La insurrección contra Kadhafi controla el este de Libia
Trípoli, Agencias
El líder libio Muamar Kadhafi se hallaba asediado este miércoles por una rebelión que controlaba el este del país y por la presión internacional para que se abstenga de desencadenar un nuevo baño de sangre para salvar a su régimen.
La insurrección parecía sólidamente implantada en Cirenaica, una región que representa aproximadamente un tercio de Libia y dispone de abundantes recursos petroleros, indicaron periodistas de la AFP y habitantes del lugar.
Los reporteros de la AFP avistaron a rebeldes armados y a soldados que se sumaron a la causa de los insurgentes en la carretera que va de la frontera egipcia a Tobruk (a 150 km al oeste).
"Cirenaica no está más bajo el control del gobierno libio y hay enfrentamientos y violencia en todo el país", sintetizó en Roma el canciller italiano, Franco Frattini.
Aisha, hija del dirigente libio Muamar Kadhafi, desmintió la noche del miércoles en la televisión estatal las informaciones difundidas por televisiones árabes según las cuales había abandonado el país.
Las Naciones Unidas pusieron fin a la función de embajadora de buena voluntad de Aisha Kadhafi por los acontecimientos trágicos en Libia, había indicado este miércoles un portavoz.
El presidente estadounidense Barack Obama declaró este miércoles que la represión armada y el baño de sangre en curso en Libia son "escandalosos" y señaló que los responsables de la violencia deben ser "responsabilizados" por sus actos.
En sus primeras declaraciones televisadas sobre la crisis libia, Obama dijo además que enviará a la secretaria de Estado Hillary Clinton a Ginebra para una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y dialogar con los cancilleres de países aliados.
"El sufrimiento y el baño de sangre es escandaloso e inaceptable", dijo Obama desde la Casa Blanca.
"Y también lo son las amenazas y órdenes de disparar a manifestantes pacíficos y seguir castigando al pueblo de Libia. Esos actos violan las normas internacionales y todos los estándares de la decencia común. Esta violencia debe terminar", agregó.
La represión del levantamiento popular dejó 640 muertos desde su inicio el 15 de febrero, según datos divulgados en París por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
El balance gubernamental de víctimas era el martes de 300 muertos, 111 de ellos militares.
Todas esas cifras podrían verse sin embargo superadas rápidamente si Kadhafi, de 68 años, en el poder desde 1969, cumple su promesa de "luchar hasta la muerte".
El "Guía de la revolución" ordenó el martes aplastar la rebelión y llamó a sus seguidores a salir este miércoles a las calles para expresarle su apoyo y "capturar a las ratas" que buscan derribar a la "Jamahiriya" (república de masas) Árabe Popular y Socialista.
Esa convocatoria fue acatada por unas pocas decenas de manifestantes en Trípoli.
Estados Unidos considera "toda una gama de medidas", incluidas sanciones unilaterales y multilaterales, en respuesta a la represión libia, indicó el portavoz del Departamento de Estado.
También la Unión Europea (UE) se movilizaba para decidir eventuales sanciones.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó los ataques contra civiles en Libia y llamó a que la comunidad internacional actúe de manera concertada para asegurar una transición "rápida y pacífica" en ese país.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, acusó a "políticos y medios" de Estados Unidos de "incitar a la violencia" en Libia. El líder cubano Fidel Castro había asegurado el martes que Estados Unidos "no vacilaría en dar a la OTAN la orden de invadir ese rico país".
El Gobierno ecuatoriano se dijo preocupado por la represión de las manifestaciones en Libia e hizo votos para que se respete la vida de los civiles, según un comunicado de la Cancillería.
La insurrección en Libia, país miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), está teniendo fuerte impacto en el precio del crudo.
El barril de Brent superó el miércoles los 110 dólares en Londres, un máximo desde septiembre de 2008, y el WTI alcanzó en Nueva York los 100 dólares York por primera vez desde inicios de 2008.
Un desertor del régimen, Mustafá Abdeljalil, que renunció a su cargo de ministro de Justicia, dijo este miércoles tener "la prueba de que Kadhafi dio la orden" de atentar en 1998 contra un avión de la Pan Am sobre Lockerbie, en Escocia, que causó 270 muertos.
La crisis libia podría desencadenar un éxodo de proporciones bíblicas, advirtió el ministro italiano de Exteriores.
La Media Luna Roja (equivalente de la Cruz Roja) alertó igualmente del "riesgo catastrófico" de éxodo masivo de libios a Túnez, adonde ya llegaron por vía terrestre 5.700 tunecinos residentes en Libia y libios que huían de su país.
La revuelta en Libia estuvo inspirada en las que en las últimas semanas derrocaron a los regímenes autoritarios de Túnez y Egipto, en una inédita ola de protestas en los países árabes.
