El ingenio criollo de la droga boliviana usa chuño, losetas o alfajores para el tráfico
La Paz, Erbol
Las ideas son interminables. Los ovoides o los maletines son “tecnología” del pasado. Ahora, muchos bolivianos se ingenian para llevar droga al extranjero, aunque no con mucho éxito. En lo que va del año, las innovaciones alcanzaron alfajores, chuño, muebles y losetas para el transporte de estupefacientes.
Con 518,3 kilos de droga confiscados (media tonelada) y al menos seis detenidos, los casos de incautación y detención que implican a ciudadanos y droga bolivianos tuvieron entre enero y lo que comienza de febrero de 2011 una frecuencia preocupante, según reportes periodísticos en Bolivia y otros países.
Al terminar el mes de enero, el día 31, dos mujeres fueron detenidas en Chile, por intervención de la Aduana Nacional, cuyos funcionarios casi fueron sorprendidos por bolsas plásticas en las que las traficantes llevaban 202 “papas de chuño” en cuyo interior estaban mimetizados 2.020 ovoides envueltos en con una cinta café, que totalizaron 2,5 kilogramos.
Al otro lado del continente, en Barcelona (España), un boliviano fue detenido el 31 de enero en el aeropuerto de la ciudad en posesión de cinco kilos de cocaína mimetizados en alfajores. El hombre, de 50 años de edad, había llegado en un vuelo procedente de Bolivia y “los agentes, al comprobar su equipaje, descubrieron que en el mismo transportaba tres cajas de alfajores (dulces)” que resultaron contener el estupefaciente, informó la Guardia Civil.
Tres días antes, el 28, la Aduana Nacional de Chile confiscó 142 kilos de cocaína oculta en puertas y marcos de madera que tenían como destino Siria. La droga, procedente de Santa Cruz, había sido enviada por una banda de bolivianos para una empresa fantasma. Dos días antes, el 26 de enero, otros funcionarios aduaneros chilenos recuperaron de los narcotraficantes 168 kilos de cocaína en medio de madera boliviana.
Otro llamativo cargamento fue interceptado por la Policía de Nigeria, previo aviso del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA). Se trataba de 110 kilos de cocaína procedente de Bolivia, cuyo valor aproximado era de siete millones de dólares.
BBC informó que la droga estaba escondida en 25 paquetes de baldosas a bordo de un barco que se dirigía hacia Europa.
En operativos convencionales, el 25 de enero, otro boliviano fue interceptado con 88 ovoides de cocaína (cerca de dos kilos), 22 de los cuales llevaba en el estómago. Los destinos eran las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar.
Horas antes, en el hito fronterizo Pampa Cerritos, en la Región de Tarapacá, también en Chile, Carabineros arrestó a otro boliviano, TFC (de de 3 años), que transportaba en su vehículo 13 kilos de pasta base de cocaína envueltos en 14 paquetes. Había sido avistado antes desde un avión vigía c-52.
El 27 de enero, según El Mercurio, MLL (28), también otro boliviano, fue detenido cuando intentaba ingresar al kilómetro 1418 de la Ruta 5 Norte, que une Antofagasta con Iquique. Transportaba 68,894 kilogramos de cocaína base de cocaína y 5,75 kilogramos de clorhidrato de cocaína de alta pureza, en cuatro sacos con 73 paquetes enguinchados con cinta adhesiva.
El 19 de enero, la Policía de Macedonia detuvo a cuatro macedonios en posesión de 1,5 kilos de cocaína de alta calidad que habían recibido como encomienda desde Bolivia.
Al respecto, según un reporte de la agencia DPA, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) expresó su preocupación por la incidencia de casos de narcotraficantes bolivianos en el exterior.
En su informe anual de gestión, el presidente Evo Morales admitió que en los últimos años Bolivia se ha convertido en un país de tránsito de la droga peruana. Hace unos días, el Mandatario planteó a la comunidad internacional su adhesión por la despenalización del acullicu (masticado tradicional) de coca.
