Las lluvias causan más de 270 muertos en la zona montañosa de Río de Janeiro
Río de Janeiro, Agencias
Las lluvias que castigan desde hace una semana al sureste de Brasil se ensañaron hoy con la región montañosa del estado de Río de Janeiro, donde causaron al menos 271 muertos, decenas de desaparecidos y dejaron bajo el lodo barrios enteros, situación que las autoridades calificaron de "crítica".
Las fuertes lluvias, que afectan al estado de Río de Janeiro cada enero desde hace años, golpearon hoy con fuerza a la localidad serrana de Teresópolis, a 91 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, donde han sido confirmadas 130 muertes.
"Es la mayor catástrofe en la historia de Teresópolis", fundada en 1891, declaró el secretario del Ambiente del estado de Río de Janeiro, Carlos Minc, una afirmación en la que coincidió el alcalde de esa localidad, Jorge Mário Sedlacek, quien apuntó que el rescate deberá continuar durante algunos días.
"No hubo distinción entre pobres y ricos a la hora de caerse las casas. Se vino todo abajo", declaró a medios locales una mujer que logró escapar del derrumbe de la vivienda que ocupaba en la ladera de un cerro en Teresópolis.
Los temporales que comenzaron a caer durante la noche de este martes también causaron desastres en las vecinas Nova Friburgo, Petrópolis e Itaipava, todas localidades de intrincada topografía.
Sólo en Nova Friburgo, donde un gimnasio ha comenzado a ser usado como morgue, la cifra de víctimas mortales asciende a 107, de acuerdo con el vicegobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão.
Tres de las víctimas eran miembros de un equipo de bomberos que participaba en los rescates y fueron sepultados por los escombros de un pequeño edificio que se vino abajo.
Mientras, en Petropolis y en el Valle de Cuiabá, perteneciente a Itaipava, el último recuento difundido por medios del país situó en 34 las víctimas mortales.
Defensa Civil divulgó cálculos iniciales que hablan de por lo menos 50 desaparecidos, pero admitió que tanto esa cifra como la de muertos puede aumentar a medida que los equipos de socorro lleguen a las regiones más críticas.
Según la propia Defensa Civil, muchos de los barrios de las ciudades afectadas permanecían incomunicados por los derrumbes y los socorristas intentaban abrirse paso entre toneladas de barro para ayudar a las víctimas e iniciar la búsqueda de cadáveres.
Las imágenes de televisión, tomadas desde helicópteros, mostraban desde barrios enteros sepultados por el lodo, del que asomaban apenas los techos de algunas viviendas, hasta vecinos aislados que pedían socorro agitando prendas blancas.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, ha pedido a la Marina el envío urgente de soldados especializados en rescates, así como aviones de transporte y equipos para remover el lodo, sobre todo de las carreteras.
Cabral dijo que conversó telefónicamente con la presidenta del país, Dilma Rousseff, quien se comprometió a enviar "toda la ayuda disponible" en forma urgente y además, según fuentes oficiales, ha decidido liberar unos 700 millones de reales (cerca de 412 millones de dólares) del presupuesto nacional para atender la emergencia.
Rousseff, según dijeron a Efe fuentes oficiales, viajará mañana hacia Río de Janeiro para sobrevolar las zonas afectadas y discutir nuevas medidas de apoyo a la población con las autoridades locales.
El ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim, acompañará a la presidenta para efectuar una evaluación de la catástrofe, según un comunicado oficial.
Asimismo, Defensa Civil ha comenzado a recaudar ayuda para enviar a las zonas del desastre, en las que se calcula que más de un millar de personas debieron dejar sus hogares y han sido abrigadas en forma precaria en locales municipales y escuelas.
El año pasado, en el mismo mes de enero, que se caracteriza por torrenciales lluvias, al menos 75 personas murieron en derrumbes ocurridos en diversas zonas del estado de Río de Janeiro, incluidas varias de las que hoy volvieron a ser sepultadas por el lodo.
Esta vez el desastre llegó a la región serrana de Río de Janeiro un día después de que un violento temporal causara al menos trece muertos en el vecino estado de Sao Paulo, donde todavía hoy había ciudades enteras bajo el agua.
En Sao Paulo, la situación más crítica se presentaba en la ciudad de Franco da Rocha, cuyo casco urbano seguía totalmente inundado hoy por las lluvias caídas este martes.
