Boca y River languidecen debido a la mala gestión
Los dos grandes del fútbol argentino viven la crisis futbolística más aguda de los últimos 10 años. Las malas gestiones de los directivos han corroído su pasado glorioso.
La histeria y las prisas con las que Boca planificó su 2011 se reflejaron en el cachetazo que sufrió el equipo de Julio César Falcioni en su estreno ante Godoy Cruz. Sin embargo, el equipo más popular de la Argentina está en crisis desde fines del 2009. En aquellos días, las polémicas y los malos resultados se cobraron en un mes a los dos entrenadores más exitosos del club desde 1998 (Carlos Bianchi, nueve títulos, y Basile, cinco) y desde entonces se acentuó una degradación que llevó al equipo al actual naufragio futbolístico. La apuesta de Bianchi como mánager protector resultó cara. Y las dudas del presidente Jorge Amor Ameal, quien asumió en noviembre de 2008 tras la muerte de Pedro Pompilio por un ataque cardíaco, zambulló a Boca en la agonía. Para este Clausura contrató a un entrenador y a Erviti, Somoza y Rivero. Tres victorias y un empate en pretemporada no auguraban el 1-4 ante Godoy Cruz. El ruido del batacazo fue bestial.
En River es peor. En diciembre del 2009, al ser nombrado presidente, Daniel Passarella aseguró que "antes del torneo futbolístico está el campeonato económico". Deshilachado financieramente por la gestión de José María Aguilar, River lleva 14 meses sin éxitos futbolísticos y rozando el descenso. Este ha sido el mercado en el que menos se reforzó de la última década: Bordagaray, y a préstamo. Ortega se exilió en All Boys, con Carrizo lesionado, Buonanotte sentado en el banquillo por su bajo nivel y Pavone peleado con el gol, River está contra las cuerdas. Por ahora no reacciona. Comenzó el semestre con un aburrido 0 a 0 contra Tigre y no logra quitarse de encima el acoso de la zona baja de la tabla... Tras las malas gestiones, los resultados cumplen con el inefable ciclo de depredación.
La histeria y las prisas con las que Boca planificó su 2011 se reflejaron en el cachetazo que sufrió el equipo de Julio César Falcioni en su estreno ante Godoy Cruz. Sin embargo, el equipo más popular de la Argentina está en crisis desde fines del 2009. En aquellos días, las polémicas y los malos resultados se cobraron en un mes a los dos entrenadores más exitosos del club desde 1998 (Carlos Bianchi, nueve títulos, y Basile, cinco) y desde entonces se acentuó una degradación que llevó al equipo al actual naufragio futbolístico. La apuesta de Bianchi como mánager protector resultó cara. Y las dudas del presidente Jorge Amor Ameal, quien asumió en noviembre de 2008 tras la muerte de Pedro Pompilio por un ataque cardíaco, zambulló a Boca en la agonía. Para este Clausura contrató a un entrenador y a Erviti, Somoza y Rivero. Tres victorias y un empate en pretemporada no auguraban el 1-4 ante Godoy Cruz. El ruido del batacazo fue bestial.
En River es peor. En diciembre del 2009, al ser nombrado presidente, Daniel Passarella aseguró que "antes del torneo futbolístico está el campeonato económico". Deshilachado financieramente por la gestión de José María Aguilar, River lleva 14 meses sin éxitos futbolísticos y rozando el descenso. Este ha sido el mercado en el que menos se reforzó de la última década: Bordagaray, y a préstamo. Ortega se exilió en All Boys, con Carrizo lesionado, Buonanotte sentado en el banquillo por su bajo nivel y Pavone peleado con el gol, River está contra las cuerdas. Por ahora no reacciona. Comenzó el semestre con un aburrido 0 a 0 contra Tigre y no logra quitarse de encima el acoso de la zona baja de la tabla... Tras las malas gestiones, los resultados cumplen con el inefable ciclo de depredación.