Morales: "No acabar con la subvención de combustibles significa no garantizar la inversión"
La Paz, Abi
El presidente Evo Morales advirtió el miércoles que no acabar con la subvención de combustibles, "que desangra la economía nacional", significa no garantizar la inversión pública y el desarrollo del país.
En una conferencia de prensa dictada en Palacio Quemado, el Jefe de Estado dijo que el tema se tiene necesariamente que resolver, porque "se debe ser responsable" con la economía nacional.
"Si no acabamos con la subvención, no se garantiza la inversión, porque cómo una empresa del Estado como YPFB puede trabajar a pérdida, cuando combustibles como el gas nos da plata; la gasolina y el diesel podría (también) dar plata al Estado para seguir mejorando la economía", argumentó.
Morales aseguró que "hay planes de explotación y exploración", para refinar el petróleo, pero insistió que en esas condiciones ninguna empresa, "peor los socios" (la petroleras que operan en Bolivia), pueden trabajar a pérdida.
En esa dirección, criticó a los sectores que se opusieron al decreto de nivelación de los hidrocarburos líquidos que aprobó el 26 de diciembre y que abrogó una semana después en medio de violentas protestas, y reveló que fue una decisión personal por la que asumió toda la responsabilidad.
"No es el equipo económico, yo soy el responsable, aquí no hay que echar la culpa al vicepresidente, al Ministro de Economía o al equipo económico. Soy yo", arremetió.
Justificó la decisión porque a su juicio, es obligación del Presidente y del Vicepresidente "ocuparse" personalmente de esos temas "macros".
Recordó que la subvención a los carburantes no fue una decisión de su Gobierno, sino de los gobiernos neoliberales que lo antecedieron, aunque reconoció que el 2006, primer año de su gestión, no "se dio cuenta que iba a hacer tanto daño".
"Entre 2007 y 2008 nos damos cuenta que era grave no cambiar el tema de subvención. Yo repito nivelar el precio de los combustibles no solamente es para acabar la corrupción y el contrabando, sino nivelar es para garantizar la inversión", matizó.
Según datos oficiales, en 2010 Bolivia importó gasolinas y diesel por más de 660 millones de dólares y de ellos, al menos 150 millones beneficiaron a los contrabandistas que desvían el combustible subvencionado y a bajo costo en Bolivia a los países vecinos donde el precio se duplica y casi se triplica.
El gobernante boliviano destacó el compromiso de varios sectores sociales, fundamentalmente los campesinos, que defendieron el decreto y que posteriormente, después de la explicación personal en varias poblaciones, decidieron sacar votos resolutivos para pedir que se acabe con la subvención.
Morales anunció que después del 22 de enero, día en el que emitirá un mensaje a la nación celebrando el primer año de su segundo mandato, seguirá visitando poblaciones rurales para explicar la necesidad de levantar la subvención de carburantes.
"Será un (permanente) debate. Todos tenemos responsabilidad y nosotros hemos salvado nuestra responsabilidad", consideró.
El presidente Evo Morales advirtió el miércoles que no acabar con la subvención de combustibles, "que desangra la economía nacional", significa no garantizar la inversión pública y el desarrollo del país.
En una conferencia de prensa dictada en Palacio Quemado, el Jefe de Estado dijo que el tema se tiene necesariamente que resolver, porque "se debe ser responsable" con la economía nacional.
"Si no acabamos con la subvención, no se garantiza la inversión, porque cómo una empresa del Estado como YPFB puede trabajar a pérdida, cuando combustibles como el gas nos da plata; la gasolina y el diesel podría (también) dar plata al Estado para seguir mejorando la economía", argumentó.
Morales aseguró que "hay planes de explotación y exploración", para refinar el petróleo, pero insistió que en esas condiciones ninguna empresa, "peor los socios" (la petroleras que operan en Bolivia), pueden trabajar a pérdida.
En esa dirección, criticó a los sectores que se opusieron al decreto de nivelación de los hidrocarburos líquidos que aprobó el 26 de diciembre y que abrogó una semana después en medio de violentas protestas, y reveló que fue una decisión personal por la que asumió toda la responsabilidad.
"No es el equipo económico, yo soy el responsable, aquí no hay que echar la culpa al vicepresidente, al Ministro de Economía o al equipo económico. Soy yo", arremetió.
Justificó la decisión porque a su juicio, es obligación del Presidente y del Vicepresidente "ocuparse" personalmente de esos temas "macros".
Recordó que la subvención a los carburantes no fue una decisión de su Gobierno, sino de los gobiernos neoliberales que lo antecedieron, aunque reconoció que el 2006, primer año de su gestión, no "se dio cuenta que iba a hacer tanto daño".
"Entre 2007 y 2008 nos damos cuenta que era grave no cambiar el tema de subvención. Yo repito nivelar el precio de los combustibles no solamente es para acabar la corrupción y el contrabando, sino nivelar es para garantizar la inversión", matizó.
Según datos oficiales, en 2010 Bolivia importó gasolinas y diesel por más de 660 millones de dólares y de ellos, al menos 150 millones beneficiaron a los contrabandistas que desvían el combustible subvencionado y a bajo costo en Bolivia a los países vecinos donde el precio se duplica y casi se triplica.
El gobernante boliviano destacó el compromiso de varios sectores sociales, fundamentalmente los campesinos, que defendieron el decreto y que posteriormente, después de la explicación personal en varias poblaciones, decidieron sacar votos resolutivos para pedir que se acabe con la subvención.
Morales anunció que después del 22 de enero, día en el que emitirá un mensaje a la nación celebrando el primer año de su segundo mandato, seguirá visitando poblaciones rurales para explicar la necesidad de levantar la subvención de carburantes.
"Será un (permanente) debate. Todos tenemos responsabilidad y nosotros hemos salvado nuestra responsabilidad", consideró.