Egipto enfrenta su cuarto "día de furia"
Redacción, BBC Mundo
Miles de personas se preparan para participar en la cuarta jornada consecutiva de manifestaciones contra el gobierno del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, por lo que las fuerzas de seguridad de ese país se mantienen en alerta máxima.
A pesar de que el gobierno dice estar abierto al diálogo, también ha advertido acerca de que tomarán "medidas decisivas" contra quienes violenten el orden.
Horas antes de que los manifestantes anunciaran las protestas, convocadas para después de las oraciones de este viernes, se reportaron interrupciones generalizadas del servicio de internet y de mensajería telefónica.
Informes también señalan que varios opositores fueron arrestados durante la noche del jueves.
La detención de varios miembros de los Hermanos Musulmanes -primera fuerza de oposición de Egipto- ocurrió luego de que el grupo anunciara que respaldaría las protestas del viernes.
El jueves, el declarado opositor y premio Nobel de la Paz, Mohammed ElBaradei, volvió al país con la promesa de unirse a la movilización.
Al menos siete personas han muerto desde que comenzaron las protestas el martes.
Los manifestantes siguen el llamado de la "Revolución del Jazmín" en Túnez, que provocó que el presidente Zine al-Abidine Ben Ali huyera al exilio.
Se espera que las manifestaciones de este viernes sean las más grandes que se realizan hasta ahora en el país.
Internet clave
Los organizadores, que han utilizado internet como principal herramienta de comunicación, le han pedido a la gente que acuda a las protestas después de asistir a las oraciones.
El jueves por la noche, redes sociales como Facebook y Twitter se vieron interrumpidas, así como la mensajería móvil y otros sitios web.
Un usuario de internet en El Cairo, que prefirió mantenerse en el anonimato, dijo a la BBC que los mensajes SMS no podían enviarse.
Según él, "la protesta del viernes puede ser superior a la del martes. Creo que habrá mucha tensión. La gente está tratando de mantenerse a salvo y para ello intentan moverse en grupo".
Medios locales indican que la élite de fuerzas especiales contra el terrorismo, que rara vez se ve en las calles, han estado desplegadas en los lugares clave de El Cairo, incluyendo la plaza Tahrir, donde se han llevado a cabo las protestas anteriores.
Represión
Un abogado de los Hermanos Musulmanes dijo a la BBC que decenas de sus miembros habían sido detenidos.
La agencia de noticias Reuters cita a una fuente de seguridad que confirma que las autoridades ordenaron la represión. La fuente fue citada diciendo: "Tenemos órdenes de realizar barridos de seguridad de la Hermandad".
A pesar de una prohibición oficial, los Hermanos Musulmanes continúa siendo el más grande y más organizado movimiento de oposición de Egipto.
Poca disidencia
El corresponsal de la BBC en El Cairo, Jeremy Bowen, asegura que los jefes de seguridad del presidente Hosni Mubarak dicen ser capaces de controlar cualquier foco de disturbio.
Mubarak, de 82 años, no ha sido visto en público desde que comenzaron las protestas el martes.
El gobierno egipcio tolera muy poca disidencia. Las manifestaciones de la oposición suelen estar prohibidas.
El jueves, el Partido Nacional Democrático de Mubarak, dijo que estaba listo para el diálogo. Sin embargo, no ofreció ninguna concesión.
Safwat El-Sherif, secretario general del partido, afirmó: "El PND está listo para un diálogo con el público, los jóvenes y los partidos legales, pero la democracia tiene sus reglas. La minoría no convencerá a la mayoría".
También les advirtió a los manifestantes que permanecieran en paz.
"Espero que todos los predicadores de las oraciones del viernes por la mañana llamen a la gente a permanecer en paz y a que no jueguen con los sentimientos de la gente para conseguir el objetivo que desean".
El presidente Mubarak es aliado histórico de EE.UU.. Sin embargo, Obama ha mostrado una posición neutral frente a las protestas.
El jueves, Mohamed ElBaradei llegó a El Cairo para unirse a las protestas.
