El gran salto de Anne Hathaway como animadora del Oscar

Su luminosidad es conocida. "Hathaway puede generar una gran atracción, pero siempre ha sido más como la hermana menor de un amigo que como una inalcanzable diva de la pantalla", escribe Vogue. "Cuando filmas un acercamiento a su rostro, te escuchas diciendo las mismas banalidades sobre esa cosa innata de las estrellas, pero ella la tiene. Con ella, esa magia del cine clásico aparece frente a tus ojos", aseguró Lone Scherfig, que la dirige en One day, la cinta que Hathaway terminó de filmar en Londres sobre una pareja que se muestra el día de su graduación y luego son revisitados el mismo día de la celebración, durante dos décadas.
Creció en Brooklyn. Su padre es abogado y su madre una actriz que le dijo que siempre era mejor ver cualquier obra teatral, aunque fuese mala, a ver televisión. Y la joven amaba los musicales, pero fue en el cine donde se hizo famosa, con el rol de la princesita. Pero Hathaway no se encasilló. Su ex drogadicta en El casamiento de Raquel es una de varias pruebas.
Ahora, en el Village Voice dicen que ella y Franco ya tienen algo necesario para conducir los Oscar, cuyos organizadores apuestan por llegar a un público más juvenil con estos anfitriones.
También los han criticado. "Son la pareja más aburrida que ha conducido los Oscar", fue el dictamen del sitio Hollywood-elsewhere.com. El diario español El País los calificó como una "extraña pareja en una gala tradicionalmente presentada por humoristas que peinan canas, como Billy Crystal, David Letterman o Jon Stewart". Mientras que ellos ya se reunieron con los guionistas encargados de que den un paso paso seguro.