El líder libio Muamar Kadhafi se hallaba asediado este miércoles por una rebelión que controlaba el este del país y por la presión internacional para que se abstenga de desencadenar un nuevo baño de sangre para salvar a su régimen.
La insurrección parecía sólidamente implantada en Cirenaica, una región que representa aproximadamente un tercio de Libia y dispone de abundantes recursos petroleros, indicaron periodistas de la AFP y habitantes del lugar.
Los reporteros de la AFP avistaron a rebeldes armados y a soldados que se sumaron a la causa de los insurgentes en la carretera que va de la frontera egipcia a Tobruk (a 150 km al oeste).
"Cirenaica no está más bajo el control del gobierno libio y hay enfrentamientos y violencia en todo el país", sintetizó en Roma el canciller italiano, Franco Frattini.
Aisha, hija del dirigente libio Muamar Kadhafi, desmintió la noche del miércoles en la televisión estatal las informaciones difundidas por televisiones árabes según las cuales había abandonado el país.
Las Naciones Unidas pusieron fin a la función de embajadora de buena voluntad de Aisha Kadhafi por los acontecimientos trágicos en Libia, había indicado este miércoles un portavoz.
El presidente estadounidense Barack Obama declaró este miércoles que la represión armada y el baño de sangre en curso en Libia son "escandalosos" y señaló que los responsables de la violencia deben ser "responsabilizados" por sus actos.
En sus primeras declaraciones televisadas sobre la crisis libia, Obama dijo además que enviará a la secretaria de Estado Hillary Clinton a Ginebra para una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y dialogar con los cancilleres de países aliados.
"El sufrimiento y el baño de sangre es escandaloso e inaceptable", dijo Obama desde la Casa Blanca.
"Y también lo son las amenazas y órdenes de disparar a manifestantes pacíficos y seguir castigando al pueblo de Libia. Esos actos violan las normas internacionales y todos los estándares de la decencia común. Esta violencia debe terminar", agregó.
La represión del levantamiento popular dejó 640 muertos desde su inicio el 15 de febrero, según datos divulgados en París por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
El balance gubernamental de víctimas era el martes de 300 muertos, 111 de ellos militares.
Todas esas cifras podrían verse sin embargo superadas rápidamente si Kadhafi, de 68 años, en el poder desde 1969, cumple su promesa de "luchar hasta la muerte".
El "Guía de la revolución" ordenó el martes aplastar la rebelión y llamó a sus seguidores a salir este miércoles a las calles para expresarle su apoyo y "capturar a las ratas" que buscan derribar a la "Jamahiriya" (república de masas) Árabe Popular y Socialista.
Esa convocatoria fue acatada por unas pocas decenas de manifestantes en Trípoli.
Estados Unidos considera "toda una gama de medidas", incluidas sanciones unilaterales y multilaterales, en respuesta a la represión libia, indicó el portavoz del Departamento de Estado.
También la Unión Europea (UE) se movilizaba para decidir eventuales sanciones.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó los ataques contra civiles en Libia y llamó a que la comunidad internacional actúe de manera concertada para asegurar una transición "rápida y pacífica" en ese país.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, acusó a "políticos y medios" de Estados Unidos de "incitar a la violencia" en Libia. El líder cubano Fidel Castro había asegurado el martes que Estados Unidos "no vacilaría en dar a la OTAN la orden de invadir ese rico país".
El Gobierno ecuatoriano se dijo preocupado por la represión de las manifestaciones en Libia e hizo votos para que se respete la vida de los civiles, según un comunicado de la Cancillería.
La insurrección en Libia, país miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), está teniendo fuerte impacto en el precio del crudo.
El barril de Brent superó el miércoles los 110 dólares en Londres, un máximo desde septiembre de 2008, y el WTI alcanzó en Nueva York los 100 dólares York por primera vez desde inicios de 2008.
Un desertor del régimen, Mustafá Abdeljalil, que renunció a su cargo de ministro de Justicia, dijo este miércoles tener "la prueba de que Kadhafi dio la orden" de atentar en 1998 contra un avión de la Pan Am sobre Lockerbie, en Escocia, que causó 270 muertos.
La crisis libia podría desencadenar un éxodo de proporciones bíblicas, advirtió el ministro italiano de Exteriores.
La Media Luna Roja (equivalente de la Cruz Roja) alertó igualmente del "riesgo catastrófico" de éxodo masivo de libios a Túnez, adonde ya llegaron por vía terrestre 5.700 tunecinos residentes en Libia y libios que huían de su país.
La revuelta en Libia estuvo inspirada en las que en las últimas semanas derrocaron a los regímenes autoritarios de Túnez y Egipto, en una inédita ola de protestas en los países árabes.