Madrid-Barça: la final se jugará en Valencia

Madrid, As
La final del 20 de abril ya tiene destino, Valencia, y sede, Mestalla. Los presidentes de Madrid y Barça coincidieron ayer en la sede de la LFP y tardaron poco en consensuar el escenario idóneo para acoger el partidazo del Miércoles Santo. Florentino y Rosell charlaron sobre los pros y los contras de las diferentes posibilidades y sellaron un acuerdo verbal a la espera de lo que decida la Federación Española.

La sede.


Las contraindicaciones de la candidatura de Mestalla son mínimas. Valencia es equidistante con las dos ciudades. Está a 350 kilómetros de Madrid y a 352 de Barcelona. Además, en el caso de los aficionados blancos es un alivio el reciente estreno de la línea del AVE porque enlaza Madrid con la capital del Turia en sólo una hora y 35 minutos. Ello permitiría un desplazamiento masivo en tren, sin olvidar que ambas ciudades están bien conectadas por autovía para los que prefieran viajar en sus coches o en autobús.

Ayer mismo, La Cartuja presentó también su candidatura. Pero no tiene opciones, dado que se considera inadecuado al estar metida de lleno Sevilla esos días en la tradicional celebración de la Semana Santa. No le den vueltas. Mestalla será el campo que alumbre el Clásico del 20 de abril. En cualquier caso, la Federación ha citado a los dos clubes para una reunión el día 11 (viernes), en la que se hará oficial la designación de la sede de Valencia.

Pero lo de las entradas va a ser un problema que dejará a mucha gente insatisfecha. Los 52.500 localidades que posee Mestalla dejarán sólo 18.000 entradas a cada afición, dado que el resto se lo quedará la Federación Española para compromisos y patrocinadores. Todas se agotarán muy rápido.

Pocas entradas.

En el Madrid temen que apenas se cubran las expectativas: "El partido se jugará en Semana Santa y ello triplicará las ganas de ir a Valencia. Nosotros repartiremos un cupo para los jugadores y los compromisos del club, y el resto se sorteará entre los socios". Se espera que ese Miércoles Santo estén en Valencia medio millón de aficionados de Madrid y Barça, aprovechando las vacaciones. Ello preocupa a las fuerzas de seguridad, pero la Federación organizará dos fan zone, una para los seguidores blancos y otra para los azulgrana, que evitará confrontaciones callejeras. Todos apuestan para que sea la Final de la concordia.

El día después de la clasificación para la final del 20 de abril fue tan dulce para los madridistas que debió elevar llamativamente su nivel de glucosa. En la planta noble del Bernabéu se quieren quitar el sabor amargo que les dejó la última final, la de 2004 en Montjuïc ante el Zaragoza (2-3 en la prórroga). El club espera cerrar en Mestalla un doloroso paréntesis que se abrió tras esa final en el estadio olímpico de Barcelona, que inició el derrumbe del Madrid Galáctico.

Desde esa final, el Madrid de Queiroz perdió todo y el desplome fue absoluto, con un carrusel de entrenadores (Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro...) y una sequía de títulos que llevó a Florentino a dimitir en 2006. El presidente lleva dos finales de Copa perdidas (2002 y 2004) y busca la revancha. ¿A la tercera irá la vencida?

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