Lorena Herrera se sintió fatal al posar para Playboy
Lorena Herrera confesó haberla pasado muy mal durante la sesión de fotos que realizó para la revista Playboy, debido a que estaba muy angustiada.
"Me sentí fatal, muy incómoda y muy nerviosa todo el tiempo. Fue más bien que yo estaba muy nerviosa, y ahí sí qué haces. Ya no es cuestión del cuerpo, no porque estés nerviosa una de estas (se señala el busto) se hace más flácida, en cambio eso sí se te ve en la cara".
Y su incomodidad fue tan notoria que ella supone que las fotografías no salieron nada bien, por lo que agradece el aún no haber firmado un contrato.
"Cuando no te sientes bien, eso lo reflejas.
Después de la sesión, dije: 'han de haber quedado espantosas esas fotos, qué bueno que no hice ningún contrato porque, si no, imagínate. Sacarían esas fotos horribles.
"Por ese lado me siento tranquila, porque primero voy a verlas antes de decidir. Ya vi una nada más y me gustó, pero bueno, son 28 las que se publicarían".
No obstante, la actriz tuvo un motivo muy grande para acceder a posar desnuda: la gran cifra que le ofrecieron.
"Fue el dinero, ¿qué más va a ser?, ¿decir que cómo lo gocé? ¡Quién te va a decir eso! Al menos yo no disfruto quitarme la ropa".
De acceder a aparecer en la revista, el trago parecerá menos amargo, pues Herrera ya está pensando en qué podría gastar ese dinero.
"No sé todavía, pero yo creo que me haría unos arreglitos", confesó entre risas.
Respecto a la polémica que se desató de que ella supuestamente demandaría a la revista por anunciar la noticia antes de tiempo, ella descartó cualquier represalia.
"El arreglo fue que sólo si yo veía las fotos y me sentía cómoda mostrándome desnuda, entonces firmaríamos el contrato.
"No hay demanda, al contrario, hay una buena relación. No pienso demandar, simplemente ellos quieren que yo esté en la revista, y a mí también me gustaría, pero eso dependerá de cómo vea las fotos".
Y en el caso de que sus fotos no aparecieran, la actriz platicó que no pasaría a mayores.
"Si no me gustan las fotos, yo sólo pierdo mi día de trabajo y ya, pero pues ni modo, todos perderemos. El único que se llevó taco de ojo fue el fotógrafo".
"Me sentí fatal, muy incómoda y muy nerviosa todo el tiempo. Fue más bien que yo estaba muy nerviosa, y ahí sí qué haces. Ya no es cuestión del cuerpo, no porque estés nerviosa una de estas (se señala el busto) se hace más flácida, en cambio eso sí se te ve en la cara".
Y su incomodidad fue tan notoria que ella supone que las fotografías no salieron nada bien, por lo que agradece el aún no haber firmado un contrato.
"Cuando no te sientes bien, eso lo reflejas.
Después de la sesión, dije: 'han de haber quedado espantosas esas fotos, qué bueno que no hice ningún contrato porque, si no, imagínate. Sacarían esas fotos horribles.
"Por ese lado me siento tranquila, porque primero voy a verlas antes de decidir. Ya vi una nada más y me gustó, pero bueno, son 28 las que se publicarían".
No obstante, la actriz tuvo un motivo muy grande para acceder a posar desnuda: la gran cifra que le ofrecieron.
"Fue el dinero, ¿qué más va a ser?, ¿decir que cómo lo gocé? ¡Quién te va a decir eso! Al menos yo no disfruto quitarme la ropa".
De acceder a aparecer en la revista, el trago parecerá menos amargo, pues Herrera ya está pensando en qué podría gastar ese dinero.
"No sé todavía, pero yo creo que me haría unos arreglitos", confesó entre risas.
Respecto a la polémica que se desató de que ella supuestamente demandaría a la revista por anunciar la noticia antes de tiempo, ella descartó cualquier represalia.
"El arreglo fue que sólo si yo veía las fotos y me sentía cómoda mostrándome desnuda, entonces firmaríamos el contrato.
"No hay demanda, al contrario, hay una buena relación. No pienso demandar, simplemente ellos quieren que yo esté en la revista, y a mí también me gustaría, pero eso dependerá de cómo vea las fotos".
Y en el caso de que sus fotos no aparecieran, la actriz platicó que no pasaría a mayores.
"Si no me gustan las fotos, yo sólo pierdo mi día de trabajo y ya, pero pues ni modo, todos perderemos. El único que se llevó taco de ojo fue el fotógrafo".