Berlusconi exhibe su poder mediático frente a la acusación de abuso de menores
Roma, El País
Silvio Berlusconi afirmó ayer, durante el Consejo de Ministros, que Tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano, no estaba hablando del caso Ruby cuando el jueves hizo una llamada pública a la "moralidad, la legalidad y la justicia" y expresó la "turbación" que ha creado en el Vaticano la investigación judicial que atribuye al primer ministro italiano sendos delitos de prostitución de menores y abuso de su cargo.
La noticia del extraño comentario de Berlusconi (Bertone se refería sin duda al escándalo sexual) fue lanzada por la agencia Ansa y rebotada por las páginas web y las televisiones, y revela hasta qué punto el jefe del Gobierno ha desplegado su acorazada mediática para tratar de defenderse de las acusaciones del Ministerio Público ante la gente y deslegitimar a los fiscales de Milán.
Sus abogados confirmaron ayer mismo que el magnate y político no acudirá a declarar ante la fiscalía este fin de semana porque la defensa considera que la única instancia competente para investigarle es el Tribunal de Ministros, un organismo afín a la mayoría de centro-derecha.
La fiscalía replicó que sigue investigando el caso, y durante cinco horas interrogó a una nueva testigo, la prostituta Nadia Macrí, quien la noche anterior había contado en Annozero, un programa de la televisión pública RAI 2 hostil a Il Cavaliere, que coincidió con la joven marroquí Ruby en una orgía en Arcore y vio cómo la menor se acostaba con Berlusconi y cobró dinero por ello.
La estrategia de contraataque fue trazada en una reunión de Berlusconi con sus asesores de confianza, sus hijos Marina, Piersilvio y Luigi, y los directores de algunos programas clave de Mediaset y de las publicaciones de Mondadori.
Los primeros resultados han sido los dos videomensajes lanzados por el propio Berlusconi en los que anuncia su intención de "castigar a los jueces que violan la Constitución", y la entrevista concedida por Ruby a un programa del Canale 5 dirigido por Alfonso Signorini, director de la revista del corazón Chi, en la que Karima el Maghoud se retractó de casi todas las afirmaciones recogidas por la fiscalía en declaraciones y escuchas telefónicas, y exculpaba a Berlusconi.
La contraofensiva ha alertado a los comités de redacción de la televisión pública RAI y de Mediaset, que han trasmitido su inquietud por la forma modo en que los telediarios están tratando el caso.
Una de las asistentes a las fiestas de la mansión de Arcore, la dominicana Marysthell García Polanco, azafata televisiva de 27 años, telefoneó ayer a este diario para ofrecer una entrevista, que se publicará íntegramente mañana. Su versión sigue al dedillo el ideario de los videomensajes y las declaraciones de Ruby. García Polanco afirma que estuvo en Arcore cinco veces pero que nunca vio orgías "sino cenas normales, elegantes". Añade que "Berlusconi es un hombre muy bueno que ayuda a los demás sin pedir nada a cambio", se atreve a criticar a los fiscales -"nos han maltratado y registrado"-, y, sin que se le pregunte, recuerda que el primer ministro "tiene una relación estable con una persona".
Otro flanco de la batalla es la Iglesia italiana. En Il Giornale, diario de Berlusconi, Vittorio Messori, intelectual católico afín al Gobierno, ha sido entrevistado por Andrea Tornielli, de Comunión y Liberación, y ha dejado una frase memorable: "Ciertamente es mejor un putero que hace buenas leyes que un notable catolicísimo que hace normas contrarias a la Iglesia".
En ese estado de cosas, se vigila cada sílaba pronunciada por el Papa, y ayer algunos quisieron ver un toque de atención a Berlusconi en este pasaje: "Los nuevos retos de hoy exigen que Dios y el ser humano vuelvan a encontrarse, que la sociedad y las instituciones públicas reencuentren su alma, sus raíces espirituales y morales, para dar una nueva consistencia a los valores éticos y jurídicos de referencia y por tanto a la acción práctica".
