Un atentado suicida contra un centro de reclutamiento deja sesenta muertos en Irak
Bagdad, Agencias
Al menos 60 personas murieron hoy y otras 150 resultaron heridas en el atentado más sangriento ocurrido en Irak en lo que va de año, perpetrado por un suicida contra un centro de reclutamiento de la Policía iraquí en la ciudad de Tikrit.
Según fuentes de la Policía, el suicida detonó la carga de explosivos que llevaba adosada al cuerpo dentro del edificio donde se congregaban numerosos voluntarios para ingresar en el cuerpo de seguridad.
Las víctimas se encontraban realizando los trámites para conseguir su ingreso en el cuerpo de la Policía.
Tras el ataque, las fuerzas de seguridad iraquíes se dirigieron al lugar de la explosión, en la plaza de Al Ehtifalat, en el norte de Tikrit, para facilitar el traslado de las víctimas a los hospitales de la ciudad.
Las calles que conducen al centro de reclutamiento han sido cerradas, indicaron las fuentes, que añadieron que hasta el momento ningún grupo ha asumido la autoría del atentado.
El Gobierno provincial de Salahadin, cuya capital es Tikrit, ha condenado lo ocurrido tras una reunión de urgencia y ha anunciado la formación de una comisión que deberá elaborar un informe en los próximos tres días.
Asimismo, el Gobierno regional ha encargado a dicha comisión que defina las medidas necesarias para evitar que se repita este tipo de sucesos.
El Ejecutivo local ha solicitado también al Gobierno que se considere a las víctimas mortales (cuyo número podría aumentar, según fuentes del Hospital general de Tikrit) como mártires y que sus familias reciban las indemnizaciones de acuerdo con esta designación.
Este tipo de centros de reclutamientos ya han sido blanco de atentados en distintos puntos del país en varias ocasiones.
En agosto del año pasado, medio centenar de reclutas del Ejército murieron en un ataque similar contra un centro de alistamiento en Bagdad.
En aquel momento, las autoridades iraquíes aseguraron que las precarias medidas de seguridad en torno al edificio habían facilitado el atentado.
En esta ocasión el ataque se produce al día siguiente de que el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, asegurara que el país ya tiene experiencia en la lucha antiterrorista y ofreciera ayuda a países donde la red Al Qaeda planee lanzar ataques.
Además de ser el más sangriento del año, el atentado de hoy es el más grave desde que el pasado 21 de diciembre el Parlamento iraquí ratificó el nuevo Gobierno de Al Maliki, lo que dio por cerrado un vacío de poder que se prolongaba desde las elecciones del 7 de marzo pasado.
Sin embargo, el nuevo Ejecutivo no cuenta aún con los ministros de Defensa e Interior, cargos que ocupa temporalmente Al Maliki, debido a la falta de acuerdo entre los distintos grupos políticos.
Este vacío es considerado por algunos responsables iraquíes, entre ellos el jefe de las operaciones de seguridad de la provincia de Bagdad, Mohamed Kazem, como la principal causa de un rebrote de violencia en el país, donde se han registrado los menores índices de violencia desde la ocupación en 2003.
El número de civiles muertos en Irak durante 2010 fue de 3.976, según un informe de la ONG especializada en este tema, organización Número de Víctimas en Irak (IBC, en inglés), frente a los 4.680 civiles que fallecieron en 2009.
Al menos 60 personas murieron hoy y otras 150 resultaron heridas en el atentado más sangriento ocurrido en Irak en lo que va de año, perpetrado por un suicida contra un centro de reclutamiento de la Policía iraquí en la ciudad de Tikrit.
Según fuentes de la Policía, el suicida detonó la carga de explosivos que llevaba adosada al cuerpo dentro del edificio donde se congregaban numerosos voluntarios para ingresar en el cuerpo de seguridad.
Las víctimas se encontraban realizando los trámites para conseguir su ingreso en el cuerpo de la Policía.
Tras el ataque, las fuerzas de seguridad iraquíes se dirigieron al lugar de la explosión, en la plaza de Al Ehtifalat, en el norte de Tikrit, para facilitar el traslado de las víctimas a los hospitales de la ciudad.
Las calles que conducen al centro de reclutamiento han sido cerradas, indicaron las fuentes, que añadieron que hasta el momento ningún grupo ha asumido la autoría del atentado.
El Gobierno provincial de Salahadin, cuya capital es Tikrit, ha condenado lo ocurrido tras una reunión de urgencia y ha anunciado la formación de una comisión que deberá elaborar un informe en los próximos tres días.
Asimismo, el Gobierno regional ha encargado a dicha comisión que defina las medidas necesarias para evitar que se repita este tipo de sucesos.
El Ejecutivo local ha solicitado también al Gobierno que se considere a las víctimas mortales (cuyo número podría aumentar, según fuentes del Hospital general de Tikrit) como mártires y que sus familias reciban las indemnizaciones de acuerdo con esta designación.
Este tipo de centros de reclutamientos ya han sido blanco de atentados en distintos puntos del país en varias ocasiones.
En agosto del año pasado, medio centenar de reclutas del Ejército murieron en un ataque similar contra un centro de alistamiento en Bagdad.
En aquel momento, las autoridades iraquíes aseguraron que las precarias medidas de seguridad en torno al edificio habían facilitado el atentado.
En esta ocasión el ataque se produce al día siguiente de que el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, asegurara que el país ya tiene experiencia en la lucha antiterrorista y ofreciera ayuda a países donde la red Al Qaeda planee lanzar ataques.
Además de ser el más sangriento del año, el atentado de hoy es el más grave desde que el pasado 21 de diciembre el Parlamento iraquí ratificó el nuevo Gobierno de Al Maliki, lo que dio por cerrado un vacío de poder que se prolongaba desde las elecciones del 7 de marzo pasado.
Sin embargo, el nuevo Ejecutivo no cuenta aún con los ministros de Defensa e Interior, cargos que ocupa temporalmente Al Maliki, debido a la falta de acuerdo entre los distintos grupos políticos.
Este vacío es considerado por algunos responsables iraquíes, entre ellos el jefe de las operaciones de seguridad de la provincia de Bagdad, Mohamed Kazem, como la principal causa de un rebrote de violencia en el país, donde se han registrado los menores índices de violencia desde la ocupación en 2003.
El número de civiles muertos en Irak durante 2010 fue de 3.976, según un informe de la ONG especializada en este tema, organización Número de Víctimas en Irak (IBC, en inglés), frente a los 4.680 civiles que fallecieron en 2009.