"Cossío no merecía protección de Paraguay", lamenta canciller boliviano
Bruselas, AbiEl ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, consideró este miércoles que el gobernador suspendido de Tarija, Mario Cossío, "no merecía la protección de Paraguay".
El canciller boliviano dijo a los periodistas que "Hay normas internacionales y nacionales que establecen quiénes pueden ser merecedores de asilo o de refugio y quiénes no, Cossío no merecía tener esta protección del Paraguay".
Anotó que el refugio es concedido cuando se trata de personas que son víctimas de "persecución política", lo que no es el caso porque Cossío tiene varios procesos legales pendientes en Bolivia por el uso ilegal de los recursos estatales cuando ocupó la Prefectura y la Gobernación del sureño departamento de Tarija.
La Comisión Nacional del Refugio (CONARE) decidió conceder a Cossío el refugio el martes. La solicitud le fue presentada el 22 de diciembre y tenía un tiempo de tres meses para tomar una decisión.
"Creo que la CONARE no ha analizado con detalle el caso Cossío y la cantidad de procesos por corrupción que existen en su contra", reiteró el canciller boliviano.
En La Paz, la ministra de Transparencia Institucional y Lucha contra la Corrupción, Nardi Suxo, manifestó que los procesos por corrupción que existen contra Cossío seguirán adelante en los estrados judiciales. "Esa será la mejor demostración de que es un procesado ante la justicia antes que un perseguido político", señaló.
Choquehuanca subrayó que, pese a que ya existe una determinación sobre el refugio a Cossío, no significa que no vaya a ser revisada.
El canciller boliviano realiza una gira por países europeos para lograr el apoyo a la enmienda presentada por Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para despenalizar el masticado de la hoja de coca.
Bélgica es el segundo país que comprende su gira. El martes estuvo en España. Posteriormente pasará a Inglaterra y Suecia.
La ONU ha penalizado mediante una Convención aprobada en 1961 el uso y masticado de hoja de coca, una tradición ancestral en las poblaciones rurales de Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Chile y Argentina.
Esta organización internacional debe reunirse el 31 de enero para definir este asunto y considerar la enmienda de Bolivia a la mencionada Convención.
