Mandela regresa a casa bajo vigilancia médica tras una infección respiratoria
Johannesburgo, Agencias
Nelson Mandela regresó hoy a su casa de Johannesburgo, donde seguirá bajo vigilancia médica tras haber estado dos días hospitalizado para ser atendido de una infección respiratoria aguda, tratamiento al que ha respondido muy bien.
Minutos después de la una de la tarde (11.00 GMT), una ambulancia rodeada de un fuerte dispositivo de seguridad, con numerosos coches, motos y tres helicópteros policiales, trasladó a Mandela, ex presidente de Sudáfrica y premio nobel de la paz, desde el Hospital de Milpark a su casa del lujoso barrio de Houghton de Johannesburgo.
En su casa, la familia, encabezada por su esposa, Graca Machel, había preparado el domicilio para su regreso y para que el ex mandatario, de 92 años, de los que pasó 27 en prisión bajo el régimen segregacionista del "apartheid" y que ha sufrido tuberculosis y un cáncer de próstata, pueda seguir bajo control médico.
El nieto mayor de Mandela, Mandla Mandela, en una rueda de prensa celebrada en el hospital de Milpark pocos minutos antes de la salida de su abuelo, aseguró que, durante el tiempo que ha estado ingresado, la familia no ha sufrido "ansiedad" y le "hemos dado siempre nuestro apoyo".
Mandela, dijo su nieto, "continúa mostrando su sentido del humor. El siempre tiene un gran sentido del humor", al tiempo que agradecía "a todos los sudafricanos y a todo el mundo" el apoyo y el cariño que han mostrado al que fue primer presidente negro de Sudáfrica, tras la caída del "apartheid" y su elección en 1994.
El vicepresidente sudafricano, Kgalema Motlanthe, dijo en la misma rueda de prensa que Mandela "está bien", "con buen ánimo", que ha recibido "el mejor tratamiento de los mejores profesionales de la salud disponibles en el país" y que espera "celebrar en julio su 93 cumpleaños y otros muchos más".
Motlanthe repitió que "no hay motivo para el pánico" y aseguró que las autoridades informarán de cualquier novedad que se produzca sobre la salud de Mandela, que ha causado una grave inquietud en Sudáfrica y en el mundo desde que fue ingresado el pasado miércoles.
El teniente general Vejaynand Ramlakan, inspector general médico de las Fuerzas Nacionales de Defensa Sudafricanas, responsables de la atención médica al presidente y los ex presidentes, explicó que Mandela fue ingresado hace dos días tras haber "desarrollado recientemente una infección respiratoria aguda".
Según Ramlakam, "recibió tratamiento y ha respondido muy bien, pero tiene que seguir bajo un control (médico) muy cercano", aunque se le atenderá en su casa, por lo que, repitió: "no hay motivo para el pánico".
El responsable médico militar explicó que los exámenes y pruebas que se le han realizado a Mandela en el hospital durante dos días "eran necesarias dado su estado de salud" y que "son consideradas de rutina dadas sus condiciones" y su edad.
Ramlakam dijo que Mandela está "estable", tiene "una actitud positiva alucinante" y solicitó a los medios de comunicación que no hagan "especulaciones irresponsables" sobre su estado de salud, una petición respaldada por Motlanthe, quien reclamó respetó a su intimidad y la de su familia.
Pocos minutos después de acabar la rueda prensa, bajo una fuerte vigilancia de la Policía, Mandela salió del hospital en una ambulancia camino de su casa, donde llegó unos quince minutos después.
El pasado miércoles, según informó la Fundación Nelson Mandela, el ex mandatario, uno de los líderes mejor considerados y apreciados en el mundo por su labor al frente de la reconciliación de la sociedad sudafricana tras el "apartheid", fue ingresado en el hospital de Milpark de Johannesburgo para unos "exámenes de rutina".
La falta de informaciones más concretas y los rumores difundidos las últimas semanas sobre el supuesto agravamiento de su delicado estado de salud causaron una gran inquietud en Sudáfrica y en todo el mundo y el hospital se vio rodeado de periodistas.
Hasta hoy, en que el Gobierno, los médicos militares y la familia han desvelado la situación de Mandela y anunciado que se le había dado el alta, la preocupación se ha mantenido, ya que las autoridades se habían limitado previamente a pedir que no cundiera "el pánico" y que no se hicieran especulaciones, pero sin dar explicaciones.