Las ideas son interminables. Los ovoides o los maletines son “tecnología” del pasado. Ahora, muchos bolivianos se ingenian para llevar droga al extranjero, aunque no con mucho éxito. En lo que va del año, las innovaciones alcanzaron alfajores, chuño, muebles y losetas para el transporte de estupefacientes.
Con 518,3 kilos de droga confiscados (media tonelada) y al menos seis detenidos, los casos de incautación y detención que implican a ciudadanos y droga bolivianos tuvieron entre enero y lo que comienza de febrero de 2011 una frecuencia preocupante, según reportes periodísticos en Bolivia y otros países.
Al terminar el mes de enero, el día 31, dos mujeres fueron detenidas en Chile, por intervención de la Aduana Nacional, cuyos funcionarios casi fueron sorprendidos por bolsas plásticas en las que las traficantes llevaban 202 “papas de chuño” en cuyo interior estaban mimetizados 2.020 ovoides envueltos en con una cinta café, que totalizaron 2,5 kilogramos.
Al otro lado del continente, en Barcelona (España), un boliviano fue detenido el 31 de enero en el aeropuerto de la ciudad en posesión de cinco kilos de cocaína mimetizados en alfajores. El hombre, de 50 años de edad, había llegado en un vuelo procedente de Bolivia y “los agentes, al comprobar su equipaje, descubrieron que en el mismo transportaba tres cajas de alfajores (dulces)” que resultaron contener el estupefaciente, informó la Guardia Civil.
Tres días antes, el 28, la Aduana Nacional de Chile confiscó 142 kilos de cocaína oculta en puertas y marcos de madera que tenían como destino Siria. La droga, procedente de Santa Cruz, había sido enviada por una banda de bolivianos para una empresa fantasma. Dos días antes, el 26 de enero, otros funcionarios aduaneros chilenos recuperaron de los narcotraficantes 168 kilos de cocaína en medio de madera boliviana.
Otro llamativo cargamento fue interceptado por la Policía de Nigeria, previo aviso del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA). Se trataba de 110 kilos de cocaína procedente de Bolivia, cuyo valor aproximado era de siete millones de dólares.
BBC informó que la droga estaba escondida en 25 paquetes de baldosas a bordo de un barco que se dirigía hacia Europa.
En operativos convencionales, el 25 de enero, otro boliviano fue interceptado con 88 ovoides de cocaína (cerca de dos kilos), 22 de los cuales llevaba en el estómago. Los destinos eran las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar.
Horas antes, en el hito fronterizo Pampa Cerritos, en la Región de Tarapacá, también en Chile, Carabineros arrestó a otro boliviano, TFC (de de 3 años), que transportaba en su vehículo 13 kilos de pasta base de cocaína envueltos en 14 paquetes. Había sido avistado antes desde un avión vigía c-52.
El 27 de enero, según El Mercurio, MLL (28), también otro boliviano, fue detenido cuando intentaba ingresar al kilómetro 1418 de la Ruta 5 Norte, que une Antofagasta con Iquique. Transportaba 68,894 kilogramos de cocaína base de cocaína y 5,75 kilogramos de clorhidrato de cocaína de alta pureza, en cuatro sacos con 73 paquetes enguinchados con cinta adhesiva.
El 19 de enero, la Policía de Macedonia detuvo a cuatro macedonios en posesión de 1,5 kilos de cocaína de alta calidad que habían recibido como encomienda desde Bolivia.
Al respecto, según un reporte de la agencia DPA, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) expresó su preocupación por la incidencia de casos de narcotraficantes bolivianos en el exterior.
En su informe anual de gestión, el presidente Evo Morales admitió que en los últimos años Bolivia se ha convertido en un país de tránsito de la droga peruana. Hace unos días, el Mandatario planteó a la comunidad internacional su adhesión por la despenalización del acullicu (masticado tradicional) de coca.