Los militares vuelven ante la Justicia uruguaya y excavan un cuartel por unos desaparecidos
Montevideo, Agencias
Cinco militares retirados uruguayos de un grupo de 20 comenzó hoy a declarar frente a la Justicia que investiga la desaparición en 1976 del militante comunista Horacio Gelós Bonilla, mientras en un cuartel se retomaron las excavaciones en la búsqueda de restos de víctimas de la dictadura.
Los ex militares se presentaron frente a la jueza penal Mariana Mota y la fiscal Ana Telechea que llevan adelante la indagatoria.
Para mañana fueron convocados otros cinco y los restantes deberán prestar declaración el 10 y el 14 de febrero, señalaron a Efe fuentes judiciales.
Los militares fueron citados en calidad de testigos y por ende sin obligación de concurrir con representantes legales.
Sin embargo, de lo que surja de sus declaraciones y las investigaciones de la justicia los citados "pueden pasar de testigos a indagados" y en ese caso, en una etapa posterior, deberán presentarse frente a la jueza con abogados, agregaron los informantes.
Gelós Bonilla fue militante sindical, integrante del Partido Comunista (PCU) y edil (concejal) en el departamento de Maldonado en representación de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio (FA).
Según declararon otros exdetenidos durante la dictadura que gobernó en Uruguay entre 1973 y 1985, Gelós Bonilla, por entonces de 33 años, fue asesinado a comienzos de 1976 por torturas y en el interior del Batallón de Ingenieros número 4, del Ejército, ubicado en la zona de Laguna del Sauce, en Maldonado. Sus restos nunca fueron ubicados.
La abogada de la familia denunciante, María del Carmen Salazar, afirmó en declaraciones a medios locales que pese al tiempo transcurrido surgieron "nuevos testigos" que "pueden colaborar para aclarar lo sucedido".
Pero matizó, "debemos ser cuidadosos para no generar expectativas en exceso".
Mientras la Justicia investiga, un grupo de antropólogos excava en el interior del Batallón 14 del Ejército en la búsqueda de restos de detenidos-desaparecidos durante la dictadura.
Las nuevas excavaciones fueron dispuestas por el juez Pedro Salazar que tiene a su cargo la investigación de la desaparición de María Claudia García del Gelman, nuera del poeta argentino Juan Gelman.
María Claudia fue detenida en Buenos Aires a mediados de 1976, con un embarazo de siete meses y trasladada de manera clandestina a Montevideo como parte del "Plan Cóndor" de acción coordinada por los regímenes militares de la época en el Cono Sur americano.
En Uruguay dio a luz una niña y posteriormente desapareció.
Esa niña, Macarena Gelman hoy de 34 años y su abuelo, Juan Gelman, llevan adelante el caso de la búsqueda de María Claudia.
El antropólogo José López Mazz, de la Universidad de la República, encabeza el grupo de científicos e investigadores que realiza las excavaciones en el interior del cuartel.
El mismo grupo realizó excavaciones anteriormente en el interior de varios cuarteles con suerte variada.
"A comienzos de mes se realizó la delimitación del terreno a investigar, después se limpió de malezas y ahora están propiamente en el trabajo de campo", señalaron a Efe fuentes del Ministerio de Defensa Nacional.
El grupo tendrá sesenta días para realizar las excavaciones y, en caso de ser necesario, una prórroga de otros dos meses para tratar de terminar con la labor, agregaron los informantes.
El tema de los derechos humanos cobró temperatura en las últimas semanas en Uruguay luego que se conociera una carta de un grupo de unos 150 militares retirados alertando sobre un "pasaje a etapas superiores de profundización en el hostigamiento a integrantes de las Fuerzas Armadas y policiales".
La nota fue dirigida al jefe del Ejército, general Jorge Rosales, y por el tema los retirados se reunieron, además, con los jefes de la Armada y la Fuerza Aérea.
"Lejos y olvidadas han quedado aquellas manifestaciones de jerarcas de gobierno referidas a dejar atrás el pasado, descargar las "pesadas mochilas" o liberar a los "viejos presos", agrega la nota de los militares retirados.
Como respuesta, el secretario de la Presidencia uruguaya, Alberto Breccia, dijo que la carta "no es considerada una amenaza", aunque fue analizada por el presidente José Mujica con su gabinete de seguridad.
Además, los militares retirados, agrupados en el autodenominado Foro de Libertad y Concordia, alertaron de que "decenas de camaradas viven penosas situaciones de hostigamiento social y son víctimas del afán incriminatorio por parte de algunos jueces y fiscales".