Nelson Mandela regresó hoy a su casa de Johannesburgo, donde seguirá bajo vigilancia médica tras haber estado dos días hospitalizado para ser atendido de una infección respiratoria aguda, tratamiento al que ha respondido muy bien.
Minutos después de la una de la tarde (11.00 GMT), una ambulancia rodeada de un fuerte dispositivo de seguridad, con numerosos coches, motos y tres helicópteros policiales, trasladó a Mandela, ex presidente de Sudáfrica y premio nobel de la paz, desde el Hospital de Milpark a su casa del lujoso barrio de Houghton de Johannesburgo.
En su casa, la familia, encabezada por su esposa, Graca Machel, había preparado el domicilio para su regreso y para que el ex mandatario, de 92 años, de los que pasó 27 en prisión bajo el régimen segregacionista del "apartheid" y que ha sufrido tuberculosis y un cáncer de próstata, pueda seguir bajo control médico.
El nieto mayor de Mandela, Mandla Mandela, en una rueda de prensa celebrada en el hospital de Milpark pocos minutos antes de la salida de su abuelo, aseguró que, durante el tiempo que ha estado ingresado, la familia no ha sufrido "ansiedad" y le "hemos dado siempre nuestro apoyo".
Mandela, dijo su nieto, "continúa mostrando su sentido del humor. El siempre tiene un gran sentido del humor", al tiempo que agradecía "a todos los sudafricanos y a todo el mundo" el apoyo y el cariño que han mostrado al que fue primer presidente negro de Sudáfrica, tras la caída del "apartheid" y su elección en 1994.
El vicepresidente sudafricano, Kgalema Motlanthe, dijo en la misma rueda de prensa que Mandela "está bien", "con buen ánimo", que ha recibido "el mejor tratamiento de los mejores profesionales de la salud disponibles en el país" y que espera "celebrar en julio su 93 cumpleaños y otros muchos más".
Motlanthe repitió que "no hay motivo para el pánico" y aseguró que las autoridades informarán de cualquier novedad que se produzca sobre la salud de Mandela, que ha causado una grave inquietud en Sudáfrica y en el mundo desde que fue ingresado el pasado miércoles.
El teniente general Vejaynand Ramlakan, inspector general médico de las Fuerzas Nacionales de Defensa Sudafricanas, responsables de la atención médica al presidente y los ex presidentes, explicó que Mandela fue ingresado hace dos días tras haber "desarrollado recientemente una infección respiratoria aguda".
Según Ramlakam, "recibió tratamiento y ha respondido muy bien, pero tiene que seguir bajo un control (médico) muy cercano", aunque se le atenderá en su casa, por lo que, repitió: "no hay motivo para el pánico".
El responsable médico militar explicó que los exámenes y pruebas que se le han realizado a Mandela en el hospital durante dos días "eran necesarias dado su estado de salud" y que "son consideradas de rutina dadas sus condiciones" y su edad.
Ramlakam dijo que Mandela está "estable", tiene "una actitud positiva alucinante" y solicitó a los medios de comunicación que no hagan "especulaciones irresponsables" sobre su estado de salud, una petición respaldada por Motlanthe, quien reclamó respetó a su intimidad y la de su familia.
Pocos minutos después de acabar la rueda prensa, bajo una fuerte vigilancia de la Policía, Mandela salió del hospital en una ambulancia camino de su casa, donde llegó unos quince minutos después.
El pasado miércoles, según informó la Fundación Nelson Mandela, el ex mandatario, uno de los líderes mejor considerados y apreciados en el mundo por su labor al frente de la reconciliación de la sociedad sudafricana tras el "apartheid", fue ingresado en el hospital de Milpark de Johannesburgo para unos "exámenes de rutina".
La falta de informaciones más concretas y los rumores difundidos las últimas semanas sobre el supuesto agravamiento de su delicado estado de salud causaron una gran inquietud en Sudáfrica y en todo el mundo y el hospital se vio rodeado de periodistas.
Hasta hoy, en que el Gobierno, los médicos militares y la familia han desvelado la situación de Mandela y anunciado que se le había dado el alta, la preocupación se ha mantenido, ya que las autoridades se habían limitado previamente a pedir que no cundiera "el pánico" y que no se hicieran especulaciones, pero sin dar explicaciones.