"La mayoría de los tunecinos llegados a Italia serán repatriados"
Madrid, El País
La sueca Cecilia Malmström, comisaria de Interior de la UE, se dice "extremadamente feliz de que la juventud clame en la calle por libertad y democracia y expulse a todos los dictadores", como ha ocurrido en Túnez y Egipto . Esas rebeliones callejeras tienen también consecuencias, como el éxodo de los pasados días de miles de tunecinos hacia la isla italiana de Lampedusa. "La inmensa mayoría serán repatriados", anuncia Malmström en una entrevista conjunta con los diarios Corriere della Sera, Financial Times, Le Monde y EL PAÍS.
Antes de devolverlos a su país habrá que convencer a las autoridades tunecinas de que los acojan. Para ello, la UE está analizando diversos paquetes de medidas de ayuda, financieras y de otro tipo, a corto, medio y largo plazo. "Europa tiene que hacer frente al desafío con una nueva estrategia para la zona", dice Malmström. "Tampoco teníamos soluciones previstas cuando cayó el muro de Berlín. Entonces se ofreció a los países del Este de Europa la integración. Ahora no hay tal solución".
Lo urgente es alentar al Gobierno de Túnez "a recibir a sus ciudadanos, lo que todavía no ha hecho". Según la comisaria, "el 100% son tunecinos" y "muy pocos han pedido asilo; la mayoría dicen que vienen en busca de trabajo", con lo que su suerte está echada: "La inmensa mayoría serán repatriados".
Las circunstancias de quienes reclamen asilo político serán estudiadas por expertos, y, en caso de que se les conceda, corresponderá a los otros países de la UE solidarizarse con Italia, si lo desean, y acoger a algunos de esos refugiados.
Más perentoria es otra solidaridad, la de dotar de medios suficientes a Frontex, agencia europea de control de fronteras, para que ayude a Italia a vigilar sus aguas meridionales. "Estamos preparados para lanzar en cuestión de días un nueva misión de Frontex, que incluirá aviones", adelanta Malmström. Los detalles y el alcance de la misión están por acordar con Roma, pero "España y Francia ya se han dicho dispuestas a participar". La misión será semejante a la que se lanzó con España en el norte de África, que redujo drásticamente el flujo de cayucos hacia las islas Canarias.
Además de servir para detectar nuevas salidas desde aguas tunecinas, Frontex y sus aviones tendrán carácter disuasorio: mostrar a los tunecinos que la Unión está vigilante.
El éxodo de hace una semana, que llevó a Italia a unas 5.700 personas, en buena parte hombres en la treintena, parece haberse cortado, si bien ayer todavía llegaron a Lampedusa 26 personas más.
"Tenemos que implicarnos con la gente y ayudar a estos embriones de democracia, porque la situación también puede evolucionar negativamente", apunta la comisaria. "Hay que ayudar con inversión, con comercio, con préstamos para infraestructuras, no solo físicas, sino infraestructuras democráticas que contribuyan a la estabilidad".
El qué, el cómo, el cuándo y el cuánto lo debatirán durante una cena mañana en Bruselas los ministros de Exteriores de la Unión, con vistas a hacer anuncios el lunes. Concluida la reunión formal del lunes, la Alta Representante, Catherine Ashton, volará a Egipto para entrevistarse el martes con las autoridades cairotas. Su visita de principios de esta semana a Túnez defraudó al Gobierno tunecino, que calificó de "ridícula" la cifra de 17 millones de euros de ayuda planteada por Ashton. Fuentes del Consejo Europeo atribuyen el incidente a "un malentendido". Ashton ofreció 17 millones de forma urgente para ayudar al proceso democratizador del país, dicen. La Alta Representante de Política Exterior de la Unión se propone reorientar los 258 comprometidos para el periodo 2011-2013 e incrementar el tope de créditos del Banco Europeo de Inversiones para la región, incluidos Túnez y Egipto.
La sueca Cecilia Malmström, comisaria de Interior de la UE, se dice "extremadamente feliz de que la juventud clame en la calle por libertad y democracia y expulse a todos los dictadores", como ha ocurrido en Túnez y Egipto . Esas rebeliones callejeras tienen también consecuencias, como el éxodo de los pasados días de miles de tunecinos hacia la isla italiana de Lampedusa. "La inmensa mayoría serán repatriados", anuncia Malmström en una entrevista conjunta con los diarios Corriere della Sera, Financial Times, Le Monde y EL PAÍS.
Antes de devolverlos a su país habrá que convencer a las autoridades tunecinas de que los acojan. Para ello, la UE está analizando diversos paquetes de medidas de ayuda, financieras y de otro tipo, a corto, medio y largo plazo. "Europa tiene que hacer frente al desafío con una nueva estrategia para la zona", dice Malmström. "Tampoco teníamos soluciones previstas cuando cayó el muro de Berlín. Entonces se ofreció a los países del Este de Europa la integración. Ahora no hay tal solución".
Lo urgente es alentar al Gobierno de Túnez "a recibir a sus ciudadanos, lo que todavía no ha hecho". Según la comisaria, "el 100% son tunecinos" y "muy pocos han pedido asilo; la mayoría dicen que vienen en busca de trabajo", con lo que su suerte está echada: "La inmensa mayoría serán repatriados".
Las circunstancias de quienes reclamen asilo político serán estudiadas por expertos, y, en caso de que se les conceda, corresponderá a los otros países de la UE solidarizarse con Italia, si lo desean, y acoger a algunos de esos refugiados.
Más perentoria es otra solidaridad, la de dotar de medios suficientes a Frontex, agencia europea de control de fronteras, para que ayude a Italia a vigilar sus aguas meridionales. "Estamos preparados para lanzar en cuestión de días un nueva misión de Frontex, que incluirá aviones", adelanta Malmström. Los detalles y el alcance de la misión están por acordar con Roma, pero "España y Francia ya se han dicho dispuestas a participar". La misión será semejante a la que se lanzó con España en el norte de África, que redujo drásticamente el flujo de cayucos hacia las islas Canarias.
Además de servir para detectar nuevas salidas desde aguas tunecinas, Frontex y sus aviones tendrán carácter disuasorio: mostrar a los tunecinos que la Unión está vigilante.
El éxodo de hace una semana, que llevó a Italia a unas 5.700 personas, en buena parte hombres en la treintena, parece haberse cortado, si bien ayer todavía llegaron a Lampedusa 26 personas más.
"Tenemos que implicarnos con la gente y ayudar a estos embriones de democracia, porque la situación también puede evolucionar negativamente", apunta la comisaria. "Hay que ayudar con inversión, con comercio, con préstamos para infraestructuras, no solo físicas, sino infraestructuras democráticas que contribuyan a la estabilidad".
El qué, el cómo, el cuándo y el cuánto lo debatirán durante una cena mañana en Bruselas los ministros de Exteriores de la Unión, con vistas a hacer anuncios el lunes. Concluida la reunión formal del lunes, la Alta Representante, Catherine Ashton, volará a Egipto para entrevistarse el martes con las autoridades cairotas. Su visita de principios de esta semana a Túnez defraudó al Gobierno tunecino, que calificó de "ridícula" la cifra de 17 millones de euros de ayuda planteada por Ashton. Fuentes del Consejo Europeo atribuyen el incidente a "un malentendido". Ashton ofreció 17 millones de forma urgente para ayudar al proceso democratizador del país, dicen. La Alta Representante de Política Exterior de la Unión se propone reorientar los 258 comprometidos para el periodo 2011-2013 e incrementar el tope de créditos del Banco Europeo de Inversiones para la región, incluidos Túnez y Egipto.