Italia teme la llegada masiva de inmigrantes de Libia
Roma, Agencias
El jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, convocó este martes a sus ministros para analizar la crisis libia, ante la amenaza de una llegada masiva de inmigrantes clandestinos y las repercusiones para la economía de Italia por el enorme volumen de negocios con su ex colonia.
En la reunión tenían previsto participar los ministros de Defensa, Exteriores, Interior, Desarrollo Económico, Trabajo y Empleo, así como varios secretarios de Estado.
"Se analizarán todos los aspectos de la crisis libia", explicó a AFP una fuente del Gobierno.
Italia, primer socio comercial de Libia, teme que "la situación se degenere con consecuencias para la estabilidad política y para la integridad territorial" de ese país del norte de África, sostiene la misma fuente.
Igualmente desmintió toda ayuda, "menos aún militar", que perjudique "a los manifestantes y a los civiles".
El jefe del Gobierno italiano y sus ministros examinarán sobre todo los aspectos económicos de la crisis así como "el efecto sobre los flujos migratorios", un problema no sólo para Italia sino también para Europa.
Las autoridades italianas temen una oleada de inmigrantes provenientes de esa zona, por lo que decidieron aumentar el nivel de alerta de sus bases militares y desplegar dos fragatas al sur de Sicilia, a 340 kilómetros de Libia.
Italia sufrió el lunes las repercusiones económicas del brote de violencia en Libia con una notable baja de la Bolsa de Milán, en particular de los títulos con intereses en ese país, entre ellos los de la empresa de petróleos ENI, de la constructora Impregilo y del banco Unicredit.
Este martes se iniciaba la repatriación en un avión militar de un centenar de los cerca de 1.500 ciudadanos italianos que residen en ese país, aunque no se conocen detalles de la operación.
"Un avión militar despegará en pocas horas, pero no sabemos aún dónde aterrizará. Depende de la situación", explicaron a AFP fuentes del ministerio de Defensa, que evalúan la posibilidad de evacuar personas de Benghazi, la ciudad más afectada por la violencia.
Por su parte, la compañía italiana Alitalia garantiza las habituales conexiones con Libia.
Una unidad de crisis, encargada de organizar la evacuación de los italianos, fue enviada como apoyo a la embajada.
La italiana ENI, primer productor extranjero de petróleo en Libia, empezó a evacuar ya a familiares y al personal no operativo, medida adoptada también por las firmas Finmeccanica y la constructora Impregilo.
El martes, 20 personas de la empresa Ravanelli, especializada en infraestructuras urbanas, salieron de Tobruk rumbo a Egipto.
Los lazos económicos entre Italia y Libia se reforzaron a partir del 2008 con la firma de un acuerdo histórico en el marco del cual Roma se comprometió a entregar cinco mil millones de dólares en 25 años como indemnización para cicatrizar las heridas del colonialismo.
El acuerdo permitió a Italia firmar numerosos contratos y beneficiarse de una lluvia de "petrodólares".
El jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, convocó este martes a sus ministros para analizar la crisis libia, ante la amenaza de una llegada masiva de inmigrantes clandestinos y las repercusiones para la economía de Italia por el enorme volumen de negocios con su ex colonia.
En la reunión tenían previsto participar los ministros de Defensa, Exteriores, Interior, Desarrollo Económico, Trabajo y Empleo, así como varios secretarios de Estado.
"Se analizarán todos los aspectos de la crisis libia", explicó a AFP una fuente del Gobierno.
Italia, primer socio comercial de Libia, teme que "la situación se degenere con consecuencias para la estabilidad política y para la integridad territorial" de ese país del norte de África, sostiene la misma fuente.
Igualmente desmintió toda ayuda, "menos aún militar", que perjudique "a los manifestantes y a los civiles".
El jefe del Gobierno italiano y sus ministros examinarán sobre todo los aspectos económicos de la crisis así como "el efecto sobre los flujos migratorios", un problema no sólo para Italia sino también para Europa.
Las autoridades italianas temen una oleada de inmigrantes provenientes de esa zona, por lo que decidieron aumentar el nivel de alerta de sus bases militares y desplegar dos fragatas al sur de Sicilia, a 340 kilómetros de Libia.
Italia sufrió el lunes las repercusiones económicas del brote de violencia en Libia con una notable baja de la Bolsa de Milán, en particular de los títulos con intereses en ese país, entre ellos los de la empresa de petróleos ENI, de la constructora Impregilo y del banco Unicredit.
Este martes se iniciaba la repatriación en un avión militar de un centenar de los cerca de 1.500 ciudadanos italianos que residen en ese país, aunque no se conocen detalles de la operación.
"Un avión militar despegará en pocas horas, pero no sabemos aún dónde aterrizará. Depende de la situación", explicaron a AFP fuentes del ministerio de Defensa, que evalúan la posibilidad de evacuar personas de Benghazi, la ciudad más afectada por la violencia.
Por su parte, la compañía italiana Alitalia garantiza las habituales conexiones con Libia.
Una unidad de crisis, encargada de organizar la evacuación de los italianos, fue enviada como apoyo a la embajada.
La italiana ENI, primer productor extranjero de petróleo en Libia, empezó a evacuar ya a familiares y al personal no operativo, medida adoptada también por las firmas Finmeccanica y la constructora Impregilo.
El martes, 20 personas de la empresa Ravanelli, especializada en infraestructuras urbanas, salieron de Tobruk rumbo a Egipto.
Los lazos económicos entre Italia y Libia se reforzaron a partir del 2008 con la firma de un acuerdo histórico en el marco del cual Roma se comprometió a entregar cinco mil millones de dólares en 25 años como indemnización para cicatrizar las heridas del colonialismo.
El acuerdo permitió a Italia firmar numerosos contratos y beneficiarse de una lluvia de "petrodólares".