Transportistas resisten nivelación de precios de gasolinas en Bolivia y suspensión de subvención
La Paz, Abi
El transporte público ofreció el lunes resistencia decreciente a la decisión del gobierno de Evo Morales de levantar la subvención estatal de casi 400 millones de dólares a las gasolinas y nivelar los precios de éstas con los vigentes en los países circunsvecinos y pese a un acercamiento al Gobierno, mantuvo en pie sus presiones para el martes.
Tras la aplicación de la medida, que elevó en 73% y 80% el precio de las gasolinas y diesel (gasoil) y que mantuvo invariable el del gas de uso doméstico y la energía eléctrica, y que en las primeras horas del lunes provocó una parálisis del transporte, las tarifas comenzaron a estabilizarse de manera informal en una nueva escala establecida a discreción por los mismos conductores.
Morales, que retornó a primera hora del día a Bolivia, luego de un viaje relámpago a Venzuela, explicó que la medida de nivelación de precios de los carburantes, con respecto al mercado regional, evita una sangría del erario público.
La medida, que los medios locales calificaron de "gasolinazo" y que el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, dijo que fue adoptada para "evitar subvencionar" a países vecinos, a cuyas fronteras fluían los líquidos bolivianos por vía del contrabando, representa un ahorro de 380 millones de dólares para el erario público.
De acuerdo con la previsión oficial, en 2011 el Estado boliviano debía erogar hasta 500 millones de dólares si mantenía la política de subvencionar los carburantes.
De todas formas, en todas las ciudades capitales de departamento y ciudades intermedias los transportistas retacearon su concurso a primera hora del día y luego de definir unilateralmente una nueva escala tarifaria, se soltaron a las calles.
De tal forma la actividad se normalizó, más menos, antes de mediodía, en medio de protestas menores cerca del palacio de Gobierno en La Paz.
Sólo en la ciudad de Oruro, la Central Obrera Departamental, a la cabeza del dirigente opositor Jaime Solares, organizó una protesta de un par de miles por las calles de la ciudad, que lucieron cortadas por unidades de transporte colevtivo.
En el resto de las ciudades capitales las tarifas subieron de facto ante la indefensión de los usuarios que pagaron lo que los chóferes, incluso aquéllos cuyo vehículos se mueven a gas vehicular, impusieron como tarifas.
El líder de los chóferes bolivianos Franklin Durán dijo haber autorizado a sus afiliados incrementos de hasta el 100% en las tarifas del transporte público, que efectivamente se materializaron en la mayor parte de las ciudades bolivianas.
La matriz Central Obrera Boliviana demandó el lunes "la abrogación" del decreto que dispuso el alza en los precios de las gasolinas en Bolivia hasta nivelarlos, o poco menos que eso, con los vigentes en los países sudamericanos de su entorno.
"La COB no está de acuerdo con el alza del precio de los carburantes. No nos explicaron en forma previa nada, por lo que no estamos de acuerdo porque creemos que traerá consecuencias negativas como el incremento del costo de vida, por eso pido que se abrogue este decreto", declaró a la ABI el secretario ejecutivo de la COB, Pedro Montes.
Por su parte Morales explicó que "la medida que tomamos no es para hacer daño a nadie, el Presidente, el Gobierno jamás va abandonar a los sectores trabajadores, tenemos propuestas concretas para seguir avanzando, pero no podemos permitir que la plata siga chorreándose hacia afuera por contrabando, por corrupción. Es nuestra obligación cuidar la economía nacional".
El decreto expedido por el gobierno de Evo Morales merecerá, el martes, análisis y debate en un ampliado nacional de los sindicatos en La Paz.
Mientras el transporte urbano regularizaba sus servicios, las empresas de viajes interdepartamentales por carretera bajaron sus cortinas tras fracasar su decisión de gravar inconsulta e unilateralmente una suba de más del 100% a las tarifas.
El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, dijo que la suspensión definitiva de la subvención estatal de las gasolinas y la nivelación de su precio por litro respecto al mercado regional, no debería representar un alza de más del 23% en los pasajes de los bolivianos.
Con el propósito de paliar esta anomalía, las Fuerzas Armadas pusieron a disposición de los viajeros varados en los terminales aéreos de las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, vuelos solidarios a tarifas subeconómicas, de entre 150 y 200 bolivianos.
Los uniformados sacaron a las calles sus camiones para transportar a la gente sin posibilidades de montar en unidades del transporte público.
