Wall Street cierra en positivo tras tres jornadas sin un rumbo claro
Nueva York, Agencias
La Bolsa de Nueva York encontró hoy por fin el rumbo que no había logrado en las últimas tres jornadas y cerró en positivo esta antepenúltima sesión del año, en la que los inversores prefirieron mirar ya hacia un 2011 que esperan sea más alentador.
Después de que desde el viernes Wall Street cerrara mixta cada jornada, este miércoles los principales índices de los mercados neoyorquinos se mantuvieron en terreno positivo y lograron cerrar con moderados beneficios.
La principal referencia del parqué neoyorquino acabó con un tímido avance del 0,09% para cerrar en 11.585,38 puntos, al igual que el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que ganaron un 0,1% y un 0,15%, respectivamente.
Si la jornada anterior el Dow Jones lograba tocar su nivel más alto en 28 meses, este miércoles el índice de referencia en Wall Street renovaba ese máximo ganador y se afianzaba por encima de los 11.500 puntos.
Esta tercera sesión de la última semana del año 2010 estuvo huérfana de datos macroeconómicos de relevancia para poder tomar el pulso de la economía de la primera potencia mundial, por lo que los inversores se fijaron en otras noticias, como la venta de bonos del Tesoro a siete años por valor de 29.000 millones de dólares.
La exitosa subasta, que se produjo un día después de otra mucho más decepcionante de bonos a cinco años, influyó en el ánimo comprador de los inversores hacia la media sesión.
A esa hora los precios de la deuda pública estadounidense se elevaban y por lo tanto su rentabilidad descendía: en el caso de los bonos a diez años, su rendimiento bajaba hasta el 3,35%, comparado con el 3,48% que registró al cierre de la jornada del martes.
El volumen de contratación en el parqué neoyorquino volvió a ser reducido en esta tercera jornada de la semana, afectado todavía por el temporal de nieve que prácticamente paralizó la ciudad el lunes y del que todavía se está recuperando, así como por la falta del movimiento habitual por las fiestas de esta época del año.
De hecho, la de hoy fue la cuarta jornada consecutiva en la que la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) registra un volumen de contratación inferior a los 3.000 millones de acciones, lejos de los 4.800 millones que ha registrado de media diaria este año.
Poco antes del cierre de la sesión los principales índices de los mercados neoyorquinos borraron parte de lo ganado al conocerse que una nueva persona ha sido detenida acusada de haber vendido información confidencial de las empresas tecnológicas Nvidia (que acabó sin cambios) y Marvell (que cerró con un descenso del 0,59%).
Esa detención, que forma parte de una amplia investigación que busca destapar fraudes y operaciones ilegales en los fondos de alto riesgo, las redes de expertos financieros y otros agentes de especulación, levantaba algo de nerviosismo en Wall Street.
Finalmente todos los sectores del parqué neoyorquino cerraron en terreno positivo, liderados por el energético, que registró un avance del 1,07% y seguidos por el de materias primas (0,84%) y el de servicios (0,48%).
Este miércoles se conoció que las autoridades estadounidenses dieron luz verde a la oferta de adquisición de la firma que preside el millonario Carl Icahn para hacerse por 665 millones de dólares con la compañía proveedora de energía Dynegy, que acabó con un ascenso del 1,05%.
Por su parte, el banco estadounidense Bank of America cerró con un descenso del 0,22% un día después de que se conociera que la aseguradora Allstate (-0,22%) demandó a esa firma por la venta por parte de su filial Countrywide de activos respaldados por hipotecas por 700 millones de dólares.
También descendió, aunque tan solo un 0,06%, la tecnológica Apple, después de que se conociera que la creadora del iPhone afronta dos demandas por filtrar supuestamente información privada de sus usuarios a compañías publicitarias.
En otros mercados el oro escaló hasta los 1.413,1 dólares por onza -para quedarse rozando otro máximo histórico-, el petróleo bajó a 91,12 dólares por barril y el dólar se debilitó ante otras divisas, de manera que por un euro se pagaban 1,3220 dólares.
