Inter goleó a Bologna y sigue en racha positiva


Roma, Agencias
Inter, en el partido número 519 del capitán Javier Zanetti con la remera nerazzurra, recibió en casa a Bologna y lo goleó por 4 a 1, con goles de Dejan Stankovic, Diego Milito y Samuél Eto'o (doblete). El descuento local lleva la firma de Henry Giménez.

Así, el conjunto de Milán ahora suma 32 unidades y, por el momento, comparte con Roma la cuarta plaza de la clasificación, siempre recordando que debe aún recuperar dos encuentros. Los rojoazules, en cambio, lograron hasta encontrarse con menos puntos de la semana pasada, puesto que otra penalización más, esta vez de 2 puntos, los dejó con apenas 22 unidades en la tabla, lo que significa ubicarse junto a Chievo y Parma en el treceavo escalón del torneo.

El match fue a sentido único, desequilibrado por la enorme diferencia entre las defensas: en efecto, a frente de dos delanteras muy móviles y peligrosas, que supieron crear mucho en esta noche milanés, la defensa nerazzurra se demostró a la altura de la situación, mientras que la de la visita no.

Desde los primeros minutos, Inter creó buenas chances, rozando el gol a cada aceleración. Así, si bien Bologna se movía bien, Inter ya al minuto 20 se puso en ventaja: Eto'o bajó por el medio, enganchó hacia su derecha y lo habilitó perfecto a Stankovic, quien tuvo sólo que empujarla adentro y salir a gritar el 1 a 0.

A la media hora llegó el segundo: corte en el medio e inmediato cuchillazo profundo para Milito quien, algo desplazado por izquierda, controló entrando al área, lo dejó sentado a Britos y de zurda la tocó en diagonal, con Viviano que pudo apenas tocar pero no logró desviar el esférico.

Los hombres de Malesani no se desmoralizaron y salieron a buscar el descuento, que hubieran alcanzado con una grande jugada de Di Vaio, de no ser por una increíble atajada de Castellazzi, que le ahogó el grito de gol a los hinchas emilianos.

En el complemento, la visita bajó con todo y lució una excelente maniobra, a parte de un buen potencial de fuego en ataque. El ingreso de Giménez le creó muchos problemas a los defensores de Inter y, en efecto, el joven uruguayo sumó la mayor parte de las mejores chances de su equipo.

Sin embargo, al séptimo minuto el delantero recién entrado desperdició la pelota que hubiera podido poner en discusión el resultado cuando, asistido de manera fantástica por Ramírez, perdió el tiempo de la jugada y no logró irse mano a mano contra el arquero, para terminar disparando muy afuera.

Como suele pasar en el fútbol, justo en el que era el mejor momento de Bologna, Inter liquidó el encuentro con el tercero, un verdadero golazo: Eto'o recibió por izquierda, lo encaró a Garics con una serie de amagues y, llegado sobre el borde del área, la tocó fina para la entrada de Milito. El argentino controló y de taquito la tocó hacia sus espaldas, en donde el africano venía a buscar el cierre de la pared. Desde ahí, el León de Camerún no perdió tiempo y con su derecha, de primera, la metió rasante con comba al otro palo, a la izquierda del portero.

Nueve minutos más tarde, Eto'o anotó su segundo tanto del partido, pateando de manera impecable un tiro libre (algo sobre la izquierda, a unos cinco metros del área) que Zanetti se había ganado con gran corazón.

El resultado, a pesar de la fragilidad defensiva de la visita, era sin dudas mentiroso, especialmente porque los rojoazules merecían anotar por lo menos un gol. Así, sobre la media hora, Giménez anotó en jugada de córner y pudo darle cifras un poco más reales al marcador.

Es evidente que el plantel de Inter reaccionó con grande entusiasmo al cambio de entrenador, en la que parece la clara declaración de un malestar humano más que técnico respecto a Benítez. Sin embargo, por momentos el equipo logra mostrar un juego tan bonito y convincente que la clave de todo no puede estar únicamente en el alegría por el cambio, sino que, sin dudas, Leonardo ya puso algo de su magia en el cuadro nerazzurro, cada vez más metido en la pelea para el Scudetto.

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