Irregularidades de un congresista de Florida ponen a prueba a los republicanos
Miami, Agencias
Las supuestas irregularidades cometidas por el congresista por Florida David Rivera ponen a prueba desde hoy el compromiso de los republicanos de mantener unas estrictas normas éticas en el Congreso para luchar contra los casos de corrupción.
Rivera tomó posesión hoy en Washington de su escaño por el distrito 25 del sur de Florida mientras es investigado por recibir supuestamente dinero que no declaró de una empresa dirigida por su madre y que ganó un contrato de medio millón de dólares para favorecer los intereses de una empresa de juego.
El republicano Rivera, de origen cubano, ganó en noviembre al demócrata Joe García el escaño de congresista tras unas elecciones en las que salieron a relucir ciertas irregularidades por haber recibido supuestamente dinero no declarado.
Rivera está siendo ahora investigado, en concreto, por haber recibido dinero de la empresa Millennium Marketing Strategies que se encargó de gestionar diversas actividades para que fuese aprobado en referéndum en 2008 el proyecto de colocar máquinas de juego en un canódromo.
Tras haber negado durante la campaña electoral de los comicios del 2 de noviembre cualquier tipo de irregularidad, Rivera ha presentado en el Congreso antes de la toma de posesión de hoy una declaración en la que indica que recibió un préstamo por 132.000 dólares de la empresa Millennium Marketing.
Rivera informó de que ha devuelto con intereses ese dinero a la empresa que dirige su madre de 70 años de edad y que apenas tuvo actividad comercial antes de obtener el contrato con la empresa Magic City Casino, dueña del canódromo situado al norte de Miami.
Al parecer en el contrato firmado por Millennium Marketing la empresa Magic City esperaba el apoyo de Rivera, que entonces era legislador estatal.
Al comenzar hoy la 112 sesión del Congreso con una holgada mayoría de los republicanos en el Cámara de Representantes, analistas de Washington consideran que el caso Rivera puede poner a prueba la promesa de los republicanos de luchar contra la corrupción de los políticos.
El caso de corrupción más sonado durante el año pasado fue la investigación y la censura contra el veterano congresista demócrata Charlie Rangel, quien fue acusado de no pagar ciertos impuestos y aportar deliberadamente información financiera errónea.
El portavoz del Partido Demócrata, Jesse Ferguson, destacó que los republicanos afrontan un delicado caso porque las acusaciones de corrupción contra Rivera han salido a la luz incluso antes de que haya tomado hoy posesión como congresista.
Rivera, por su parte, ha comentado que está centrado en cumplir con su trabajo de congresista, por lo que considera aclarado y explicado suficientemente el préstamo recibido por la empresa de su madre.
Al sumir el cargo de presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, subrayó su disposición de imponer un nuevo orden en la política en Washington.
Entre sus principales prioridades destacan tratar de revocar total o parcialmente la reforma de salud aprobada el año pasado y exigir a los congresistas las normas éticas más estrictas.
"No podemos postergar las decisiones" y las cosas tendrán que hacerse de forma distinta, afirmó Boehner, representante por Ohio.
Boehner, de 61 años, señaló que en la última sesión del Congreso, con mayoría demócrata, "no hubo reglas transparentes en la Cámara de Representantes. En esta, habrá muchas".
"Con esta transparencia restablecida también se restablecerá la responsabilidad. No tendrán derecho de interrumpir intencionalmente los procedimientos de la Cámara de Representantes, pero siempre tendrán el derecho de representar a sus votantes, defender sus ideas y ofrecer alternativas", afirmó.
Las supuestas irregularidades cometidas por el congresista por Florida David Rivera ponen a prueba desde hoy el compromiso de los republicanos de mantener unas estrictas normas éticas en el Congreso para luchar contra los casos de corrupción.
Rivera tomó posesión hoy en Washington de su escaño por el distrito 25 del sur de Florida mientras es investigado por recibir supuestamente dinero que no declaró de una empresa dirigida por su madre y que ganó un contrato de medio millón de dólares para favorecer los intereses de una empresa de juego.
El republicano Rivera, de origen cubano, ganó en noviembre al demócrata Joe García el escaño de congresista tras unas elecciones en las que salieron a relucir ciertas irregularidades por haber recibido supuestamente dinero no declarado.
Rivera está siendo ahora investigado, en concreto, por haber recibido dinero de la empresa Millennium Marketing Strategies que se encargó de gestionar diversas actividades para que fuese aprobado en referéndum en 2008 el proyecto de colocar máquinas de juego en un canódromo.
Tras haber negado durante la campaña electoral de los comicios del 2 de noviembre cualquier tipo de irregularidad, Rivera ha presentado en el Congreso antes de la toma de posesión de hoy una declaración en la que indica que recibió un préstamo por 132.000 dólares de la empresa Millennium Marketing.
Rivera informó de que ha devuelto con intereses ese dinero a la empresa que dirige su madre de 70 años de edad y que apenas tuvo actividad comercial antes de obtener el contrato con la empresa Magic City Casino, dueña del canódromo situado al norte de Miami.
Al parecer en el contrato firmado por Millennium Marketing la empresa Magic City esperaba el apoyo de Rivera, que entonces era legislador estatal.
Al comenzar hoy la 112 sesión del Congreso con una holgada mayoría de los republicanos en el Cámara de Representantes, analistas de Washington consideran que el caso Rivera puede poner a prueba la promesa de los republicanos de luchar contra la corrupción de los políticos.
El caso de corrupción más sonado durante el año pasado fue la investigación y la censura contra el veterano congresista demócrata Charlie Rangel, quien fue acusado de no pagar ciertos impuestos y aportar deliberadamente información financiera errónea.
El portavoz del Partido Demócrata, Jesse Ferguson, destacó que los republicanos afrontan un delicado caso porque las acusaciones de corrupción contra Rivera han salido a la luz incluso antes de que haya tomado hoy posesión como congresista.
Rivera, por su parte, ha comentado que está centrado en cumplir con su trabajo de congresista, por lo que considera aclarado y explicado suficientemente el préstamo recibido por la empresa de su madre.
Al sumir el cargo de presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, subrayó su disposición de imponer un nuevo orden en la política en Washington.
Entre sus principales prioridades destacan tratar de revocar total o parcialmente la reforma de salud aprobada el año pasado y exigir a los congresistas las normas éticas más estrictas.
"No podemos postergar las decisiones" y las cosas tendrán que hacerse de forma distinta, afirmó Boehner, representante por Ohio.
Boehner, de 61 años, señaló que en la última sesión del Congreso, con mayoría demócrata, "no hubo reglas transparentes en la Cámara de Representantes. En esta, habrá muchas".
"Con esta transparencia restablecida también se restablecerá la responsabilidad. No tendrán derecho de interrumpir intencionalmente los procedimientos de la Cámara de Representantes, pero siempre tendrán el derecho de representar a sus votantes, defender sus ideas y ofrecer alternativas", afirmó.