El Barça se encalla en Gijón
El conjunto azulgrana se dejó dos puntos y cortó su raccha de victorias ante un Sporting guerrero y bien plantado. Barral adelantó al Sporting y Villa puso el empate en el tramo final del partido.
Gijón, As
El Barcelona sacó a última hora un punto de su visita a El Molinón y rompió su racha de victorias consecutivas (16). Todo por culpa de un Sporting osado, titánico y con la lección bien aprendida. Y es que el equipo asturiano tuvo contra las cuerdas al Barcelona hasta el minuto 80, momento en el que Villa , otra vez más, batió a su ex equipo con una sutil vaselina. Antes, el Sporting logró adelantarse tras una gran jugada de Barral y maniató a su rival con una presión adelantada y asfixiante que llegó a desesperar a un Barcelona desorientado en la creación y algo desornado en la parte trasera. Ya en el segundo acto, el Barça reaccionó y llevó el control del partido pero Cuéllar también estaba inspirado y finalmente se tuvo que conformar con un punto que le deja a ocho puntos del Real Madrid , a la espera de lo que haga mañana ante el Espanyol.
En Gijón se comenzó a forjar un equipo de leyenda. Allí, hace tres años, un joven entrenador se sacudió las primeras críticas endosando un 1-6 al Sporting y desde entonces no ha parado de esculpir una obra majestuosa sustentada en la honestidad, diferenciada en la calidad y nutrida con títulos.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces y hoy Guardiola se pudo permitir el lujo de sacar un once con novedades. Esta vez no fue Preciado, fue Pep el que decidió sentar a jugadores clave como Abidal, Busquets y Pedro de cara al envite europeo ante el Arsenal en el Emirates. Con la Champions League ya encima, los futbolistas menos habituales tuvieron la oportunidad de mostrar su importancia y en El Molinón la gozaron Afellay y Mascherano.
Las rotaciones no trastocaron la filosofía del conjunto azulgrana. Toque, transiciones rápidas y continuos ofrecimientos que se reflejaron en una primera oportunidad de Iniesta . Pero el Sporting tenía ganas de guerra y la táctica estaba más que estudiada. Salió a morder lo más arriba posible, consiguiendo robar balones en posiciones comprometidas, con velocidad y un ritmo endiablado. Lo necesario para terminar de conectar con una grada generosa con su equipo desde el primer minuto. El aviso azulgrana no tardó en ser contrarestado por el Sporting con un lanzamiento lejano de De las Cuevas que salió rozando el larguero.
La valentía del Sporting desorientaba a un Barcelona agobiado por una presión más cercana de lo normal a su portería y con una celeridad vertiginosa a la contra. Viendo el ritmo asturiano, lo más correcto era dosificarse bien y Preciado lo repetía una y otra vez porque aguantar los noventa minutos iba a ser complicado. Mientras tanto había que buscar el descuido del rival para asestar el golpe. Y lo consiguió. 489 minutos después, el Barcelona volvió a recoger un balón de su red por culpa de Barral. La sorpresa saltó en El Molinón tras un auténtico golazo del gaditano que aprovechó una contra por su costado zurdo, dejó a atrás a Piqué y se internó en el área para cruzar el balón.
La fórmula 'Preciado' quedaba registrada. Un equipo acorazado, ordenado y generoso en las ayudas, empezando por un Barral omnipresente, tenía noqueado a un Barcelona desordenado en defensa y ahogado en la creación. Aún así Iniesta consiguió encontrar un resquicio a la media hora de juego pero su disparo lo repelió Cuéllar. Ante la guardia pretoriana, Guardiola mandó a Villa al puesto de delantero centro puro y Maxwell se comió solo el carril zurdo.
El descanso fue la mejor noticia para ambos equipos. El Barça debía replantear la estrategia de derribo y el Sporting se conformaba con tomar aire. Para mantener al Barça a raya los gijoneses iban a tener que dosificarse bien porque el segundo acto iba a ser más duro que la ascensión al Angliru.
La maquinaria azulgrana se pone en marcha
A Guardiola se le olvidó el encuentro ante el Arsenal y dio entrada a Pedro por Afellay, que tuvo una tarde gris. Con el canario en cancha, el juego del Barcelona se activó, ganó velocidad y únicamente necesitaba disparar a Cuéllar. Con la maquinaria en marcha, Messi fue el atrevido pero el meta emeritense también estaba inspirado. Parecía cuestión de tiempo ver el estoque azulgrana ante un Sporting con la lengua fuera y embotellado atrás.
