Afganistán y los retos euroatlánticos desplazan a Egipto de la cita de Múnich

Múnich, Agencias
El futuro de Afganistán y los próximos retos de seguridad regionales y globales euroatlánticos centraron hoy los trabajos de la última jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich, después de que los dos primeros días fueran copados por las protestas ciudadanas árabes en Egipto, Túnez y Yemen.

El ministro de Exteriores y vicecanciller alemán, Guido Westerwelle, abrió la sesión ofreciendo al presidente afgano, Hamid Karzai, el apoyo de Alemania después de 2014, la fecha prevista para la transferencia definitiva de poderes a las autoridades locales, pero exigió al líder afgano combatir "la corrupción y el nepotismo".

"Los aliados seguiremos teniendo una responsabilidad con Afganistán más allá" de ese año, juntos asumimos la responsabilidad y juntos nos iremos", sentenció Westerwelle, para quien "2011 debe ser el año de la política en detrimento de lo militar".

Westerwelle defendió que "no debe haber espacio para radicalismos" en Egipto y Afganistán y exigió en ambos casos "evitar presiones porque nosotros no decidimos los dirigentes".

En el turno de Karzai, éste comunicó que el próximo 21 de marzo anunciará la primera fase del plan del esperado traspaso de poderes a las autoridades afganas.

Karzai pidió más inversiones a sus aliados y a cambio prometió "una lucha firme a favor de la justicia universal, en contra de la corrupción y por una administración que funcione".

También recogió el guante lanzado previamente por Westerwelle y aseguró que "la corrupción, el nepotismo, Al Qaeda y los talibanes representan nuestros retos más serios".

En su alocución a los invitados a la reunión, Karzai afirmó que "se están dando grandes pasos" y que la situación de los ciudadanos afganos "ha mejorado, se puede comprobar sobre el terreno".

El líder afgano explicó a los presentes en Múnich que en el futuro "Afganistán será un estado que participará en la seguridad de la región" porque "las amenazas en mi país son las amenazas de todos".

"Queremos contribuir a la seguridad colectiva y al desarrollo económico", subrayó el político, quien aclaró que el papel de Rusia y China "son importantes" en el desarrollo futuro de Afganistán.

Antes de Karzai, la ministra francesa de Exteriores, Michèle Alliot-Marie, exigió una modernización de los sistemas defensivos europeos para los futuros retos de seguridad y aseguró que "el paraguas de Estados Unidos no es universal ni eterno".

"Europa debe prepararse para contribuir a la paz mundial", dijo la ministra, quien pidió a los Veintisiete una firme implicación en la nueva estructura de seguridad y defensa euroatlántica.

"Frente a la complejidad de las amenazas, ningún estado está protegido, ningún estado puede reaccionar solo", defendió Alliot-Marie.

La ministra admitió que la situación ha variado tras la crisis financiera internacional y la reducción de gran parte de los presupuestos en Defensa, pero advirtió que en la relación transatlántica "se supone que nosotros estamos preparados para contribuir en la misma medida" que Estados Unidos.

"Seamos claros, el riesgo de bajar de categoría estratégica es real", aseguró la ministra francesa, quien estableció como prioridad modernizar las capacidades de anticipación de la defensa europea, por lo que propuso renovar los satélites de reconocimiento.

En su última sesión, la Conferencia de Seguridad de Múnich dedicó un breve homenaje al diplomático recientemente desaparecido Richard Holbrooke, artífice junto a Carl Bildt de los Acuerdos Paz de Dayton (1995) en Bosnia y hasta su muerte (el 13 de diciembre de 2010) asesor especial del presidente de EEUU para Afganistán y Pakistán.

El acto postrero de la 47 Conferencia de Seguridad fue un debate sobre la OTAN y Afganistán donde los participantes defendieron "los grandes progresos" en el país y la necesidad de contar en el futuro con un diálogo transfronterizo con el vecino Pakistán, al tiempo que coincidieron en condenar la corrupción.

En el debate intervinieron Michèle Flournoy, vicesecretaria de Defensa de EEUU; el senador estadounidense Joseph Liebermann; el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski; el ex ministro afgano de Exteriores Rangin Dadfar Spanta; y el almirante James Stavridis, del comando supremo de la OTAN en Europa.

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