Villarreal logró una victoria cómoda frente al Mallorca


Villarreal, Agencias
Un Villarreal a medio gas logró una cómoda victoria (3-1) frente al Mallorca que no pudo llevar a cabo su venganza deportiva tras el conflicto surgido entre ambos clubes el pasado verano por la exclusión del conjunto mallorquín de la Liga Europa en beneficio del castellonense.

Los locales, sin hacer un partido espectacular, sentenciaron el encuentro gracias a la calidad de su línea de ataque. Los goles de Nilmar, Rossi y Cazorla neutralizaron el tanto balear, un equipo que nunca llegó a complicar la vida a su rival.

En la primera parte salió enchufado el Villarreal y lo hizo asociándose muy cerca del área, con jugadores como Cani, Cazorla o Borja Valero, lo que hizo que los locales tuvieran el domino del juego y las primeras opciones de gol.

Después de que Cani estuviera a un paso de lograr el primer gol en el primer remate de verdad a portería, fue un rechace del guardameta balear el que facilitó que se abriera el marcador a través de Cazorla a los diez minutos de partido.

El partido bajó de intensidad, ya que los locales realizaron su fútbol control pero sin mucha llegada, mientras que el Mallorca no se acercaba a los dominios de Diego López.

En uno de esos balones largos, Webó aguantó la pelota y logró asistir a De Guzman, quien logró el empate en el primer disparo del Mallorca a puerta.

El gol pareció despertar al Villarreal, que buscó el peligro mediante Giuseppe Rossi, que se mostró peligroso con la pelota en los pies. En una de esas logró una falta, que sacada por él mismo significó un riguroso penalti, por manos de Nunes en la barrera que se convirtió, a los treinta y cuatro minutos, el segundo gol local.

Si la primera parte adoleció de un fútbol rápido y directo, los primeros cinco minutos de la segunda parte comenzaron a lo loco en los que el Mallorca pudo empatar en un córner, aunque sin lograrlo.

Sin embargo, tras un aviso de Nilmar, el propio brasileño hizo el tercer tanto de su equipo con un toque sutil de vaselina para superar a Aouate. El gol hizo que los locales se relajaran y apostaran por regalar el balón a su rival y esperar a sentenciar a la contra.

Esa disposición rompió el ritmo del encuentro, ya que el Mallorca no supo darle un ritmo más a ese domino ficticio y solo con balones colgados o algún error pudieron inquietar a Diego López, que no tuvo que emplearse a fondo.

Con ello transcurrió un segundo tiempo muy plácido, en el que ninguno de los dos equipos llegó a disponer de claras opciones de gol en un partido que hace que el Villarreal despida el año como tercero y el Mallorca con tres derrotas consecutivas.

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