En el final, Lanús encontró lo que buscó y venció a Arsenal
Buenos Aires, Agencias
Lanús doblegó a Arsenal 3-1 en un partido en el que el equipo de Gabriel Schurrer fue mucho más ambicioso y, aunque se durmió tras la apertura del marcador, tuvo un justo premio en el epílogo.
Diego Valeri, en su vuelta al fútbol argentino, puso en ventaja a su equipo a los 11 minutos de la segunda parte. Y era justo, porque el Granate había sido más en la parte inicial.
Pero poco a poco el local se quedó y le fue cediendo el protagonismo al conjunto de Sarandí, que, pese a no tener muchas ideas, alcanzó la igualdad con un golazo de tiro libre de Juan Pablo Caffa.
El empate parecía sellado, pero cuando ya se jugaba tiempo adicionado, el uruguayo Mario Regueiro, la figura del partido, y el ingresado Silvio Romero le dieron un merecido éxito a su equipo.
Lanús fue mucho más en la primera mitad, desnivelando principalmente por izquierda a través de Regueiro, quien fue una pesadilla para Cristian Alvarez.
El uruguayo ganó casi siempre por su flanco y generó las acciones más claras del segmento, en ocasiones a través de jugadas individuales y en otras combinando con Gonzalo Castillejos, también de buena labor, aunque poco certero a la hora de buscar el arco.
En el comienzo Regueiro quedó mano a mano con Cristian Campestrini, pero el arquero, seguro cuando debió intervenir, le achicó el ángulo y rechazó su disparo.
No fue la única del delantero, que a 10 del final tuvo la más clara cuando recibió de Castillejos y, solo ante Campestrini, remató de zurda apenas desviado.
Unos minutos más tarde, Castillejos, tras varios rebotes en el área, no pudo conectar bien el balón y su envio se fue junto al palo izquierdo.
Arsenal se defendió bien en su área, pero aportó poco en ataque. En el medio sólo tuvo claridad cuando la pelota pasó por los pies de Jorge Ortiz, autor de alguna contra que no inquietó a Mauricio Caranta.
La única clara que dispuso fue a los 10, cuando Matías Alustiza sacó un remate de fuera del área que se fue besando el poste derecho del arco granate.
Lanús siguió siendo más en el principio del segundo tiempo y cerca estuvo de pasar al frente a los 9 con un tiro libre de Valeri que Campestrini rechazó cuando se le metía en el ángulo izquierdo.
Y a los dos minutos el granate consiguió lo que venía buscando desde el inicio del partido con la receta que mejor resultado le había dado. Requeiro desbordó por izquierda y sacó un centro que Castillejos le bajó de cabeza a Valeri, y éste, también de cabeza, introdujo la pelota en el arco.
Recién entonces Arsenal se acordó de atacar y tuvo un poco más de profundidad con el ingreso de Luciano Leguizamón. Lanús se durmió y le regaló la pelota a Arsenal, que no tuvo demasiada claridad, pero de a poco se fue metiendo en campo ajeno y a siete del final igualó con un golazo de tiro libre de Caffa.
Y ante el desconcierto del equipo granate, estuvo cerca de ganarlo el equipo de Gustavo Alfaro, pero el remate de Mauro Obolo fue rechazado con lo justo por Paolo Goltz, que resucitó a su equipo.
Parecía que el partido terminaba empatado, pero Lanús tuvo personalidad y ya en tiempo de descuento pasó al frente nuevamente cuando Regueiro capitalizó un centro preciso del repatriado Mauro Camoranesi.
Y en el cierre Silvio Romero le puso cifras finales y un resultado lógico al partido al sacar provecho de una precisa asistencia del paraguayo Eduardo Ledesma.
Diego Valeri, en su vuelta al fútbol argentino, puso en ventaja a su equipo a los 11 minutos de la segunda parte. Y era justo, porque el Granate había sido más en la parte inicial.
Pero poco a poco el local se quedó y le fue cediendo el protagonismo al conjunto de Sarandí, que, pese a no tener muchas ideas, alcanzó la igualdad con un golazo de tiro libre de Juan Pablo Caffa.
El empate parecía sellado, pero cuando ya se jugaba tiempo adicionado, el uruguayo Mario Regueiro, la figura del partido, y el ingresado Silvio Romero le dieron un merecido éxito a su equipo.
Lanús fue mucho más en la primera mitad, desnivelando principalmente por izquierda a través de Regueiro, quien fue una pesadilla para Cristian Alvarez.
El uruguayo ganó casi siempre por su flanco y generó las acciones más claras del segmento, en ocasiones a través de jugadas individuales y en otras combinando con Gonzalo Castillejos, también de buena labor, aunque poco certero a la hora de buscar el arco.
En el comienzo Regueiro quedó mano a mano con Cristian Campestrini, pero el arquero, seguro cuando debió intervenir, le achicó el ángulo y rechazó su disparo.
No fue la única del delantero, que a 10 del final tuvo la más clara cuando recibió de Castillejos y, solo ante Campestrini, remató de zurda apenas desviado.
Unos minutos más tarde, Castillejos, tras varios rebotes en el área, no pudo conectar bien el balón y su envio se fue junto al palo izquierdo.
Arsenal se defendió bien en su área, pero aportó poco en ataque. En el medio sólo tuvo claridad cuando la pelota pasó por los pies de Jorge Ortiz, autor de alguna contra que no inquietó a Mauricio Caranta.
La única clara que dispuso fue a los 10, cuando Matías Alustiza sacó un remate de fuera del área que se fue besando el poste derecho del arco granate.
Lanús siguió siendo más en el principio del segundo tiempo y cerca estuvo de pasar al frente a los 9 con un tiro libre de Valeri que Campestrini rechazó cuando se le metía en el ángulo izquierdo.
Y a los dos minutos el granate consiguió lo que venía buscando desde el inicio del partido con la receta que mejor resultado le había dado. Requeiro desbordó por izquierda y sacó un centro que Castillejos le bajó de cabeza a Valeri, y éste, también de cabeza, introdujo la pelota en el arco.
Recién entonces Arsenal se acordó de atacar y tuvo un poco más de profundidad con el ingreso de Luciano Leguizamón. Lanús se durmió y le regaló la pelota a Arsenal, que no tuvo demasiada claridad, pero de a poco se fue metiendo en campo ajeno y a siete del final igualó con un golazo de tiro libre de Caffa.
Y ante el desconcierto del equipo granate, estuvo cerca de ganarlo el equipo de Gustavo Alfaro, pero el remate de Mauro Obolo fue rechazado con lo justo por Paolo Goltz, que resucitó a su equipo.
Parecía que el partido terminaba empatado, pero Lanús tuvo personalidad y ya en tiempo de descuento pasó al frente nuevamente cuando Regueiro capitalizó un centro preciso del repatriado Mauro Camoranesi.
Y en el cierre Silvio Romero le puso cifras finales y un resultado lógico al partido al sacar provecho de una precisa asistencia del paraguayo Eduardo Ledesma.
