de un mes, en el discurso del Estado de la Unión, pasó, de ninguna en años anteriores, a mencionar la palabra Internet seis veces, sobre todo para reforzar la idea de que el mundo ha cambiado, y los nuevos líderes serán quienes controlen las nuevas tecnologías. "Hace 30 años, no podíamos saber que una cosa llamada Internet iba a desembocar en una revolución económica", decía entonces. "Somos la nación que pone coches en las carreteras y ordenadores en las oficinas, la nación de Edison y los hermanos Wright, de Google y Facebook. En EE UU, la innovación no se limita a cambiar vidas. Es como nos ganamos la vida", afirmó. "Como a las empresas no siempre les es rentable invertir en investigación básica, nuestro Gobierno ha dado siempre a los científicos de vanguardia y los inventores el apoyo que necesitaban. Eso fue lo que plantó las semillas de Internet. Eso fue lo que contribuyó a hacer posibles cosas como los chips informáticos y los GPS", aseguró.