Gabinete ampliado bajo la lupa de sindicatos y organizaciones sociales

La Paz, Abi
El gabinete boliviano celebrará el viernes en La Paz, bajo la mirada escrutadora de los sindicatos y sectores sociales, una crucial reunión ampliada a viceministros, directores, jefes militares y policiales y autoridades descentralizadas, en que evaluará sus desempeños en 2010, inclusive su intenso final, y estudiará los proyectos para 2011.

Determinada por el fantasma del decreto de suba del precio de las gasolinas y su ulterior reversa, como así sus consecuencias en los precios y el salario en Bolivia, la reunión ha sido convocada por el presidente Evo Morales en una casa de campo en la zona suburbana de Huajchilla, a 40 km de La Paz.

El mandatario, que en los últimos días explicó ampliamente la razones de fondo que sustentaron su decisión de elevar el precio de la gasolina hasta equipararlo con el vigente en el mercado regional, con tal de levantar la subvención estatal a los carburantes de importación e inyectar esas platas, entre 300 y 600 millones de dólares al programa de inversión pública, ha esbozado los emprendimientos para la gestión 2011, entre otros la doble vía de la carretera que une las ciudades de La Paz y Oruro (oeste) y también la que correrá en paralelo a las ya existentes entre Oruro y Cochabamba (centro) y Cochabamba y Santa Cruz (este).

"Este año queremos garantizar de Caracollo hacia Cochabamba una carretera doble vía. Nos falta el proyecto. También queremos empezar de Montero hacia Cochabamba, hacia Cristalmayu", afirmó el gobernante al tiempo de asegurar que éste, entre otros temas de gran calado, será tratado en el gabinete ampliado de Huajchilla.

"Tenemos preparados esos planes, esos proyectos. Mañana estamos reuniéndonos con todos del gabinete. Ministros, viceministros, autoridades, para, haber, cómo acelerar la inversión para Bolivia. Si nos falta plata para algunos proyectos, fácilmente podemos acceder a créditos internacionales", afirmó al tiempo de explicar que si su decisión de poner el precio de las gasolinas bolivianas de importación en el paragón regional tenía aceptación el Estado se hubiese ahorrado, más menos, 600 millones de dólares en 2011.

El gabinete se reunirá en momentos en que las organizaciones sociales, puntales del gobierno de Morales, y los sindicatos, afines de todas formas a la política progresista del mandatario, han desarrollado una suerte de ojeriza con algunos ministros, principalmente del área económica.

La Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia y su homónima de mujeres empoderada como Bartolina Sisa, han anunciado su decisión de sugerir nombres a Morales para la presunta remoción de gabinete que el mandatario ha rechazado de antemano.

Empero, una renovación del gabinete transversaliza el encuentro de Huajchilla.

Equidistante de la política petrolera de Morales y de la especulación y escalada de precios que levantó la última semana la medida más comentada en la esfera pública boliviana, la matriz Central Obrera Boliviana (COB) dejó a criterio de Morales el cambio o enrroque de ministros.

"Es importante que el gobierno, a la cabeza del presidente Evo M orales, haga su propia lectura sobre este tema. Si el pueblo le está pidiendo, entonces que empiece a revisar la situación y evaluar a sus ministros y él tomará la decisión. (En todo caso) nosotros no somos quiénes deban exigir o sugerir" al mandatario, afirmó el líder de la COB, Pedro Montes, ya repuesto de la agresión que desconocidos le propinaron la semana pasada.

El jefe de Estado ha ponderado, en todo su valor, el apoyo que brindó a su medida el sindicato de los trabajadores petroleros.

"El Presidente es como un maestro y él sabe cuáles de sus ministros, como sus alumnos, han fallado. El tiene que calificarlos y de acuerdo a eso tomar una buena decisión", afirmó Silverio Paucara, secretario de Organización de la COB y dirigente petrolero, que sin embargo deslizó las conveniencias de un cambio en el cuerpo de colaboradores estrechos de Morales.

"Creemos que con un cambio de ministros mejorará la situación en el país. Los que no han cumplido son el ministro (de Economía y Finanzas) Luis Arce, que es el más cuestionado; la ministra Nemesia Achacollo, el ministro Sacha Llorenti; yo creo que el pueblo es sabio, porque le está exigiendo cambios de ministros", agregó.

Muy apreciado por el sistema financiero local y, por contraste, blanco de críticas de algún sector empresarial y, por supuesto de la oposición, Arce es el autor de los estandartes de la política macroeconómica boliviana: superávit por quinto año consecutivo, y una Reserva Internacional Neta en la orilla de los 10.000 millones de dólares.

Morales no para de explicar desde el Año Nuevo, cuando revirtió la medida que sus opositores insisten en calificar de "gasolinazo", el "verdadero" alcance de su medida y ha advertido ya sin requiebros que debe aplicarse, de todas formas, por el peso que representa para el país los 600 millones de dólares que deberá desembolsar el Estado en 2011 para abaratar el precio de las gasolinas en las estaciones bolivianas.

De tanto machacar, los gremios parecen haberle tomado el pulso a la urgencia de la medida.

"El Gobierno en sus últimas declaraciones, a través de sus portavoces, ha indicado que debe llevarse adelante el 'gasolinazo', sí o sí, de manera gradual o de golpe, entonces el nuevo gabinete ministerial va a ser para endurecer su política", aguijoneó René Pardo, dirigente del magisterio urbano de La Paz, hace marras en manos de los eternamente inconformes trotkystas criollos.

La cita de Huajchilla, que proyecta acaparar la atención de los medios locales, tendrá espacio mientras las expectativas por el tradicional aumento salarial oscilaban entre el 7,18% de inflación en 2010, que en este caso funge de referente de piso y el 20% que Morales anunció en un decreto complementario a su decisión de alzar el precio de las gasolinas y que revocó hace una semana, como límite superior.

El gabinete se encontrará por horas, "varias", según quienes conocen al infatigable Morales, hasta concluir su agenda, mientras los precios de la canasta familiar se estabilizaban lenta pero constantemente y el gobierno de Morales ponía en su lugar, en 40 centavos de boliviano, el precio del pan de batalla, luego de ofrecer a los panificadores una serie de garantías para proveerse a precios accesibles harina y otros insumos para la elaboración de la principal comida de los bolivianos.

El gabinete boliviano centrará también su atención en la ejecución en 2010 y tambiénn en el ejercicio fiscal de este año.

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