Recomiendan al Gobierno boliviano “enderezar” su política hidrocarburífera

La Paz, Erbol
A más de cuatro años de la nacionalización de los hidrocarburos (1 de mayo de 2006), expertos afirman que este proceso fracasó y por ello recomiendan al gobierno del presidente Evo Morales enderezar su política hidrocarburífera para evitar un crisis energética que conducirá al país a un situación insostenible.

El ex superintendente de Hidrocarburos, Carlos Miranda, en entrevista con Erbol, señaló que la nacionalización, con los resultados actuales como el bajo nivel de inversiones, baja producción de hidrocarburos, incremento en la importación de carburantes líquidos y una mayor dependencia del Estado a las empresas petroleras trasnacionales, defraudó las expectativas de la población.

“La dependencia hacia las compañías operadoras transnacionales con la nacionalización se hizo mucho más fuerte que antes, porque todo este periodo no hubo inversión, porque no se las pudo convencer (a estas empresas) de que inviertan, desconfían de todo y no invirtieron”, sostuvo.

Miranda indicó que la nacionalización es sinónimo de lograr independencia y personalidad propia, pero en el caso del sector hidrocarburífero se ha diluido este proceso en comprar acciones de empresas e importar lo que antes se producía. “Lo que se ha hecho es enfermarlo al pobre país, se llegó al extremo de que por un lado vendemos gas y por el otro importamos gasolina. La solución a todo ha sido importar”.

Mientras que para el periodista y analista en temas hidrocarburíferos, Mirko Orgaz, la nacionalización en estos años se ha reducido a la migración de contratos y se acrecentó la preeminencia de las transnacionales, principalmente de la brasileña Petrobras y la iberoargentina Repsol YPF.

En el caso de Petrobras, dijo, maneja “monopólicamente” los campos San Alberto, Itaú y San Antonio, de dónde saca el gas y lo destina al mercado de Sao Paulo, con cuyo energético, barato y limpio, se desarrolla el Brasil. Mientras que Repsol YPF tiene preeminencia sobre los campos gasíferos de Margarita, Huacaya y hace poco sobre Sararenda.

“Son dos empresas que siguen teniendo preeminencia sobre la actividad petrolera en el país. YPFB es un florero que no tiene ni siquiera capacidad de fiscalización ni de certificar las reservas. No existe una empresa estatal con el verdadero propósito de garantizar la seguridad energética y desarrollar procesos de industrialización”, aseveró.

SOLUCIONES

Ambos expertos coincidieron en señalar que la solución pasa por una verdadera nacionalización de la actividad petrolera en Bolivia, lo que implica implementar una agresiva política hidrocarburífera que priorice el mercado interno e impulse el cambio de la matriz energética, transformando los vehículos que funcionan con gasolina y diesel por gas natural.

Para Miranda el gobierno debe tomar una posición muy serena pero a la vez muy clara de enderezar su política petrolera, para ello sugirió convocar a expertos en hidrocarburos, sin mirar el color político, a una reunión donde se escuche las propuestas para encontrar soluciones concretas a la actual situación.

En tanto, Orgaz sugiere dotarle a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) autarquía, es decir, sacarla del manejo político estatal y gubernamental, de tal manera que cuente con una política integral que le permita explorar, explotar e industrialice los hidrocarburos.

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