Toto Arévalo celebra 45 años de carrera con libro autobiográfico
Santa Cruz, El Deber
En 1967 relató su primer partido oficial. Fue en Santa Cruz, en un encuentro entre Blooming y Wilstermann. Alfonso Arévalo o Toto, como se lo conoce desde hace casi 45 años en los medios nacionales, aún recuerda que ganó la academia cruceña y que las cabinas del estadio no tenían vidrios por el sofocante calor. También evoca que en aquel partido se quedó hasta tarde y no sabía cómo volver a su hotel. Fue el jugador pandino Germán Benquique, del equipo celeste, que lo vio parado en la calle y lo acercó en su moto hasta el centro de la ciudad.
El miércoles, Arévalo cumplió 60 años y como señala, está terminando el primer tiempo de su carrera, convertido en uno de los periodistas deportivos más respetados de Bolivia. “Hay dos cosas fundamentales en mi vida: el deporte y el periodismo. Vivo para esas dos pasiones. El deporte es tan noble que une a las naciones y el periodismo es una aventura que vivo todos los días en búsqueda de la noticia para capturar la atención del oyente, el espectador y el lector”, añade.
Toto fue desde siempre Toto. Cuando era niño, su hermana no podía pronunciar su nombre y lo llamaba ‘atoto’, fue así que Alfonso adquirió ese apodo que lo acompaña hasta hoy, pues en sus primeras transmisiones su compañero se olvidaba de su nombre y lo llamaba por su apodo.
Arévalo estudió Derecho, porque, según explica, era lo más cercano a estudiar Periodismo, ya que en ese entonces no estaba disponible la carrera de Periodismo en Cochabamba, donde nació el 26 de enero de 1951.
Toto tenía claro desde los 12 años que quería ser periodista deportivo. Recuerda que un lunes, a la hora del acto cívico en la escuela, solicitó permiso para simular el relato de un partido de la selección nacional y todo el colegio lo escuchó, fue así que comenzó su historia.
Cuando tenía 17 años, un amigo lo llevó a una radio y sorprendió a los responsables porque conocía los antecedentes de los jugadores y estaba al tanto de las noticias del fútbol gracias a las revistas que ‘devoraba’.
En 1977, Televisión Boliviana estaba experimentando sus primeras emisiones y el periodista Eduardo Ascarrunz lo convenció para viajar a La Paz, desde entonces, Bolivia lo reconoce como un hombre ligado al deporte; pero no empezó con Deporte Total, sino con Videodeportes. Como no le gustaba el nombre, luego de una reunión en Uruguay con sus colegas, el paraguayo Carlos Alberto Gómez y el chileno Raúl Prado (ya desaparecidos los dos), pactó titular sus programas con el mismo nombre. Arévalo recuerda que fue Alberto el que sugirió Deporte Total y desde aquel día lo utiliza.
Éstos y otros muchos recuerdos están reunidos en La pasión de mi vida, el libro que Arévalo publicará dentro de 15 días. “A veces la memoria es muy frágil y hay historias que merecen ser contadas, y hay que ser oportuno al hacerlo”, justifica Arévalo.
Y es que Toto no sólo es un periodista deportivo que entrevista a famosos como Pelé y Maradona, o que tiene en su expediente la cobertura de nueve mundiales de fútbol y otros nueve Juegos Olímpicos, también es una auténtica leyenda de la televisión nacional con alrededor de 15.000 programas y la transmisión de partidos de fútbol desde hace 35 años para radio y TV.
Con tanta historia a cuesta, Arévalo hace una autocrítica a su gremio. “Hace falta más pasión por lo que se hace. Hoy es simplemente una profesión más, ha perdido el romanticismo de los viejos tiempos. Espero que las escuelas contribuyan no sólo a formar, sino también a despertar esa sensibilidad que hace del periodismo casi un arte”, afirma.
En 1967 relató su primer partido oficial. Fue en Santa Cruz, en un encuentro entre Blooming y Wilstermann. Alfonso Arévalo o Toto, como se lo conoce desde hace casi 45 años en los medios nacionales, aún recuerda que ganó la academia cruceña y que las cabinas del estadio no tenían vidrios por el sofocante calor. También evoca que en aquel partido se quedó hasta tarde y no sabía cómo volver a su hotel. Fue el jugador pandino Germán Benquique, del equipo celeste, que lo vio parado en la calle y lo acercó en su moto hasta el centro de la ciudad.
El miércoles, Arévalo cumplió 60 años y como señala, está terminando el primer tiempo de su carrera, convertido en uno de los periodistas deportivos más respetados de Bolivia. “Hay dos cosas fundamentales en mi vida: el deporte y el periodismo. Vivo para esas dos pasiones. El deporte es tan noble que une a las naciones y el periodismo es una aventura que vivo todos los días en búsqueda de la noticia para capturar la atención del oyente, el espectador y el lector”, añade.
Toto fue desde siempre Toto. Cuando era niño, su hermana no podía pronunciar su nombre y lo llamaba ‘atoto’, fue así que Alfonso adquirió ese apodo que lo acompaña hasta hoy, pues en sus primeras transmisiones su compañero se olvidaba de su nombre y lo llamaba por su apodo.
Arévalo estudió Derecho, porque, según explica, era lo más cercano a estudiar Periodismo, ya que en ese entonces no estaba disponible la carrera de Periodismo en Cochabamba, donde nació el 26 de enero de 1951.
Toto tenía claro desde los 12 años que quería ser periodista deportivo. Recuerda que un lunes, a la hora del acto cívico en la escuela, solicitó permiso para simular el relato de un partido de la selección nacional y todo el colegio lo escuchó, fue así que comenzó su historia.
Cuando tenía 17 años, un amigo lo llevó a una radio y sorprendió a los responsables porque conocía los antecedentes de los jugadores y estaba al tanto de las noticias del fútbol gracias a las revistas que ‘devoraba’.
En 1977, Televisión Boliviana estaba experimentando sus primeras emisiones y el periodista Eduardo Ascarrunz lo convenció para viajar a La Paz, desde entonces, Bolivia lo reconoce como un hombre ligado al deporte; pero no empezó con Deporte Total, sino con Videodeportes. Como no le gustaba el nombre, luego de una reunión en Uruguay con sus colegas, el paraguayo Carlos Alberto Gómez y el chileno Raúl Prado (ya desaparecidos los dos), pactó titular sus programas con el mismo nombre. Arévalo recuerda que fue Alberto el que sugirió Deporte Total y desde aquel día lo utiliza.
Éstos y otros muchos recuerdos están reunidos en La pasión de mi vida, el libro que Arévalo publicará dentro de 15 días. “A veces la memoria es muy frágil y hay historias que merecen ser contadas, y hay que ser oportuno al hacerlo”, justifica Arévalo.
Y es que Toto no sólo es un periodista deportivo que entrevista a famosos como Pelé y Maradona, o que tiene en su expediente la cobertura de nueve mundiales de fútbol y otros nueve Juegos Olímpicos, también es una auténtica leyenda de la televisión nacional con alrededor de 15.000 programas y la transmisión de partidos de fútbol desde hace 35 años para radio y TV.
Con tanta historia a cuesta, Arévalo hace una autocrítica a su gremio. “Hace falta más pasión por lo que se hace. Hoy es simplemente una profesión más, ha perdido el romanticismo de los viejos tiempos. Espero que las escuelas contribuyan no sólo a formar, sino también a despertar esa sensibilidad que hace del periodismo casi un arte”, afirma.