Gobierno español y sindicatos se acercan al límite en el día clave del pacto social
Madrid, El País
Por voluntad o necesidad, las posturas entre sindicatos y Gobierno sobre la reforma de pensiones se van acercando. El principal escollo para alcanzar el pacto sigue estando en los años de cotización necesarios para jubilarse con 65 años y obtener la pensión completa. Pero las posturas en este punto se han ido limando. El Gobierno se ha apeado de su exigencia inicial (41 años de cotización) y ahora aceptaría 39, apuntan fuentes próximas al Ejecutivo. Los sindicatos, aunque no lo hacen abiertamente, están dispuestos a aceptar 38. Nadie quiere lanzar las campanas al vuelo. Zapatero dijo ayer que ve "difícil" el acuerdo. Y el portavoz de CC OO echó agua al vino al afirmar: "No hay acuerdo". Pero, a falta de una jornada decisiva, para saber si hay pacto la diferencia es ya solo de meses.
Se podrá seguir negociando después de mañana, cuando el Gobierno presente su anteproyecto de ley de reforma del sistema de pensiones. Pero solo detalles. "El viernes tenemos que despejar las incógnitas mayores", señaló el secretario de Comunicación de CC OO, Fernando Lezcano, quien admitió que en los últimos días se habían acercado posturas. En esa línea se expresó Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT, al constatar "avances". Eso sí, ambos hablaron de conflicto y "confrontación" si no se logra el acuerdo básico mañana.
Desde el primer día el obstáculo más duro se situó en los años necesarios para poder jubilarse con 65. El Gobierno planteó 41. En conversaciones informales habló de 39. Pero los 41 estuvieron encima de la mesa el lunes por la noche, cuando los líderes sindicales se vieron con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora han vuelto a los 39, y el Gobierno no quiere bajar más.
Los sindicatos, por su parte, en charlas informales se han mostrado dispuestos a aceptar 38 años cotizados. No obstante, un alto dirigente sindical respondía ayer mismo: "No puedo aceptar una oferta que no me han hecho formalmente".
Para los sindicatos, la resolución que aprobó el Congreso el pasado martes no es un aval a la intención del Gobierno de retrasar la edad legal de jubilación a 67 años, sino el camino de negociación a seguir. El voto particular apoyado por CiU, PNV, CC y PSOE sí que da luz verde a este propósito, pero también es cierto que reclama que no sea de forma general, sino flexible y progresiva.
Un punto de flexibilidad atañe a las profesiones penosas y de riesgo en las que habrá excepciones a la norma general de jubilarse a los 67. Lezcano, de CC OO, avanzó que este podía ser un tema a negociar después del viernes. Entrar en este debate por parte de los sindicatos supone aceptar que se retrase la edad de jubilación a los 67 años. Cierto que lo hacen tras lograr excepciones y matices que difuminan este referente. Así la jubilación responderá más a horquillas que, básicamente, estarán comprendidas entre los 63 años (edad mínima para la jubilación anticipada) y los 67.
También hay avances en lo que respecta a los periodos de implantación de la reforma. Zapatero situó el periodo de transición para que la reforma entre plenamente en vigor entre 2013 y 2027 con la intención de no perjudicar a quienes se jubilan en un futuro inmediato. Los sindicatos exigen que este periodo transitorio sea mayor. El Ministerio de Trabajo está dispuesto a aumentar el periodo transitorio en dos o tres años. "Nunca más allá de 2030, que es cuando empiezan las tensiones demográficas en el sistema", argumentan en el entorno del Ejecutivo.
Donde el Gobierno muestra una postura inflexible es en el periodo de cómputo. Lo mantiene en 25 años (ahora son los 15 últimos). Los sindicatos están dispuestos a negociar. Un punto de acuerdo podría ser fijarlo en 20 años en un primer momento y elevarlo luego a 25.
Por voluntad o necesidad, las posturas entre sindicatos y Gobierno sobre la reforma de pensiones se van acercando. El principal escollo para alcanzar el pacto sigue estando en los años de cotización necesarios para jubilarse con 65 años y obtener la pensión completa. Pero las posturas en este punto se han ido limando. El Gobierno se ha apeado de su exigencia inicial (41 años de cotización) y ahora aceptaría 39, apuntan fuentes próximas al Ejecutivo. Los sindicatos, aunque no lo hacen abiertamente, están dispuestos a aceptar 38. Nadie quiere lanzar las campanas al vuelo. Zapatero dijo ayer que ve "difícil" el acuerdo. Y el portavoz de CC OO echó agua al vino al afirmar: "No hay acuerdo". Pero, a falta de una jornada decisiva, para saber si hay pacto la diferencia es ya solo de meses.
Se podrá seguir negociando después de mañana, cuando el Gobierno presente su anteproyecto de ley de reforma del sistema de pensiones. Pero solo detalles. "El viernes tenemos que despejar las incógnitas mayores", señaló el secretario de Comunicación de CC OO, Fernando Lezcano, quien admitió que en los últimos días se habían acercado posturas. En esa línea se expresó Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical de UGT, al constatar "avances". Eso sí, ambos hablaron de conflicto y "confrontación" si no se logra el acuerdo básico mañana.
Desde el primer día el obstáculo más duro se situó en los años necesarios para poder jubilarse con 65. El Gobierno planteó 41. En conversaciones informales habló de 39. Pero los 41 estuvieron encima de la mesa el lunes por la noche, cuando los líderes sindicales se vieron con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora han vuelto a los 39, y el Gobierno no quiere bajar más.
Los sindicatos, por su parte, en charlas informales se han mostrado dispuestos a aceptar 38 años cotizados. No obstante, un alto dirigente sindical respondía ayer mismo: "No puedo aceptar una oferta que no me han hecho formalmente".
Para los sindicatos, la resolución que aprobó el Congreso el pasado martes no es un aval a la intención del Gobierno de retrasar la edad legal de jubilación a 67 años, sino el camino de negociación a seguir. El voto particular apoyado por CiU, PNV, CC y PSOE sí que da luz verde a este propósito, pero también es cierto que reclama que no sea de forma general, sino flexible y progresiva.
Un punto de flexibilidad atañe a las profesiones penosas y de riesgo en las que habrá excepciones a la norma general de jubilarse a los 67. Lezcano, de CC OO, avanzó que este podía ser un tema a negociar después del viernes. Entrar en este debate por parte de los sindicatos supone aceptar que se retrase la edad de jubilación a los 67 años. Cierto que lo hacen tras lograr excepciones y matices que difuminan este referente. Así la jubilación responderá más a horquillas que, básicamente, estarán comprendidas entre los 63 años (edad mínima para la jubilación anticipada) y los 67.
También hay avances en lo que respecta a los periodos de implantación de la reforma. Zapatero situó el periodo de transición para que la reforma entre plenamente en vigor entre 2013 y 2027 con la intención de no perjudicar a quienes se jubilan en un futuro inmediato. Los sindicatos exigen que este periodo transitorio sea mayor. El Ministerio de Trabajo está dispuesto a aumentar el periodo transitorio en dos o tres años. "Nunca más allá de 2030, que es cuando empiezan las tensiones demográficas en el sistema", argumentan en el entorno del Ejecutivo.
Donde el Gobierno muestra una postura inflexible es en el periodo de cómputo. Lo mantiene en 25 años (ahora son los 15 últimos). Los sindicatos están dispuestos a negociar. Un punto de acuerdo podría ser fijarlo en 20 años en un primer momento y elevarlo luego a 25.