Netanyahu dice que su objetivo es garantizar que continúe la paz con Egipto
Jerusalén, Agencias
Tras cinco días de mantener silencio sobre las revueltas en Egipto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que es necesario garantizar la paz con El Cairo tenga el gobierno que tenga.
"Nuestros esfuerzos se centran en mantener la estabilidad en nuestra región", dijo el jefe del Ejecutivo a sus ministros esta mañana en la reunión semanal del Gabinete en Jerusalén, informó el servicio de noticias israelí "Ynetnews".
La paz entre Israel y Egipto "ha continuado durante más de tres décadas y es nuestro objetivo garantizar que estas relaciones continúen con cualquier acontecimiento que tenga lugar en Egipto", dijo Netanyahu, en referencia a la posible caída del poder del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
El primer ministro dijo a los miembros de su Gabinete que, en estos momentos, hay que mostrar "responsabilidad, templanza y máxima consideración".
También dijo que está "vigilando de cerca la situación" y añadió que ha hablado "con el presidente (de EE.UU. Barack) Obama, con (la secretaria de Estado de EEUU) Hillary Clinton, con el ministro de Defensa (Ehud Barak), el ministro de Exteriores (Avigdor Lieberman) y con todos los oficiales de Inteligencia", para analizar la evolución de las protestas egipcias.
El Ministerio israelí de Exteriores informó ayer de la repatriación de medio centenar de familiares de sus diplomáticos en Egipto y de cerca de cuarenta israelíes que se encontraban allí y deseaban regresar a Israel.
Continúan en el país los empleados de la embajada en El Cairo, pese a que se mantiene cerrada desde que el pasado martes se iniciaran las protestas.
Mubarak es el principal socio de Israel en la región y su colaboración es esencial para mantener el bloqueo sobre la franja de Gaza y aislar al movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto ese territorio palestino.
El Cairo también es una pieza fundamental en el proceso de paz entre israelíes y palestinos y suministra recursos energéticos al Estado judío.
Tras cinco días de mantener silencio sobre las revueltas en Egipto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que es necesario garantizar la paz con El Cairo tenga el gobierno que tenga.
"Nuestros esfuerzos se centran en mantener la estabilidad en nuestra región", dijo el jefe del Ejecutivo a sus ministros esta mañana en la reunión semanal del Gabinete en Jerusalén, informó el servicio de noticias israelí "Ynetnews".
La paz entre Israel y Egipto "ha continuado durante más de tres décadas y es nuestro objetivo garantizar que estas relaciones continúen con cualquier acontecimiento que tenga lugar en Egipto", dijo Netanyahu, en referencia a la posible caída del poder del presidente egipcio, Hosni Mubarak.
El primer ministro dijo a los miembros de su Gabinete que, en estos momentos, hay que mostrar "responsabilidad, templanza y máxima consideración".
También dijo que está "vigilando de cerca la situación" y añadió que ha hablado "con el presidente (de EE.UU. Barack) Obama, con (la secretaria de Estado de EEUU) Hillary Clinton, con el ministro de Defensa (Ehud Barak), el ministro de Exteriores (Avigdor Lieberman) y con todos los oficiales de Inteligencia", para analizar la evolución de las protestas egipcias.
El Ministerio israelí de Exteriores informó ayer de la repatriación de medio centenar de familiares de sus diplomáticos en Egipto y de cerca de cuarenta israelíes que se encontraban allí y deseaban regresar a Israel.
Continúan en el país los empleados de la embajada en El Cairo, pese a que se mantiene cerrada desde que el pasado martes se iniciaran las protestas.
Mubarak es el principal socio de Israel en la región y su colaboración es esencial para mantener el bloqueo sobre la franja de Gaza y aislar al movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto ese territorio palestino.
El Cairo también es una pieza fundamental en el proceso de paz entre israelíes y palestinos y suministra recursos energéticos al Estado judío.