Rescatan 4 cuerpos más de subterráneo de edificio Málaga: van 13
Santa Cruz, Abi
Grupos de socorristas rescataron el domingo 4 cadáveres de operarios y técnicos que murieron aplastados tras el desplome de un edificio de 10 plantas en la ciudad de Santa Cruz, con lo que se elevó a 13 el número de los cuerpos extraídos de los sótanos desde el martes anterior, informó el responsable del centro de operaciones, Guillermo Saucedo.
"En estas últimas horas el grupo francés, que llegó esta madrugada, ha encontrado otros 3 cuerpos, de los cuales el primero acaba de ser ya recuperado y los otros están en ese proceso", dijo en declaraciones a la estatal Bolivia TV.
Entre martes y sábado, los expertos habían sacado a 9 cuerpos de entre las ruinas del edifico desbaratado.
Brigadas de rescatistas de México, Chile, Perú, Argentina y ahora Francia, se sumaron a las faenas de socorro que realizaron los últimos 6 días expertos bolivianos.
Saucedo indicó, de acuerdo a una última evaluación técnica, que la búsqueda de al menos 3 cuerpos más podría concluir en un lapso de entre 24 y 72 horas más.
Debido a la poca seguridad que se ofrece en la zona de rescate, por la manipulación de maquinaria pesada y el cierre de las vías de acceso al área, la Gobernación de Santa Cruz y el Centro de Operaciones de Emergencia, consideran prudente la suspensión de clases en las unidades educativas cercanas al lugar, señaló.
Un 'Comando de Incidentes', que coordinó las tareas de rescate de medio millar de brigadistas nacionales e internacionales, descartó el sábado, tras 5 días de búsquedas, la existencia de vida en los sótanos del Málaga
Se trata de la mayor tragedia en la historia de la construcción civil boliviana, por su alto costo en vidas, al menos 15.
Estimaciones grosso modo perfiladas el sábado estimaron en 20 los muertos en el derrumbre.
El edificio, un multifamiliar en construcción de 10 plantas 3 más de las proyectadas en los planos, se vino abajo la noche del 24 de enero del año, cuando cerca de 30 albañiles, pintores, electricistas, técnicos, ingenieros y porteros intentaban apuntalar las bases de la construcción rendidas por la carga excesiva en las plantas superiores donde, incluso, se montó una piscina.
Grupos de socorristas rescataron el domingo 4 cadáveres de operarios y técnicos que murieron aplastados tras el desplome de un edificio de 10 plantas en la ciudad de Santa Cruz, con lo que se elevó a 13 el número de los cuerpos extraídos de los sótanos desde el martes anterior, informó el responsable del centro de operaciones, Guillermo Saucedo.
"En estas últimas horas el grupo francés, que llegó esta madrugada, ha encontrado otros 3 cuerpos, de los cuales el primero acaba de ser ya recuperado y los otros están en ese proceso", dijo en declaraciones a la estatal Bolivia TV.
Entre martes y sábado, los expertos habían sacado a 9 cuerpos de entre las ruinas del edifico desbaratado.
Brigadas de rescatistas de México, Chile, Perú, Argentina y ahora Francia, se sumaron a las faenas de socorro que realizaron los últimos 6 días expertos bolivianos.
Saucedo indicó, de acuerdo a una última evaluación técnica, que la búsqueda de al menos 3 cuerpos más podría concluir en un lapso de entre 24 y 72 horas más.
Debido a la poca seguridad que se ofrece en la zona de rescate, por la manipulación de maquinaria pesada y el cierre de las vías de acceso al área, la Gobernación de Santa Cruz y el Centro de Operaciones de Emergencia, consideran prudente la suspensión de clases en las unidades educativas cercanas al lugar, señaló.
Un 'Comando de Incidentes', que coordinó las tareas de rescate de medio millar de brigadistas nacionales e internacionales, descartó el sábado, tras 5 días de búsquedas, la existencia de vida en los sótanos del Málaga
Se trata de la mayor tragedia en la historia de la construcción civil boliviana, por su alto costo en vidas, al menos 15.
Estimaciones grosso modo perfiladas el sábado estimaron en 20 los muertos en el derrumbre.
El edificio, un multifamiliar en construcción de 10 plantas 3 más de las proyectadas en los planos, se vino abajo la noche del 24 de enero del año, cuando cerca de 30 albañiles, pintores, electricistas, técnicos, ingenieros y porteros intentaban apuntalar las bases de la construcción rendidas por la carga excesiva en las plantas superiores donde, incluso, se montó una piscina.