Un niño salvadoreño se reúne con sus padres tras ser secuestrado por "coyotes"
Los Ángeles, Agencias
Un niño salvadoreño que fue separado de su madre cuando venía a Estados Unidos y estuvo secuestrado varios días por un grupo de "coyotes" se reunió hoy con sus padres gracias en el consulado de El Salvador de Los Ángeles.
Stiven Alexander Chicas, de seis años, salió de Santa Ana en El Salvador, con su madre a finales de Noviembre para reunirse con su padre, que vive en Los Ángeles.
Sin embargo, los traficantes de personas -conocidos como "coyotes"- que les transportaban, los separaron en México para buscar vías diferentes de ingreso a EEUU.
"Desde que nos separaron en México no supe más de él y al llegar aquí, a Los Ángeles, el niño no apareció", contó la madre del menor, Brenda Barrera de Chicas, al narrar la angustia en la que han vivido ella y su esposo.
La situación fue doblemente dolorosa para Walter Alexander Chicas, padre del menor y esposa de Brenda, que les esperaba en Los Ángeles desde el 20 de noviembre cuando salieron de El Salvador.
"Fue muy duro para mí pues no veía al niño desde que él tenía seis meses de edad y vine desde El Salvador para buscar un mejor futuro en EEUU", explicó Walter, quien trabaja en un taller de mecánica automotriz en el Valle de San Fernando, al noreste de Los Ángeles.
A principios de diciembre, el menor fue rescatado junto con otros inmigrantes que se encontraban secuestrados por los traficantes en una casa en Phoenix (Arizona), en lo que se convirtió en un sonado caso nacional, señaló Soudi Jiménez, portavoz del consulado de El Salvador en Los Ángeles.
El 2 de diciembre diez menores -uno de ellos Stiven- fueron rescatados de una casa donde estaban secuestrados, mientras los traficantes que les trajeron ilegalmente pedían a los padres más dinero por su rescate, al tiempo que les amenazaban con hacerles daño si no pagaban, según informó el Departamento de Policía de Phoenix.
El cónsul de El Salvador en Tucson (Arizona), Joaquín Chacón, le dio seguimiento al caso del rescate del menor, contactando a su padre, al albergue donde estaba Stiven y al Área de Protección Consular en Los Ángeles.
Con el apoyo de los dos consulados y del albergue South Key Program de Phoerix, los padres del menor reunieron la documentación necesaria para reencontrarse hoy con su pequeño en la sede del Consulado de El Salvador en Los Ángeles.
"El consulado está trabajando para fortalecer el área de la protección consular desde la llegada del cónsul Walter Durán a Los Ángeles", explicó Jiménez.
"Estamos orientando a la comunidad para que puedan encontrar en el consulado una mano amiga para brindarles protección y ayuda", destacó Jiménez al recordar que en lo que va del año han ayudado a la reunificación de tres familias.
Stiven viajó desde Phoenix escoltado por Cristina Díaz, trabajadora social del albergue donde el niño estaba siendo protegido tras ser rescatado.
"Es duro y de mucho riesgo pero es algo que tenemos que hacer si buscamos un mejor futuro para nuestros niños", dijo el padre del menor.
"Pido al gobierno que se ponga la mano en la conciencia y apruebe una ley que nos permita legalizar nuestra situación para que no sucedan más estos casos", agregó Walter Chicas.
El niño dijo a Efe que no sintió miedo durante su secuestro y que no lo trataron mal. "Estoy muy feliz de estar con mis padres", afirmó tras indicar que "quiere jugar con ellos" -especialmente con su padre- e "ir a comer pizza".
"Estamos felices de pasar la Navidad juntos por primera vez en EEUU, pero nos duele pensar en tantas otras familias que no tienen esa posibilidad", recordó Walter.
Un niño salvadoreño que fue separado de su madre cuando venía a Estados Unidos y estuvo secuestrado varios días por un grupo de "coyotes" se reunió hoy con sus padres gracias en el consulado de El Salvador de Los Ángeles.
Stiven Alexander Chicas, de seis años, salió de Santa Ana en El Salvador, con su madre a finales de Noviembre para reunirse con su padre, que vive en Los Ángeles.
Sin embargo, los traficantes de personas -conocidos como "coyotes"- que les transportaban, los separaron en México para buscar vías diferentes de ingreso a EEUU.
"Desde que nos separaron en México no supe más de él y al llegar aquí, a Los Ángeles, el niño no apareció", contó la madre del menor, Brenda Barrera de Chicas, al narrar la angustia en la que han vivido ella y su esposo.
La situación fue doblemente dolorosa para Walter Alexander Chicas, padre del menor y esposa de Brenda, que les esperaba en Los Ángeles desde el 20 de noviembre cuando salieron de El Salvador.
"Fue muy duro para mí pues no veía al niño desde que él tenía seis meses de edad y vine desde El Salvador para buscar un mejor futuro en EEUU", explicó Walter, quien trabaja en un taller de mecánica automotriz en el Valle de San Fernando, al noreste de Los Ángeles.
A principios de diciembre, el menor fue rescatado junto con otros inmigrantes que se encontraban secuestrados por los traficantes en una casa en Phoenix (Arizona), en lo que se convirtió en un sonado caso nacional, señaló Soudi Jiménez, portavoz del consulado de El Salvador en Los Ángeles.
El 2 de diciembre diez menores -uno de ellos Stiven- fueron rescatados de una casa donde estaban secuestrados, mientras los traficantes que les trajeron ilegalmente pedían a los padres más dinero por su rescate, al tiempo que les amenazaban con hacerles daño si no pagaban, según informó el Departamento de Policía de Phoenix.
El cónsul de El Salvador en Tucson (Arizona), Joaquín Chacón, le dio seguimiento al caso del rescate del menor, contactando a su padre, al albergue donde estaba Stiven y al Área de Protección Consular en Los Ángeles.
Con el apoyo de los dos consulados y del albergue South Key Program de Phoerix, los padres del menor reunieron la documentación necesaria para reencontrarse hoy con su pequeño en la sede del Consulado de El Salvador en Los Ángeles.
"El consulado está trabajando para fortalecer el área de la protección consular desde la llegada del cónsul Walter Durán a Los Ángeles", explicó Jiménez.
"Estamos orientando a la comunidad para que puedan encontrar en el consulado una mano amiga para brindarles protección y ayuda", destacó Jiménez al recordar que en lo que va del año han ayudado a la reunificación de tres familias.
Stiven viajó desde Phoenix escoltado por Cristina Díaz, trabajadora social del albergue donde el niño estaba siendo protegido tras ser rescatado.
"Es duro y de mucho riesgo pero es algo que tenemos que hacer si buscamos un mejor futuro para nuestros niños", dijo el padre del menor.
"Pido al gobierno que se ponga la mano en la conciencia y apruebe una ley que nos permita legalizar nuestra situación para que no sucedan más estos casos", agregó Walter Chicas.
El niño dijo a Efe que no sintió miedo durante su secuestro y que no lo trataron mal. "Estoy muy feliz de estar con mis padres", afirmó tras indicar que "quiere jugar con ellos" -especialmente con su padre- e "ir a comer pizza".
"Estamos felices de pasar la Navidad juntos por primera vez en EEUU, pero nos duele pensar en tantas otras familias que no tienen esa posibilidad", recordó Walter.