Silvio Berlusconi afirmó ayer, durante el Consejo de Ministros, que Tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano, no estaba hablando del caso Ruby cuando el jueves hizo una llamada pública a la "moralidad, la legalidad y la justicia" y expresó la "turbación" que ha creado en el Vaticano la investigación judicial que atribuye al primer ministro italiano sendos delitos de prostitución de menores y abuso de su cargo.
La noticia del extraño comentario de Berlusconi (Bertone se refería sin duda al escándalo sexual) fue lanzada por la agencia Ansa y rebotada por las páginas web y las televisiones, y revela hasta qué punto el jefe del Gobierno ha desplegado su acorazada mediática para tratar de defenderse de las acusaciones del Ministerio Público ante la gente y deslegitimar a los fiscales de Milán.
Sus abogados confirmaron ayer mismo que el magnate y político no acudirá a declarar ante la fiscalía este fin de semana porque la defensa considera que la única instancia competente para investigarle es el Tribunal de Ministros, un organismo afín a la mayoría de centro-derecha.
La fiscalía replicó que sigue investigando el caso, y durante cinco horas interrogó a una nueva testigo, la prostituta Nadia Macrí, quien la noche anterior había contado en Annozero, un programa de la televisión pública RAI 2 hostil a Il Cavaliere, que coincidió con la joven marroquí Ruby en una orgía en Arcore y vio cómo la menor se acostaba con Berlusconi y cobró dinero por ello.
La estrategia de contraataque fue trazada en una reunión de Berlusconi con sus asesores de confianza, sus hijos Marina, Piersilvio y Luigi, y los directores de algunos programas clave de Mediaset y de las publicaciones de Mondadori.
Los primeros resultados han sido los dos videomensajes lanzados por el propio Berlusconi en los que anuncia su intención de "castigar a los jueces que violan la Constitución", y la entrevista concedida por Ruby a un programa del Canale 5 dirigido por Alfonso Signorini, director de la revista del corazón Chi, en la que Karima el Maghoud se retractó de casi todas las afirmaciones recogidas por la fiscalía en declaraciones y escuchas telefónicas, y exculpaba a Berlusconi.
La contraofensiva ha alertado a los comités de redacción de la televisión pública RAI y de Mediaset, que han trasmitido su inquietud por la forma modo en que los telediarios están tratando el caso.
Una de las asistentes a las fiestas de la mansión de Arcore, la dominicana Marysthell García Polanco, azafata televisiva de 27 años, telefoneó ayer a este diario para ofrecer una entrevista, que se publicará íntegramente mañana. Su versión sigue al dedillo el ideario de los videomensajes y las declaraciones de Ruby. García Polanco afirma que estuvo en Arcore cinco veces pero que nunca vio orgías "sino cenas normales, elegantes". Añade que "Berlusconi es un hombre muy bueno que ayuda a los demás sin pedir nada a cambio", se atreve a criticar a los fiscales -"nos han maltratado y registrado"-, y, sin que se le pregunte, recuerda que el primer ministro "tiene una relación estable con una persona".
Otro flanco de la batalla es la Iglesia italiana. En Il Giornale, diario de Berlusconi, Vittorio Messori, intelectual católico afín al Gobierno, ha sido entrevistado por Andrea Tornielli, de Comunión y Liberación, y ha dejado una frase memorable: "Ciertamente es mejor un putero que hace buenas leyes que un notable catolicísimo que hace normas contrarias a la Iglesia".
En ese estado de cosas, se vigila cada sílaba pronunciada por el Papa, y ayer algunos quisieron ver un toque de atención a Berlusconi en este pasaje: "Los nuevos retos de hoy exigen que Dios y el ser humano vuelvan a encontrarse, que la sociedad y las instituciones públicas reencuentren su alma, sus raíces espirituales y morales, para dar una nueva consistencia a los valores éticos y jurídicos de referencia y por tanto a la acción práctica".