La Bolsa de Nueva York encontró hoy por fin el rumbo que no había logrado en las últimas tres jornadas y cerró en positivo esta antepenúltima sesión del año, en la que los inversores prefirieron mirar ya hacia un 2011 que esperan sea más alentador.
Después de que desde el viernes Wall Street cerrara mixta cada jornada, este miércoles los principales índices de los mercados neoyorquinos se mantuvieron en terreno positivo y lograron cerrar con moderados beneficios.
La principal referencia del parqué neoyorquino acabó con un tímido avance del 0,09% para cerrar en 11.585,38 puntos, al igual que el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que ganaron un 0,1% y un 0,15%, respectivamente.
Si la jornada anterior el Dow Jones lograba tocar su nivel más alto en 28 meses, este miércoles el índice de referencia en Wall Street renovaba ese máximo ganador y se afianzaba por encima de los 11.500 puntos.
Esta tercera sesión de la última semana del año 2010 estuvo huérfana de datos macroeconómicos de relevancia para poder tomar el pulso de la economía de la primera potencia mundial, por lo que los inversores se fijaron en otras noticias, como la venta de bonos del Tesoro a siete años por valor de 29.000 millones de dólares.
La exitosa subasta, que se produjo un día después de otra mucho más decepcionante de bonos a cinco años, influyó en el ánimo comprador de los inversores hacia la media sesión.
A esa hora los precios de la deuda pública estadounidense se elevaban y por lo tanto su rentabilidad descendía: en el caso de los bonos a diez años, su rendimiento bajaba hasta el 3,35%, comparado con el 3,48% que registró al cierre de la jornada del martes.
El volumen de contratación en el parqué neoyorquino volvió a ser reducido en esta tercera jornada de la semana, afectado todavía por el temporal de nieve que prácticamente paralizó la ciudad el lunes y del que todavía se está recuperando, así como por la falta del movimiento habitual por las fiestas de esta época del año.
De hecho, la de hoy fue la cuarta jornada consecutiva en la que la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) registra un volumen de contratación inferior a los 3.000 millones de acciones, lejos de los 4.800 millones que ha registrado de media diaria este año.
Poco antes del cierre de la sesión los principales índices de los mercados neoyorquinos borraron parte de lo ganado al conocerse que una nueva persona ha sido detenida acusada de haber vendido información confidencial de las empresas tecnológicas Nvidia (que acabó sin cambios) y Marvell (que cerró con un descenso del 0,59%).
Esa detención, que forma parte de una amplia investigación que busca destapar fraudes y operaciones ilegales en los fondos de alto riesgo, las redes de expertos financieros y otros agentes de especulación, levantaba algo de nerviosismo en Wall Street.
Finalmente todos los sectores del parqué neoyorquino cerraron en terreno positivo, liderados por el energético, que registró un avance del 1,07% y seguidos por el de materias primas (0,84%) y el de servicios (0,48%).
Este miércoles se conoció que las autoridades estadounidenses dieron luz verde a la oferta de adquisición de la firma que preside el millonario Carl Icahn para hacerse por 665 millones de dólares con la compañía proveedora de energía Dynegy, que acabó con un ascenso del 1,05%.
Por su parte, el banco estadounidense Bank of America cerró con un descenso del 0,22% un día después de que se conociera que la aseguradora Allstate (-0,22%) demandó a esa firma por la venta por parte de su filial Countrywide de activos respaldados por hipotecas por 700 millones de dólares.
También descendió, aunque tan solo un 0,06%, la tecnológica Apple, después de que se conociera que la creadora del iPhone afronta dos demandas por filtrar supuestamente información privada de sus usuarios a compañías publicitarias.
En otros mercados el oro escaló hasta los 1.413,1 dólares por onza -para quedarse rozando otro máximo histórico-, el petróleo bajó a 91,12 dólares por barril y el dólar se debilitó ante otras divisas, de manera que por un euro se pagaban 1,3220 dólares.