Amores de ida y vuelta

En Hollywood abundan las traumáticas separaciones y los sonados reencuentros

Nueva York, El País
Ni siquiera los muñecos se libran de traumáticas separaciones y sonados reencuentros. En 2004 Mattel anunciaba que después de casi cinco décadas juntos, y tras conocerse en un plató de televisión en 1961, Ken y Barbie se separaban "porque necesitaban espacio para sí mismos". Hace apenas una semana, la empresa de juguetes más potente del planeta anunciaba que Ken, al que le han hecho un lavado de imagen, está dispuesto a recuperar a su chica. Según anuncia la firma, pronto las ciudades estadounidenses se llenarán de carteles que dispararán frases como estas: "Somos de plástico, pero nuestro amor es real" y "Barbie, eres la única muñeca para mí".

En el mundo de los famosos de carne y hueso, nadie osa hacer esas declaraciones aunque el amor vaya y venga sin reglas fijas. Muchas parejas se construyen con cimientos aparentemente sólidos y después se derrumban como castillos de naipes para volver a reconstruirse y más tarde sufrir nuevos terremotos sentimentales. También le ocurre a las parejas corrientes y entonces solo se enteran los amigos, pero los famosos no tienen el lujo de disfrutar de ese bien preciado llamado intimidad, y aunque nadie ponga carteles, sus amores y desamores alimentan las ventas de las revistas del corazón.

El caso de Jude Law y Sienna Miller ha sido el más reciente aunque hay muchos más. La pareja se enamoró en 2003 en el rodaje de Alfi. Fijaron hasta una fecha de boda, finales de 2004, pero poco antes la niñera de los hijos Law desveló que había tenido un tórrido lío con el actor, así que Miller rompió con él y pasaron meses separados. Después decidieron volverlo a intentar sin éxito y rompieron amistosamente en 2006. Hace dos años, cuando ambos estaban en Nueva York protagonizando diferentes obras de teatro, se supo que habían vuelto a reincidir y hasta se les fotografió juntos en Barbados, pero este mes su relación ha vuelto a romperse, como ellos mismos han confirmado a través de sus agentes.

Pero en la historia de los amores de ida y vuelta hay personajes que se llevan la palma, como Elizabeth Taylor. La actriz se casó ocho veces y dos de ellas con el actor Richard Burton, el hombre a quien más tiempo estuvo unida. Su primer matrimonio con él duró 10 años. Tras un agrio divorcio en junio de 1974, la pareja volvió a intercambiar anillos en 1975, aunque en esta ocasión la unión apenas duró siete meses. Curiosamente, en una entrevista publicada este mes en la revista Harper's Bazaar, la actriz, de 78 años, afirma que si Richard Burton estuviera vivo, "sería inevitable que estuviéramos casados, pero no es algo que se pueda discutir".

Otros sonados encuentros y desencuentros los han protagonizado Leonardo DiCaprio y la modelo Bar Rafaeli, que fueron pareja de 2004 a 2009, se separaron a mediados de ese año y volvieron a reincidir en 2010. El pasado enero estuvieron juntos en Hawai, así que parece que el romance sigue adelante. Por su parte, la cantante Pink y Carey Hart se casaron en 2006, se separaron en 2008 y se reconciliaron en 2009. Hoy acuden a un consejero sentimental para mantener a flote la relación. Otra pareja adicta a los encuentros y los desencuentros ha sido la de Megan Fox y Brian Austin Green.

Comenzaron su romance en 2004 en el plató de la serie Hope and Faith. Se comprometieron en 2006, pero en 2009 rompieron oficialmente el compromiso. A finales de ese año se volvieron a dejar ver juntos y finalmente, en julio de 2010, anunciaban su boda. Hoy siguen, aparentemente, felizmente casados. Entre las rupturas de viejo cuño están las de parejas como Sean Penn y Robin Wright. Su historia se remonta a 1989, cuando tras divorciarse de Madonna, Penn comenzó a salir con Robin. Su primer hijo nacía en 1991 y su segundo en 1993. En 1996 la pareja decidió casarse y estuvo unida hasta que a finales de 2007 presentaron los papeles de divorcio. Se arrepintieron, volvieron a liarse en mayo de 2008, pero no funcionó y Penn decidió solicitar nuevamente el divorcio en abril de 2009, aunque volvió a arrepentirse y a reconciliarse con su mujer un mes después. No obstante, en agosto del mismo año fue ella la que decidió separarse y en julio de 2010 se oficializaba su divorcio. Está claro que, además de ciego, el amor es caprichoso.

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