Las relaciones con Siria, un foco de tensión entre España y EE UU
Madrid, El País
Una escala técnica en Damasco del ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el 7 de marzo de 2006, en la que se entrevistó con el ministro sirio de Exteriores, Walid Muallem, provocó el enfado de EE UU.
El entonces ministro de Exteriores había comentado el 2 de marzo a la Embajada americana su intención de viajar a Siria para tratar de "sacar a Siria de la órbita de Irán", pero en ningún caso iba a realizar ese viaje antes del mes de abril.
Moratinos deseaba contar con el visto bueno de EE UU a su viaje, pero aún no lo había recibido el día 7, cuando hizo su avión una escala técnica en Damasco de regreso de un viaje a Afganistán y Pakistán provocando el incidente diplomático con EE UU. En el incidente también estuvo implicada Francia, porque Moratinos había asegurado a la Embajada de EE UU que había informado a los franceses sobre su idea de viajar a Damasco y que no habían expresado objeciones al respecto. Sin embargo, EE UU trató de verificar este extremo a través de su Embajada en París, y desde el Gobierno francés se desmintió a Moratinos. Como consecuencia del embrollo diplomático, la Embajada francesa en Madrid envió un mensaje de reproche al ministerio de Asuntos Exteriores .
Pocos días más tarde, el 31 de marzo, la Embajada de EE UU en Madrid informaba en un telegrama de que Moratinos suspendía su viaje a Siria previsto para abril como "gesto de buena voluntad" tras el incidente del 7 de marzo. El embajador Aguirre recriminó a Moratinos por la escala técnica señalando que circunstancias de ese tenor "podrían llevar a España otra vez al punto de partida de dos años atrás", en referencia al momento más tenso de las relaciones bilaterales, tras la retirada de tropas españolas de Irak. El embajador también mostró el malestar de su Gobierno porque se hubiera filtrado a la prensa.
El Gobierno español mantuvo durante los últimos años de la Administración de Bush un acercamiento a Siria que disgustó a EE UU y provocó roces diplomáticos cuyo rastro puede seguirse a través de varios cables diplomáticos confidenciales. La posible implicación siria en el asesinato del ex primer ministro de Líbano Hariri en febrero de 2005 había tensado las ya muy deterioradas relaciones del régimen sirio con Washington.
Tras realizar su escala técnica, Exteriores ofreció sus buenos oficios a Washington para transmitir cualquier mensaje al Gobierno sirio, pero las autoridades americanas rechazaron de plano cualquier intento de mediación diplomática por parte de España.
Un año más tarde, ante la visita de Condoleezza Rice a Madrid en junio de 2007 , el embajador Aguirre le envío una carta repasando el estado de las relaciones bilaterales. "Nuestro reto es canalizar los esfuerzos de un impredecible ministro de Exteriores que se autodefine como presunto puente entre EE UU y algunos países complicados". Y entre esos países citaba en primer lugar a Siria.
El 23 de octubre de 2008, Moratinos insistió en otra reunión en la Embajada en la defensa de su política hacia Siria pese a las reticencias de EE UU. "Me he arriesgado con Siria , pero conozco a sus dirigentes y los problemas del país. Siria quiere ser parte de Occidente más que estar alineada con Irán." "El ministro sirio de Exteriores quiere normalizar relaciones con EE UU".
Una escala técnica en Damasco del ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, el 7 de marzo de 2006, en la que se entrevistó con el ministro sirio de Exteriores, Walid Muallem, provocó el enfado de EE UU.
El entonces ministro de Exteriores había comentado el 2 de marzo a la Embajada americana su intención de viajar a Siria para tratar de "sacar a Siria de la órbita de Irán", pero en ningún caso iba a realizar ese viaje antes del mes de abril.
Moratinos deseaba contar con el visto bueno de EE UU a su viaje, pero aún no lo había recibido el día 7, cuando hizo su avión una escala técnica en Damasco de regreso de un viaje a Afganistán y Pakistán provocando el incidente diplomático con EE UU. En el incidente también estuvo implicada Francia, porque Moratinos había asegurado a la Embajada de EE UU que había informado a los franceses sobre su idea de viajar a Damasco y que no habían expresado objeciones al respecto. Sin embargo, EE UU trató de verificar este extremo a través de su Embajada en París, y desde el Gobierno francés se desmintió a Moratinos. Como consecuencia del embrollo diplomático, la Embajada francesa en Madrid envió un mensaje de reproche al ministerio de Asuntos Exteriores .
Pocos días más tarde, el 31 de marzo, la Embajada de EE UU en Madrid informaba en un telegrama de que Moratinos suspendía su viaje a Siria previsto para abril como "gesto de buena voluntad" tras el incidente del 7 de marzo. El embajador Aguirre recriminó a Moratinos por la escala técnica señalando que circunstancias de ese tenor "podrían llevar a España otra vez al punto de partida de dos años atrás", en referencia al momento más tenso de las relaciones bilaterales, tras la retirada de tropas españolas de Irak. El embajador también mostró el malestar de su Gobierno porque se hubiera filtrado a la prensa.
El Gobierno español mantuvo durante los últimos años de la Administración de Bush un acercamiento a Siria que disgustó a EE UU y provocó roces diplomáticos cuyo rastro puede seguirse a través de varios cables diplomáticos confidenciales. La posible implicación siria en el asesinato del ex primer ministro de Líbano Hariri en febrero de 2005 había tensado las ya muy deterioradas relaciones del régimen sirio con Washington.
Tras realizar su escala técnica, Exteriores ofreció sus buenos oficios a Washington para transmitir cualquier mensaje al Gobierno sirio, pero las autoridades americanas rechazaron de plano cualquier intento de mediación diplomática por parte de España.
Un año más tarde, ante la visita de Condoleezza Rice a Madrid en junio de 2007 , el embajador Aguirre le envío una carta repasando el estado de las relaciones bilaterales. "Nuestro reto es canalizar los esfuerzos de un impredecible ministro de Exteriores que se autodefine como presunto puente entre EE UU y algunos países complicados". Y entre esos países citaba en primer lugar a Siria.
El 23 de octubre de 2008, Moratinos insistió en otra reunión en la Embajada en la defensa de su política hacia Siria pese a las reticencias de EE UU. "Me he arriesgado con Siria , pero conozco a sus dirigentes y los problemas del país. Siria quiere ser parte de Occidente más que estar alineada con Irán." "El ministro sirio de Exteriores quiere normalizar relaciones con EE UU".