Evo: "Subvenciones a precios de carburantes son un cáncer que destroza la economía"
Patacamaya, Abi
Las subvenciones que el Estado gasta anualmente para mantener los precios baratos de los carburantes son como un cáncer que destroza gradualmente la economía", manifestó el jueves el presidente Evo Morales Ayma.
En una concentración pública en esta población altiplánica, ubicada a 100 kilómetros de La Paz, Morales explicó las razones por las que los pasados días propuso al país un plan de nivelación de los precios de las gasolinas y del diesel para que Bolivia deje de sufrir una sangría que debilite su estructura.
Dijo que lo que se buscaba era que Bolivia deje de desembolsar ingentes recursos para pagar subvenciones, a fin de que esos dineros puedan ser invertidos en programas de desarrollo de amplio alcance social.
El Mandatario enfatizó que, pese a que las organizaciones sociales apoyaron la medida, la oposición de derecha alentó manifestaciones protesta que confundieron al pueblo, por lo que el Gobierno abrogó el Decreto, pero dejó abierto el debate sobre este asunto.
El Presidente anotó que los grupos sindicales y organizaciones sociales han tomado conciencia de la importancia de dar fin con las subvenciones, pero algunos consideraron la medida muy dura, que no era oportuna y hasta sugirieron su aplicación gradual.
Agregó que existe el convencimiento de que "tarde o temprano hay que acabar con las subvenciones porque no es posible que unos pocos se enriquezcan y la mayoría quede cada vez más pobre".
Dijo que las autoridades salvaron su responsabilidad ante la historia, por lo que "será el pueblo quien nos juzgará tarde o temprano".
Reiteró que el Gobierno siempre velará por la economía y los intereses del pueblo y así lo hizo al proponer el fin de las subvenciones que anualmente salen de los bolsillos de los bolivianos e impiden impulsar nuevos programas de desarrollo.
"Mi Gobierno es del pueblo y obedecerá sus mandatos", enfatizó.
Recordó que las subvenciones a los combustibles líquidos fueron viabilizadas mediante un Decreto emitido en 1997, durante el gobierno del general Hugo Banzer y que tenía como principal objetivo beneficiar al sector agroindustrial.
"El año 2005, Bolivia llegó a desembolsar 108 millones de dólares para la importación de las gasolinas y el diesel, de los que 80 millones eran para subvencionarlos", puntualizó.
Agregó que el año pasado, el Estado pagó 666 millones de dólares para importar esos carburantes, de los 380 millones eran para la subvención, y peor aún, 150 millones fueron desviados al contrabando.
El Jefe de Estado subrayó que la derecha confundió al pueblo con informaciones tergiversadas, como aquella que afirmaba que el Gobierno iba a dar curso a un "corralito bancario", lo que provocó miedo en la población.
"En apenas un día y medio llegaron a ser sacados de los bancos unos 200 millones de dólares por personas que creyeron en las informaciones de la oposición ", indicó.
Sin embargo resaltó que la economía nacional está sólida y con capacidad de encaminar proyectos de desarrollo, pero sufre el desangre de recursos que van a las subvenciones.
"El pueblo debe debatir si va a seguir la subvención a los carburantes o la utilización de esos recursos para encaminar programas de desarrollo que beneficien a todos", anotó.
Las subvenciones que el Estado gasta anualmente para mantener los precios baratos de los carburantes son como un cáncer que destroza gradualmente la economía", manifestó el jueves el presidente Evo Morales Ayma.
En una concentración pública en esta población altiplánica, ubicada a 100 kilómetros de La Paz, Morales explicó las razones por las que los pasados días propuso al país un plan de nivelación de los precios de las gasolinas y del diesel para que Bolivia deje de sufrir una sangría que debilite su estructura.
Dijo que lo que se buscaba era que Bolivia deje de desembolsar ingentes recursos para pagar subvenciones, a fin de que esos dineros puedan ser invertidos en programas de desarrollo de amplio alcance social.
El Mandatario enfatizó que, pese a que las organizaciones sociales apoyaron la medida, la oposición de derecha alentó manifestaciones protesta que confundieron al pueblo, por lo que el Gobierno abrogó el Decreto, pero dejó abierto el debate sobre este asunto.
El Presidente anotó que los grupos sindicales y organizaciones sociales han tomado conciencia de la importancia de dar fin con las subvenciones, pero algunos consideraron la medida muy dura, que no era oportuna y hasta sugirieron su aplicación gradual.
Agregó que existe el convencimiento de que "tarde o temprano hay que acabar con las subvenciones porque no es posible que unos pocos se enriquezcan y la mayoría quede cada vez más pobre".
Dijo que las autoridades salvaron su responsabilidad ante la historia, por lo que "será el pueblo quien nos juzgará tarde o temprano".
Reiteró que el Gobierno siempre velará por la economía y los intereses del pueblo y así lo hizo al proponer el fin de las subvenciones que anualmente salen de los bolsillos de los bolivianos e impiden impulsar nuevos programas de desarrollo.
"Mi Gobierno es del pueblo y obedecerá sus mandatos", enfatizó.
Recordó que las subvenciones a los combustibles líquidos fueron viabilizadas mediante un Decreto emitido en 1997, durante el gobierno del general Hugo Banzer y que tenía como principal objetivo beneficiar al sector agroindustrial.
"El año 2005, Bolivia llegó a desembolsar 108 millones de dólares para la importación de las gasolinas y el diesel, de los que 80 millones eran para subvencionarlos", puntualizó.
Agregó que el año pasado, el Estado pagó 666 millones de dólares para importar esos carburantes, de los 380 millones eran para la subvención, y peor aún, 150 millones fueron desviados al contrabando.
El Jefe de Estado subrayó que la derecha confundió al pueblo con informaciones tergiversadas, como aquella que afirmaba que el Gobierno iba a dar curso a un "corralito bancario", lo que provocó miedo en la población.
"En apenas un día y medio llegaron a ser sacados de los bancos unos 200 millones de dólares por personas que creyeron en las informaciones de la oposición ", indicó.
Sin embargo resaltó que la economía nacional está sólida y con capacidad de encaminar proyectos de desarrollo, pero sufre el desangre de recursos que van a las subvenciones.
"El pueblo debe debatir si va a seguir la subvención a los carburantes o la utilización de esos recursos para encaminar programas de desarrollo que beneficien a todos", anotó.