Mujeres lindas y gordas, se desnudan para la TV
Un estilista asesora a mujeres con sobrepeso y las convence de que pueden ser tan sexys como estrellas de cine. Ellas terminan quitándose la ropa y posando en cámara.
Es el programa ideal para mujeres cansadas de escuchar que para ser lindas deben estar flacas. Abrumadas por la dictadura estética que impone la delgadez y la juventud extremas como pautas excluyentes de la belleza femenina, las mujeres con sobrepeso y alguna que otra imperfección encontrarán en Belle toute nue (Bella totalmente desnuda) una emisión de la cadena M6, la fórmula para superarlos. Prueba final del proceso de aceptación y revalorización es posar como Dios las trajo al mundo ante los ojos de miles de espectadores.
Previamente, como ayuda para superar sus complejos y sentirse bien con su cuerpo, el estilista William Carnimolla las habrá asesorado en forma personal: cómo vestirse, peinarse y maquillarse y, sobre todo, cómo cambiar de actitud.
El casting del programa convoca a damas con redondeces, que no tengan un físico "perfecto", al menos según las normas del mercado. No hay mujeres feas, parece ser el lema de Carnimolla, que también es el conductor de Belle toute nue. Por sus manos han pasado Ghislaine, Nathalie, Gaëlle, Evelyne, Aurélie y muchas más: jóvenes o maduras, solas o en pareja; mujeres naturales, cuyo denominador común es el drama de mirarse con severidad al espejo o, incluso, no atreverse a mirarse. Nadie como la propia mujer para ser juez implacable de su cuerpo.
El trabajo de Carnimolla será convencerlas de que kilos, arrugas e imperfecciones no sólo no son un obstáculo para verse bien, sino que hasta pueden ser parte del atractivo y que cualquiera de ellas podrá lucir tan sexy como una estrella de cine.
En cada emisión del programa se cuenta la transformación de estas mujeres que, en la realidad, duró varios días en distintas etapas. Una de ellas consiste en exhibir fotos de la protagonista en ropa interior, en alguna calle o plaza, y esperar la reacción de los hombres -que suele ser mucho más admirativa de lo que cada mujer espera.
Es el programa ideal para mujeres cansadas de escuchar que para ser lindas deben estar flacas. Abrumadas por la dictadura estética que impone la delgadez y la juventud extremas como pautas excluyentes de la belleza femenina, las mujeres con sobrepeso y alguna que otra imperfección encontrarán en Belle toute nue (Bella totalmente desnuda) una emisión de la cadena M6, la fórmula para superarlos. Prueba final del proceso de aceptación y revalorización es posar como Dios las trajo al mundo ante los ojos de miles de espectadores.
Previamente, como ayuda para superar sus complejos y sentirse bien con su cuerpo, el estilista William Carnimolla las habrá asesorado en forma personal: cómo vestirse, peinarse y maquillarse y, sobre todo, cómo cambiar de actitud.
El casting del programa convoca a damas con redondeces, que no tengan un físico "perfecto", al menos según las normas del mercado. No hay mujeres feas, parece ser el lema de Carnimolla, que también es el conductor de Belle toute nue. Por sus manos han pasado Ghislaine, Nathalie, Gaëlle, Evelyne, Aurélie y muchas más: jóvenes o maduras, solas o en pareja; mujeres naturales, cuyo denominador común es el drama de mirarse con severidad al espejo o, incluso, no atreverse a mirarse. Nadie como la propia mujer para ser juez implacable de su cuerpo.
El trabajo de Carnimolla será convencerlas de que kilos, arrugas e imperfecciones no sólo no son un obstáculo para verse bien, sino que hasta pueden ser parte del atractivo y que cualquiera de ellas podrá lucir tan sexy como una estrella de cine.
En cada emisión del programa se cuenta la transformación de estas mujeres que, en la realidad, duró varios días en distintas etapas. Una de ellas consiste en exhibir fotos de la protagonista en ropa interior, en alguna calle o plaza, y esperar la reacción de los hombres -que suele ser mucho más admirativa de lo que cada mujer espera.