Preciado no pareció sentirse incómodo ante pasito atrás y quitó a Novo y Miguel de las Cuevas para dar la oportunidad a Canella y Carmelo. Justo lo contrario buscó Guardiola con la entrada de Keita por Milito, que tampoco aprovechó la oportunidad hoy. Algunos ya se frotaban las manos cuando a falta de diez minutos veían como el Sporting aguantaba las embestidas de forma titánica, pero se dieron de bruces contra el 'querido' Villa. Aunque viendo las estadísticas del 'Guaje' ante sus paisanos pocos dirían que mantienen buen rollo porque el atacante ha hecho seis goles en seis partidos ante el Sporting. Y éste fue de bella factura, haciendo una sutil vaselina ante un Cuéllar que se quedó a media salida.
Los últimos diez minutos iban a ser de infarto. El Barça estaba obligado a buscar el tanto de la victoria y el Sporting quería aprovechar ese ímpetu en alguna contra. Por ello metió a Bilic pero la mejor oportunidad la tuvo Pedro en el 87 pero su lanzamiento, a puerta vacía, no vio puerta y el Barcelona se tuvo que conformar con un punto en su visita a El Molinón ante un Sporting que suma 23 puntos.
Sporting: Cuéllar, Sastre (Canella, m.59.), Botía, José Angel, Iván Hernández, André Castro, Diego Castro (Bilic, m.41), Nacho Novo (Carmelo, m.65), De las Cuevas, Nacho Cases y Barral.
FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Milito (Keita, min. 66), Maxwell; Mascherano, Xavi, Iniesta (Bojan, m.79); Afellay (Pedro, m.45), Messi y Villa.
Goles: 1-0, M.16: Barral. 1-1, M.79: Villa.
Árbitro: Miguel Ángel Pérez Lasa, del comité vasco. Mostró tarjeta amarillas a Cuellar, Jose Angel, Barral, Valdés, Xavi, Mascherano y Afellay y Pinto, en el banquillo azulgrana.
Incidencias: Más de 28.000 espectadores presenciaron el encuentro en El Molinón. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Landeira, padre del futbolista del filial Marcos Landeira. Al término del partido Villa el trofeo Quini, al máximo goleador de origen asturiano.
Gijón, As
El Barcelona sacó a última hora un punto de su visita a El Molinón y rompió su racha de victorias consecutivas (16). Todo por culpa de un Sporting osado, titánico y con la lección bien aprendida. Y es que el equipo asturiano tuvo contra las cuerdas al Barcelona hasta el minuto 80, momento en el que Villa , otra vez más, batió a su ex equipo con una sutil vaselina. Antes, el Sporting logró adelantarse tras una gran jugada de Barral y maniató a su rival con una presión adelantada y asfixiante que llegó a desesperar a un Barcelona desorientado en la creación y algo desornado en la parte trasera. Ya en el segundo acto, el Barça reaccionó y llevó el control del partido pero Cuéllar también estaba inspirado y finalmente se tuvo que conformar con un punto que le deja a ocho puntos del Real Madrid , a la espera de lo que haga mañana ante el Espanyol.
En Gijón se comenzó a forjar un equipo de leyenda. Allí, hace tres años, un joven entrenador se sacudió las primeras críticas endosando un 1-6 al Sporting y desde entonces no ha parado de esculpir una obra majestuosa sustentada en la honestidad, diferenciada en la calidad y nutrida con títulos.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces y hoy Guardiola se pudo permitir el lujo de sacar un once con novedades. Esta vez no fue Preciado, fue Pep el que decidió sentar a jugadores clave como Abidal, Busquets y Pedro de cara al envite europeo ante el Arsenal en el Emirates. Con la Champions League ya encima, los futbolistas menos habituales tuvieron la oportunidad de mostrar su importancia y en El Molinón la gozaron Afellay y Mascherano.
Las rotaciones no trastocaron la filosofía del conjunto azulgrana. Toque, transiciones rápidas y continuos ofrecimientos que se reflejaron en una primera oportunidad de Iniesta . Pero el Sporting tenía ganas de guerra y la táctica estaba más que estudiada. Salió a morder lo más arriba posible, consiguiendo robar balones en posiciones comprometidas, con velocidad y un ritmo endiablado. Lo necesario para terminar de conectar con una grada generosa con su equipo desde el primer minuto. El aviso azulgrana no tardó en ser contrarestado por el Sporting con un lanzamiento lejano de De las Cuevas que salió rozando el larguero.