"Me gustaría que no tuviéramos que salir a las calles para presionar al régimen a actuar", dijo.
ElBaradei instó al gobierno a "escuchar con rapidez, no usar la violencia y entender que el cambio tiene que venir. No hay otra opción".
Cautela
El gobierno de EE.UU., que cuenta a Egipto como uno de sus aliados más importantes en el mundo árabe, ha sido cauteloso en expresar su apoyo a cada lado.
El presidente Barack Obama describió las protestas como el resultado de la "frustración acumulada", diciendo que los egipcios han presionado con frecuencia a Mubarak para que lleve a cabo reformas.
Obama instó a ambas partes a no recurrir a la violencia.
El jueves hubo protestas en El Cairo, Suez e Ismailiya, mientras que en la región del Sinaí un joven beduino murió al recibir tiros de las fuerzas de seguridad.
Unas 1.000 personas han sido detenidas hasta el momento.
En Suez, la policía disparó balas de goma, gases lacrimógenos y cañones de agua. Además, una estación de bomberos fue incendiada por los manifestantes.
Uno de los manifestantes en la ciudad dijo a la agencia Reuters: "Esta es una revolución. Volveremos a protestar los días que hagan falta".
Esta será una prueba para la policía y los manifestantes. El gobierno deberá desplegar miles de policías y agentes civiles de seguridad. Si el día transcurre con relativa tranquilidad, las autoridades se anotarán una victoria.
Sin embargo, si las grandes protestas se materializan en El Cairo y otras ciudades y si las fuerzas del orden deben luchar para mantener el control, entonces el movimiento opositor obtendrá un gran impulso.
Árabes de la región miran de cerca lo que está ocurriendo aquí, al igual que las potencias extranjeras e Israel.
Egipto es el líder tradicional del Medio Oriente árabe y a pesar de una impopular paz con Israel, sigue siendo muy influyente.
Los manifestantes en otros países árabes se sentirán más audaces si suficientes egipcios deciden desafiar el poder del Estado.
Miles de personas se preparan para participar en la cuarta jornada consecutiva de manifestaciones contra el gobierno del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, por lo que las fuerzas de seguridad de ese país se mantienen en alerta máxima.
A pesar de que el gobierno dice estar abierto al diálogo, también ha advertido acerca de que tomarán "medidas decisivas" contra quienes violenten el orden.
Horas antes de que los manifestantes anunciaran las protestas, convocadas para después de las oraciones de este viernes, se reportaron interrupciones generalizadas del servicio de internet y de mensajería telefónica.
Informes también señalan que varios opositores fueron arrestados durante la noche del jueves.
La detención de varios miembros de los Hermanos Musulmanes -primera fuerza de oposición de Egipto- ocurrió luego de que el grupo anunciara que respaldaría las protestas del viernes.
El jueves, el declarado opositor y premio Nobel de la Paz, Mohammed ElBaradei, volvió al país con la promesa de unirse a la movilización.
Al menos siete personas han muerto desde que comenzaron las protestas el martes.
Los manifestantes siguen el llamado de la "Revolución del Jazmín" en Túnez, que provocó que el presidente Zine al-Abidine Ben Ali huyera al exilio.
Se espera que las manifestaciones de este viernes sean las más grandes que se realizan hasta ahora en el país.
Internet clave
Los organizadores, que han utilizado internet como principal herramienta de comunicación, le han pedido a la gente que acuda a las protestas después de asistir a las oraciones.
El jueves por la noche, redes sociales como Facebook y Twitter se vieron interrumpidas, así como la mensajería móvil y otros sitios web.
Un usuario de internet en El Cairo, que prefirió mantenerse en el anonimato, dijo a la BBC que los mensajes SMS no podían enviarse.
Según él, "la protesta del viernes puede ser superior a la del martes. Creo que habrá mucha tensión. La gente está tratando de mantenerse a salvo y para ello intentan moverse en grupo".
