Milan venció y convenció al golear a Parma en San Siro
Roma, Espn
En el estadio San Siro, Milan goleó de local ante Parma, venciendo por 4 a 0 con goles de Clarence Seedorf, Antonio Cassano y del brasilero Robinho (doblete).
De esta manera, el Diávolo aumentó su distancia y consolidó la primera posición, que ahora ocupa con 52 unidades, mientras que los azul y oro, por ahora, se quedaron decimoquintos con 26 puntos en la tabla.
El partido nunca tuvo historia, porque los locales bajaron a la cancha con todo otro ritmo respecto a sus rivales y, con calidad y gran juego, en menos de veinte minutos liquidaron a la visita.
En efecto, gracias a un Seedorf muy activo y a un Cassano realmente inspirado, desde el primer segundo Milan se adueñó del balón, se mostró con peligro y al octavo minuto metió el 1 a 0: luego de que Merkel remató desde el vértice izquierdo del área, el balón rebotó sobre un defensor y le llegó en la media luna a Ibrahimovic, quien de primera inventó un cuchillazo espectacular para el corte de Seedorf.
El holandés, quin fue exquisitamente hábil en dictar el pase, metiéndose en el área con los tiempos justos, no tuvo problemas en definir el mano a mano contra Mirante.
A pesar del tanto, el guión no cambió y los rossoneri siguieron jugando bien y atacando. Claramente Parma intentó reaccionar, pero también la defensa local estuvo muy ordenada y concedió muy pocos espacios a sus adversarios.
Al minuto 17 llegó el 2 a 0, que fue muy parecido al primer gol: Cassano recibió por izquierda, se metió hacia el medio y la tocó sobre el límite del área para Gattuso, quien con un toque fino de zurda "a la Ibrahimovic" inventó un globito perfecto, para dejarlo a FantAntonio solo adelante del arquero.
El pibe de Bari la tocó de volea con el interno de su pie derecho, para sacar un remate rasante con comba que se clavó al lado del segundo palo. Hizo todo con tanta naturaleza, que un gesto de grande calidad pareció la cosa más simple del mundo.
Milan siguió sumando ocasiones, siempre prácticamente sin sufrir nunca, pero por obvios motivos mermó un poco el ritmo y no logró poner el golpe del nocaut.
En el complemento bajaron los mismos equipos, lo que nos pareció un error por parte de Allegri, quien debió cuidar mayormente a sus jugadores a pocos días del match fundamental ante Tottenham.
El partido siguió con el local controlando y manteniendo una intensidad baja, para no desperdiciar energías, pero ahora la visita pareció buscar con mayor decisión el gol que podía abrir nuevamente el match.
En ese marco, Parma mostró algunas buenas cosas, pero Milan siguió defendiéndose con eficacia y a la primera ocasión, justo en el mejor momento de los azul y oro, cerró el trámite. Esta vez el gol fue de Robinho (recién entrado al puesto de Seedorf), quien habilitado por Cassano pudo rematar desde el punto del penal, para mandarla a guardar sin problemas.
Poco más tarde, Gattuso tuvo que salir por culpa de una molestia física, manchando un partido perfecto y subrayando uno de los límites de Allegri, es decir la mala administración de las sustituciones.
Apenas se cumplió el cambio (entró Flamini), Robinho metió su segundo gol, definiendo con frialdad un mano a mano después de que Cassano (otra vez él) lo habilitó magníficamente, tras haber mostrado una jugada de gran calidad, con tanto de caño a Lucarelli.
Finalmente, tras el 4 a 0 salió Ibrahimovic y el partido prácticamente se terminó ahí. Milan pudo poner el quinto, pero al final otro gol más hubiera sido realmente injusto, porque a pesar de lo que pueda indicar el marcador, en realidad Parma no estuvo tan mal. Es que Milan, esta vez, fue incontenible.