Juventus cayó en casa ante Bologna, que no ganaba en Turín desde hace 31 años


Roma, Espn
Bologna, 31 años luego de su último triunfo en Turín, expugnó el Olímpico y le ganó a Juventus por 2 a 0, con dos goles de Marco Di Vaio.

De esta manera, los bianconeri se quedaron con 41 puntos y siguen ocupando la séptima posición de la tabla, pero podrían ser rebasados mañana por Palermo. Los rojoazules, por su parte, alcanzaron momentáneamente a Cagliari y Genoa sobre el noveno escalón de la clasificación, que comparten todos con 35 unidades.

Si bien Juventus hizo lo suyo y al momento de pasar en desventaja no merecía estar perdiendo, al final el triunfo visitante fue justo, porque si hubo un equipo que lució concentración y constancia ese fue Bologna.

En efecto, el primer tiempo fue bastante aburrido, porque los dos equipos jugaron dedicándole grande atención a la fase defensiva y se emplearon más en destruir el juego rival que en construir el proprio.

El trámite estuvo muy trabado en el medio y las ocasiones fueron bastante escasas, tanto que hubo que esperar 43 minutos para vivir una emoción, cuando Iaquinta estampó el balón sobre el poste en el desarrollo de un tiro de esquina.

La Vecchia Signora, claramente, necesitaba ganar este partido y su técnico metió dos cambios en esa dirección: uno, Toni por Iaquinta, fue obligado (problemas físicos del segundo) y no cambió tanto el equilibrio táctico.

El otro, Del Piero por Martínez, causó una diferencia enorme, porque de esa manera Matri se tiró sobre una franja, con Krasic en la otra y "Pinturicchio" en el medio en la misma línea, pasando a una formación muy ofensiva.

Sin embargo, los bianconeri no lograron cambiar las cosas y raramente lograron crear espacios y maniobras para poner en dificultad a la defensa rival.

Al revés, el equipo se desunió un poco, la pareja Marchisio-Felipe Melo se vio algo desorientada y, por culpa de un error de ambos, los locales metieron el 1 a 0: los dos volantes centrales se molestaron entre ellos y se dejaron robar el balón por Mutarelli, quien fue hábil en tocarla rápidamente por arriba de la defensa bianconera.

Por ahí se metió Di Vaio, quien controló muy bien de derecha y, mano a mano contra Storari, para salvarse de la increíble recuperación de Chiellini la tocó repentinamente con la punta del pie derecho, para dibujar un globito precioso que no le dejó chances al portero.

Lo que más sorprendió tras la ventaja visitante fue que la reacción juventina fue prácticamente inexistente: en efecto, aún que el conjunto local tuvo sus chances de gol, cada ocasión llegó con jugadas de pelota parada o por la insistencia de la maniobra bianconera, pero nunca se vio un cambio de ritmo y, sobre todo, Juventus nunca pudo arrinconar a Bologna.

Al contrario, los emilianos supieron salir a menudo de contra, cortaron con regularidad la trama de sus adversarios en la zona central y cerraron el encuentro a los veinte minutos, otra vez más por culpa de un error de Marchisio, quien regaló el balón en el medio, pero en esta ocasión sobre todo por culpa de la defensa.

Efectivamente, Di Vaio anotó su doblete personal porque pudo recibir en el área entre cinco rivales, para llevársela sobre el derecho y definir con un remate rasante sobre el primer palo, sin que nadie pudiera pararlo o, por lo menos, mandarlo hacia el fondo y no para el medio.

El match se murió ahí, porque los locales reaccionaron de la misma manera de como lo hicieron tras el 1 a 0, es decir sin levantar la intensidad y sin encontrar la manera de poner en dificultad a Bologna, que por su parte pudo administrar la ventaja serenamente y ganar este partido arriesgando el descuento solamente en dos ocasiones.

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