La valentía del Sporting desorientaba a un Barcelona agobiado por una presión más cercana de lo normal a su portería y con una celeridad vertiginosa a la contra. Viendo el ritmo asturiano, lo más correcto era dosificarse bien y Preciado lo repetía una y otra vez porque aguantar los noventa minutos iba a ser complicado. Mientras tanto había que buscar el descuido del rival para asestar el golpe. Y lo consiguió. 489 minutos después, el Barcelona volvió a recoger un balón de su red por culpa de Barral. La sorpresa saltó en El Molinón tras un auténtico golazo del gaditano que aprovechó una contra por su costado zurdo, dejó a atrás a Piqué y se internó en el área para cruzar el balón.
La fórmula 'Preciado' quedaba registrada. Un equipo acorazado, ordenado y generoso en las ayudas, empezando por un Barral omnipresente, tenía noqueado a un Barcelona desordenado en defensa y ahogado en la creación. Aún así Iniesta consiguió encontrar un resquicio a la media hora de juego pero su disparo lo repelió Cuéllar. Ante la guardia pretoriana, Guardiola mandó a Villa al puesto de delantero centro puro y Maxwell se comió solo el carril zurdo.
El descanso fue la mejor noticia para ambos equipos. El Barça debía replantear la estrategia de derribo y el Sporting se conformaba con tomar aire. Para mantener al Barça a raya los gijoneses iban a tener que dosificarse bien porque el segundo acto iba a ser más duro que la ascensión al Angliru.
La maquinaria azulgrana se pone en marcha
A Guardiola se le olvidó el encuentro ante el Arsenal y dio entrada a Pedro por Afellay, que tuvo una tarde gris. Con el canario en cancha, el juego del Barcelona se activó, ganó velocidad y únicamente necesitaba disparar a Cuéllar. Con la maquinaria en marcha, Messi fue el atrevido pero el meta emeritense también estaba inspirado. Parecía cuestión de tiempo ver el estoque azulgrana ante un Sporting con la lengua fuera y embotellado atrás.
Preciado no pareció sentirse incómodo ante pasito atrás y quitó a Novo y Miguel de las Cuevas para dar la oportunidad a Canella y Carmelo. Justo lo contrario buscó Guardiola con la entrada de Keita por Milito, que tampoco aprovechó la oportunidad hoy. Algunos ya se frotaban las manos cuando a falta de diez minutos veían como el Sporting aguantaba las embestidas de forma titánica, pero se dieron de bruces contra el 'querido' Villa. Aunque viendo las estadísticas del 'Guaje' ante sus paisanos pocos dirían que mantienen buen rollo porque el atacante ha hecho seis goles en seis partidos ante el Sporting. Y éste fue de bella factura, haciendo una sutil vaselina ante un Cuéllar que se quedó a media salida.
Los últimos diez minutos iban a ser de infarto. El Barça estaba obligado a buscar el tanto de la victoria y el Sporting quería aprovechar ese ímpetu en alguna contra. Por ello metió a Bilic pero la mejor oportunidad la tuvo Pedro en el 87 pero su lanzamiento, a puerta vacía, no vio puerta y el Barcelona se tuvo que conformar con un punto en su visita a El Molinón ante un Sporting que suma 23 puntos.
Sporting: Cuéllar, Sastre (Canella, m.59.), Botía, José Angel, Iván Hernández, André Castro, Diego Castro (Bilic, m.41), Nacho Novo (Carmelo, m.65), De las Cuevas, Nacho Cases y Barral.
FC Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Milito (Keita, min. 66), Maxwell; Mascherano, Xavi, Iniesta (Bojan, m.79); Afellay (Pedro, m.45), Messi y Villa.
Goles: 1-0, M.16: Barral. 1-1, M.79: Villa.
Árbitro: Miguel Ángel Pérez Lasa, del comité vasco. Mostró tarjeta amarillas a Cuellar, Jose Angel, Barral, Valdés, Xavi, Mascherano y Afellay y Pinto, en el banquillo azulgrana.
Incidencias: Más de 28.000 espectadores presenciaron el encuentro en El Molinón. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Landeira, padre del futbolista del filial Marcos Landeira. Al término del partido Villa el trofeo Quini, al máximo goleador de origen asturiano.