Las lluvias que castigan desde hace una semana al sureste de Brasil se ensañaron hoy con la región montañosa del estado de Río de Janeiro, donde causaron al menos 271 muertos, decenas de desaparecidos y dejaron bajo el lodo barrios enteros, situación que las autoridades calificaron de "crítica".
Las fuertes lluvias, que afectan al estado de Río de Janeiro cada enero desde hace años, golpearon hoy con fuerza a la localidad serrana de Teresópolis, a 91 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro, donde han sido confirmadas 130 muertes.
"Es la mayor catástrofe en la historia de Teresópolis", fundada en 1891, declaró el secretario del Ambiente del estado de Río de Janeiro, Carlos Minc, una afirmación en la que coincidió el alcalde de esa localidad, Jorge Mário Sedlacek, quien apuntó que el rescate deberá continuar durante algunos días.
"No hubo distinción entre pobres y ricos a la hora de caerse las casas. Se vino todo abajo", declaró a medios locales una mujer que logró escapar del derrumbe de la vivienda que ocupaba en la ladera de un cerro en Teresópolis.
Los temporales que comenzaron a caer durante la noche de este martes también causaron desastres en las vecinas Nova Friburgo, Petrópolis e Itaipava, todas localidades de intrincada topografía.
Sólo en Nova Friburgo, donde un gimnasio ha comenzado a ser usado como morgue, la cifra de víctimas mortales asciende a 107, de acuerdo con el vicegobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão.
Tres de las víctimas eran miembros de un equipo de bomberos que participaba en los rescates y fueron sepultados por los escombros de un pequeño edificio que se vino abajo.
Mientras, en Petropolis y en el Valle de Cuiabá, perteneciente a Itaipava, el último recuento difundido por medios del país situó en 34 las víctimas mortales.
Defensa Civil divulgó cálculos iniciales que hablan de por lo menos 50 desaparecidos, pero admitió que tanto esa cifra como la de muertos puede aumentar a medida que los equipos de socorro lleguen a las regiones más críticas.
Según la propia Defensa Civil, muchos de los barrios de las ciudades afectadas permanecían incomunicados por los derrumbes y los socorristas intentaban abrirse paso entre toneladas de barro para ayudar a las víctimas e iniciar la búsqueda de cadáveres.
Las imágenes de televisión, tomadas desde helicópteros, mostraban desde barrios enteros sepultados por el lodo, del que asomaban apenas los techos de algunas viviendas, hasta vecinos aislados que pedían socorro agitando prendas blancas.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, ha pedido a la Marina el envío urgente de soldados especializados en rescates, así como aviones de transporte y equipos para remover el lodo, sobre todo de las carreteras.
Cabral dijo que conversó telefónicamente con la presidenta del país, Dilma Rousseff, quien se comprometió a enviar "toda la ayuda disponible" en forma urgente y además, según fuentes oficiales, ha decidido liberar unos 700 millones de reales (cerca de 412 millones de dólares) del presupuesto nacional para atender la emergencia.
Rousseff, según dijeron a Efe fuentes oficiales, viajará mañana hacia Río de Janeiro para sobrevolar las zonas afectadas y discutir nuevas medidas de apoyo a la población con las autoridades locales.
El ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim, acompañará a la presidenta para efectuar una evaluación de la catástrofe, según un comunicado oficial.
Asimismo, Defensa Civil ha comenzado a recaudar ayuda para enviar a las zonas del desastre, en las que se calcula que más de un millar de personas debieron dejar sus hogares y han sido abrigadas en forma precaria en locales municipales y escuelas.
El año pasado, en el mismo mes de enero, que se caracteriza por torrenciales lluvias, al menos 75 personas murieron en derrumbes ocurridos en diversas zonas del estado de Río de Janeiro, incluidas varias de las que hoy volvieron a ser sepultadas por el lodo.
Esta vez el desastre llegó a la región serrana de Río de Janeiro un día después de que un violento temporal causara al menos trece muertos en el vecino estado de Sao Paulo, donde todavía hoy había ciudades enteras bajo el agua.
En Sao Paulo, la situación más crítica se presentaba en la ciudad de Franco da Rocha, cuyo casco urbano seguía totalmente inundado hoy por las lluvias caídas este martes.