Cinco militares retirados uruguayos de un grupo de 20 comenzó hoy a declarar frente a la Justicia que investiga la desaparición en 1976 del militante comunista Horacio Gelós Bonilla, mientras en un cuartel se retomaron las excavaciones en la búsqueda de restos de víctimas de la dictadura.
Los ex militares se presentaron frente a la jueza penal Mariana Mota y la fiscal Ana Telechea que llevan adelante la indagatoria.
Para mañana fueron convocados otros cinco y los restantes deberán prestar declaración el 10 y el 14 de febrero, señalaron a Efe fuentes judiciales.
Los militares fueron citados en calidad de testigos y por ende sin obligación de concurrir con representantes legales.
Sin embargo, de lo que surja de sus declaraciones y las investigaciones de la justicia los citados "pueden pasar de testigos a indagados" y en ese caso, en una etapa posterior, deberán presentarse frente a la jueza con abogados, agregaron los informantes.
Gelós Bonilla fue militante sindical, integrante del Partido Comunista (PCU) y edil (concejal) en el departamento de Maldonado en representación de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio (FA).
Según declararon otros exdetenidos durante la dictadura que gobernó en Uruguay entre 1973 y 1985, Gelós Bonilla, por entonces de 33 años, fue asesinado a comienzos de 1976 por torturas y en el interior del Batallón de Ingenieros número 4, del Ejército, ubicado en la zona de Laguna del Sauce, en Maldonado. Sus restos nunca fueron ubicados.
La abogada de la familia denunciante, María del Carmen Salazar, afirmó en declaraciones a medios locales que pese al tiempo transcurrido surgieron "nuevos testigos" que "pueden colaborar para aclarar lo sucedido".
Pero matizó, "debemos ser cuidadosos para no generar expectativas en exceso".
Mientras la Justicia investiga, un grupo de antropólogos excava en el interior del Batallón 14 del Ejército en la búsqueda de restos de detenidos-desaparecidos durante la dictadura.
Las nuevas excavaciones fueron dispuestas por el juez Pedro Salazar que tiene a su cargo la investigación de la desaparición de María Claudia García del Gelman, nuera del poeta argentino Juan Gelman.
María Claudia fue detenida en Buenos Aires a mediados de 1976, con un embarazo de siete meses y trasladada de manera clandestina a Montevideo como parte del "Plan Cóndor" de acción coordinada por los regímenes militares de la época en el Cono Sur americano.
En Uruguay dio a luz una niña y posteriormente desapareció.
Esa niña, Macarena Gelman hoy de 34 años y su abuelo, Juan Gelman, llevan adelante el caso de la búsqueda de María Claudia.
El antropólogo José López Mazz, de la Universidad de la República, encabeza el grupo de científicos e investigadores que realiza las excavaciones en el interior del cuartel.
El mismo grupo realizó excavaciones anteriormente en el interior de varios cuarteles con suerte variada.
"A comienzos de mes se realizó la delimitación del terreno a investigar, después se limpió de malezas y ahora están propiamente en el trabajo de campo", señalaron a Efe fuentes del Ministerio de Defensa Nacional.
El grupo tendrá sesenta días para realizar las excavaciones y, en caso de ser necesario, una prórroga de otros dos meses para tratar de terminar con la labor, agregaron los informantes.
El tema de los derechos humanos cobró temperatura en las últimas semanas en Uruguay luego que se conociera una carta de un grupo de unos 150 militares retirados alertando sobre un "pasaje a etapas superiores de profundización en el hostigamiento a integrantes de las Fuerzas Armadas y policiales".
La nota fue dirigida al jefe del Ejército, general Jorge Rosales, y por el tema los retirados se reunieron, además, con los jefes de la Armada y la Fuerza Aérea.
"Lejos y olvidadas han quedado aquellas manifestaciones de jerarcas de gobierno referidas a dejar atrás el pasado, descargar las "pesadas mochilas" o liberar a los "viejos presos", agrega la nota de los militares retirados.
Como respuesta, el secretario de la Presidencia uruguaya, Alberto Breccia, dijo que la carta "no es considerada una amenaza", aunque fue analizada por el presidente José Mujica con su gabinete de seguridad.
Además, los militares retirados, agrupados en el autodenominado Foro de Libertad y Concordia, alertaron de que "decenas de camaradas viven penosas situaciones de hostigamiento social y son víctimas del afán incriminatorio por parte de algunos jueces y fiscales".