Wall Street estrena el 2011 colocándose en su nivel más alto en más de dos años
Nueva York, Agencias
El optimismo de los inversores hacia la evolución de la economía estadounidense permitió que la Bolsa de Nueva York estrenara hoy 2011 con una subida cercana al 1% en sus principales índices, lo que los colocó en niveles que no se habían visto desde hace más de dos años.
Así, el Dow Jones de Industriales subió en esta primer jornada bursátil del año un 0,81%, para situarse en 11.670,75 puntos, mientras que el S&P 500 ascendió un 1,13% y el Nasdaq un 1,46%.
Esos tres índices comenzaron la sesión con un decidido avance que los mantuvo con subidas en torno al 1% durante toda la sesión y que contrasta con la poca actividad y la ausencia de tendencias claras mostrada durante toda la semana anterior.
Esta determinación a empezar 2011 con buen pie se vio reforzada por la publicación por parte del Instituto de Gestión de Suministros (ISM) del índice manufacturero estadounidense correspondiente a diciembre.
Según sus datos, ese sector acumuló en diciembre 17 meses consecutivos de crecimiento y registró una ligera aceleración respecto al mes anterior, para romper así una tendencia hacia el estancamiento que había iniciado el pasado abril.
En diciembre, el índice del ISM para la manufactura estadounidense se situó en 57 puntos, desde los 56,6 del mes anterior.
También contribuyó a ese optimismo la noticia de que el gasto en construcción de Estados Unidos subió en noviembre a un ritmo anual del 0,4%, el nivel más alto de los últimos cinco meses y una cifra superior a la proyectada por el consenso de analistas.
Ese avance se vio favorecido en gran medida por una mayor inversión en proyectos públicos, que subió un 0,7%, hasta los 318.500 millones de dólares, el nivel más alto desde julio de 2009.
Con la subida de hoy, Wall Street da continuidad al avance del 11,02% logrado en 2010 y del 18,8% obtenido en 2009, y se afianza en niveles superiores a los abandonados con la crisis financiera y el desplome de Lehman Brothers, que desencadenó una caída bursátil del 33,8% en 2008.
También ascendieron decididamente en 2010 los otros dos principales indicadores de los mercados neoyorquinos, que subieron un 12,78% en el caso del selectivo S&P 500 y un 16,91% en el del índice compuesto del mercado Nasdaq.
Los inversores ven 2011 con optimismo, tal y como han vuelto a dejar patente hoy, ya que la mayor parte de los analistas coinciden en que será algo más alentador que 2010, ya que continuará el crecimiento económico en Estados Unidos, aunque a un ritmo lento.
Incluso en ese sentido se ha pronunciado el gurú de la economía Nouriel Roubini, reconocido por sus pesimistas pronósticos y a quien se atribuye haber predicho la pasada crisis económica.
Roubini aseguró recientemente que veía con ligero optimismo 2011, un año en el que afirma que Estados Unidos crecerá un 2,7% y en el que descarta la posibilidad de una recaída en la crisis a nivel global.
Más positivos son los analistas de Morgan Stanley, que pronostican que este año la primera potencia mundial crecerá un 4% gracias al plan de ampliar por dos años los recortes tributarios a todos los estadounidenses.
El optimismo mostrado hoy por los inversores permitió que tan sólo cuatro valores del Dow Jones registraran descensos, mientras que Bank of America lideró los avances en ese indicador.
El mayor banco del país por activos subió el 6,37% después de anunciar que reservará 5.000 millones de dólares en sus cuentas del cuarto trimestre de 2010 para atender los problemas que le está trayendo la comercialización por parte de Countrywide de deuda vinculada con hipotecas antes del estallido de la crisis.
Le siguió más de lejos JPMorgan Chase (2,73%) y el fabricante de aluminio Alcoa, que se apreció el 2,66% impulsado por la recomendación por parte de Deutsche Bank de comprar acciones de esta compañía, que previsiblemente en 2011 se beneficiará de un posible encarecimiento del aluminio.
En otros mercados, el oro cerró a 1,415 dólares por onza, el crudo de Texas subió el 0,18% y terminó a 91,55 dólares por barril, su precio más alto en dos años, el euro se cambiaba a 1,3353 dólares y la rentabilidad de la deuda a diez años subía al 3,33%.