Medios locales indican que la élite de fuerzas especiales contra el terrorismo, que rara vez se ve en las calles, han estado desplegadas en los lugares clave de El Cairo, incluyendo la plaza Tahrir, donde se han llevado a cabo las protestas anteriores.
Represión
Un abogado de los Hermanos Musulmanes dijo a la BBC que decenas de sus miembros habían sido detenidos.
La agencia de noticias Reuters cita a una fuente de seguridad que confirma que las autoridades ordenaron la represión. La fuente fue citada diciendo: "Tenemos órdenes de realizar barridos de seguridad de la Hermandad".
A pesar de una prohibición oficial, los Hermanos Musulmanes continúa siendo el más grande y más organizado movimiento de oposición de Egipto.
Poca disidencia
El corresponsal de la BBC en El Cairo, Jeremy Bowen, asegura que los jefes de seguridad del presidente Hosni Mubarak dicen ser capaces de controlar cualquier foco de disturbio.
Mubarak, de 82 años, no ha sido visto en público desde que comenzaron las protestas el martes.
El gobierno egipcio tolera muy poca disidencia. Las manifestaciones de la oposición suelen estar prohibidas.
El jueves, el Partido Nacional Democrático de Mubarak, dijo que estaba listo para el diálogo. Sin embargo, no ofreció ninguna concesión.
Safwat El-Sherif, secretario general del partido, afirmó: "El PND está listo para un diálogo con el público, los jóvenes y los partidos legales, pero la democracia tiene sus reglas. La minoría no convencerá a la mayoría".
También les advirtió a los manifestantes que permanecieran en paz.
"Espero que todos los predicadores de las oraciones del viernes por la mañana llamen a la gente a permanecer en paz y a que no jueguen con los sentimientos de la gente para conseguir el objetivo que desean".
El presidente Mubarak es aliado histórico de EE.UU.. Sin embargo, Obama ha mostrado una posición neutral frente a las protestas.
El jueves, Mohamed ElBaradei llegó a El Cairo para unirse a las protestas.
"Me gustaría que no tuviéramos que salir a las calles para presionar al régimen a actuar", dijo.
ElBaradei instó al gobierno a "escuchar con rapidez, no usar la violencia y entender que el cambio tiene que venir. No hay otra opción".
Cautela
El gobierno de EE.UU., que cuenta a Egipto como uno de sus aliados más importantes en el mundo árabe, ha sido cauteloso en expresar su apoyo a cada lado.
El presidente Barack Obama describió las protestas como el resultado de la "frustración acumulada", diciendo que los egipcios han presionado con frecuencia a Mubarak para que lleve a cabo reformas.
Obama instó a ambas partes a no recurrir a la violencia.
El jueves hubo protestas en El Cairo, Suez e Ismailiya, mientras que en la región del Sinaí un joven beduino murió al recibir tiros de las fuerzas de seguridad.
Unas 1.000 personas han sido detenidas hasta el momento.
En Suez, la policía disparó balas de goma, gases lacrimógenos y cañones de agua. Además, una estación de bomberos fue incendiada por los manifestantes.
Uno de los manifestantes en la ciudad dijo a la agencia Reuters: "Esta es una revolución. Volveremos a protestar los días que hagan falta".
Esta será una prueba para la policía y los manifestantes. El gobierno deberá desplegar miles de policías y agentes civiles de seguridad. Si el día transcurre con relativa tranquilidad, las autoridades se anotarán una victoria.
Sin embargo, si las grandes protestas se materializan en El Cairo y otras ciudades y si las fuerzas del orden deben luchar para mantener el control, entonces el movimiento opositor obtendrá un gran impulso.
Árabes de la región miran de cerca lo que está ocurriendo aquí, al igual que las potencias extranjeras e Israel.
Egipto es el líder tradicional del Medio Oriente árabe y a pesar de una impopular paz con Israel, sigue siendo muy influyente.
Los manifestantes en otros países árabes se sentirán más audaces si suficientes egipcios deciden desafiar el poder del Estado.