El optimismo de los inversores hacia la evolución de la economía estadounidense permitió que la Bolsa de Nueva York estrenara hoy 2011 con una subida cercana al 1% en sus principales índices, lo que los colocó en niveles que no se habían visto desde hace más de dos años.
Así, el Dow Jones de Industriales subió en esta primer jornada bursátil del año un 0,81%, para situarse en 11.670,75 puntos, mientras que el S&P 500 ascendió un 1,13% y el Nasdaq un 1,46%.
Esos tres índices comenzaron la sesión con un decidido avance que los mantuvo con subidas en torno al 1% durante toda la sesión y que contrasta con la poca actividad y la ausencia de tendencias claras mostrada durante toda la semana anterior.
Esta determinación a empezar 2011 con buen pie se vio reforzada por la publicación por parte del Instituto de Gestión de Suministros (ISM) del índice manufacturero estadounidense correspondiente a diciembre.
Según sus datos, ese sector acumuló en diciembre 17 meses consecutivos de crecimiento y registró una ligera aceleración respecto al mes anterior, para romper así una tendencia hacia el estancamiento que había iniciado el pasado abril.
En diciembre, el índice del ISM para la manufactura estadounidense se situó en 57 puntos, desde los 56,6 del mes anterior.
También contribuyó a ese optimismo la noticia de que el gasto en construcción de Estados Unidos subió en noviembre a un ritmo anual del 0,4%, el nivel más alto de los últimos cinco meses y una cifra superior a la proyectada por el consenso de analistas.
Ese avance se vio favorecido en gran medida por una mayor inversión en proyectos públicos, que subió un 0,7%, hasta los 318.500 millones de dólares, el nivel más alto desde julio de 2009.
Con la subida de hoy, Wall Street da continuidad al avance del 11,02% logrado en 2010 y del 18,8% obtenido en 2009, y se afianza en niveles superiores a los abandonados con la crisis financiera y el desplome de Lehman Brothers, que desencadenó una caída bursátil del 33,8% en 2008.
También ascendieron decididamente en 2010 los otros dos principales indicadores de los mercados neoyorquinos, que subieron un 12,78% en el caso del selectivo S&P 500 y un 16,91% en el del índice compuesto del mercado Nasdaq.
Los inversores ven 2011 con optimismo, tal y como han vuelto a dejar patente hoy, ya que la mayor parte de los analistas coinciden en que será algo más alentador que 2010, ya que continuará el crecimiento económico en Estados Unidos, aunque a un ritmo lento.
Incluso en ese sentido se ha pronunciado el gurú de la economía Nouriel Roubini, reconocido por sus pesimistas pronósticos y a quien se atribuye haber predicho la pasada crisis económica.
Roubini aseguró recientemente que veía con ligero optimismo 2011, un año en el que afirma que Estados Unidos crecerá un 2,7% y en el que descarta la posibilidad de una recaída en la crisis a nivel global.
Más positivos son los analistas de Morgan Stanley, que pronostican que este año la primera potencia mundial crecerá un 4% gracias al plan de ampliar por dos años los recortes tributarios a todos los estadounidenses.
El optimismo mostrado hoy por los inversores permitió que tan sólo cuatro valores del Dow Jones registraran descensos, mientras que Bank of America lideró los avances en ese indicador.
El mayor banco del país por activos subió el 6,37% después de anunciar que reservará 5.000 millones de dólares en sus cuentas del cuarto trimestre de 2010 para atender los problemas que le está trayendo la comercialización por parte de Countrywide de deuda vinculada con hipotecas antes del estallido de la crisis.
Le siguió más de lejos JPMorgan Chase (2,73%) y el fabricante de aluminio Alcoa, que se apreció el 2,66% impulsado por la recomendación por parte de Deutsche Bank de comprar acciones de esta compañía, que previsiblemente en 2011 se beneficiará de un posible encarecimiento del aluminio.
En otros mercados, el oro cerró a 1,415 dólares por onza, el crudo de Texas subió el 0,18% y terminó a 91,55 dólares por barril, su precio más alto en dos años, el euro se cambiaba a 1,3353 dólares y la rentabilidad de la deuda a diez años subía al 3,33%.