El incremento en el precio de las gasolinas, que entraña indirectamente un ahorro para las arcas públicas de al menos 380 millones de dólares con que el Estado subvencionaba los carburantes en Bolivia desde el año 2000, pareció gatillar la especulación y el ocultamiento y, en consecuencia, sembrar inestabilidad en los precios.
Analistas locales calificaron la medida de "sincera" con el estado actual de la economía nacional.
"Tenía (la medida) que llegar de alguna forma, lo que habría que ver es si tenía que haber llegado tan abrupta y duramente", afirmó el analista Alberto Bonadona.
En consonancia con el ministro de la Presidencia, Oscar Coca, el ex encargado presidencial de Carlos Mesa (2003-2005) para el tema hidrocarburos, Francesco Zaratti, calificó la medida como la "más sincera" adoptada por el gobierno de Morales en el tema económico.
A su turno, Arce defendió que los 380 millones dispuestos en la ley financial a hacer de las gasolinas bolivianas las más baratas de la región, serán reinvertidos en provecho de los connacionales, entre otras cosas en el mejoramiento de los salarios e incentivo a la extracción de crudo.
Arce subrayó, en la media docena de entrevistas al vivo que dio a los canales de televisión, que la economía boliviana goza de buena salud. Puso de evidencia el quinto superávit fiscal consecutivo que Bolivia experimentará en 2010 y el nivel inédito y contra todo ascendente de las Reservas Internacionales Netas, en las orilla de los 10.000 millones dedólares.
Los precios de inflamaron apenas horas después de adoptada la medida.
Entre otros bienes, el pan de batalla, el de mayor consumo popular en Bolivia, se vendió a 50 centavos de bolivianos la unidad, 10 centavos más que el precio de convención.
En los centros de abasto popular, las carnes de vacuno, pollo y cerdo experimentaron subas dispuestas discrecionalmente por los intermediarios entre el productor y el consumidor final.
Por contrapartida, los supermercados no alteraron sus precios y atendieron hasta la saciedad a los consumidores.
De acuerdo con los cálculos del Gobierno el incremento en los precios no debe superar el 7%, en general.
"Paulatinamente los precios se van a ir ajustando hasta llegar a un equilibrio", afirmó Arce que se negó a señalar en qué porcentaje se situará el Indice de Precios al Consumidor, que mide la inflación en Bolivia, hasta el viernes, fin de año.
"Hay mucha volatilidad", afirmó.
Dijo que pese a todo la inflación boliviana de 2010 rayará en "5,8% y habrá algo más".
El opositor Movimiento Sin Miedo, del ex alcalde centroizquierdista de La Paz, Juan del Granado, dijo sin anestesia que se trataba de un "gasolinazo" y pidió una reingeniería al sistema de producción de hidrocarburos en Bolivia.
Del Granado disparó munición gruesa contra las jerarquías de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
El decreto que modifica el precio de la gasolina y diésel "es la expresión de la incapacidad gubernamental para frenar el contrabando", deploró.
Calificó de "inaceptable", el "retroceso", de al menos 20 años, "cuando los gasolinazos se decretaban de espaldas al país", por lo que demandó la abrogatoria inmediata del Decreto Supremo 748 que catapultó la medida de se tomaba el clima de opiniones públicas en Bolivia.
"Esta alteración de precios va a traducirse en una disminución de la eficiencia y en un aumento de los costos. Entendemos una difícil realidad fiscal, pero también el Gobierno debe entender la difícil realidad productiva. Todo esto requiere una atención y acciones inmediatas hacia nuestro sector de parte del gobierno para evitar un desequilibrio en nuestra capacidad de oferta alimentaria que nosotros no deseáramos que ocurra?, dijo por su parte el Presidente de la poderosa Cámara Agropecuaria del Oriente, Mauricio Roca.
El líder de los panificadores de La Paz, Dandy Mallea, dijo, durante una entrevista nocturna concedida a la televisión nacional que la unidad de pan de batalla terminará situándose en el rango de 0,50 y 0,80 centavos de boliviano.
"El precio de los pasajes ha subido y ya estaría en camino y en función a eso estaríamos realizando la reestructuración de la hoja de costos", afirmó
Por último y mientras lo fabriles anunciaban protestas el jueves y los transportistas mantenían en pie su huelga en decline, el Gobierno y la Confederación Sindical de Chóferes de Bolivia ingresaron el lunes por la noche en un cuarto intermedio hasta el medio día del martes, para definir tarifas del transporte urbano, tras el incremento de precios de los combustibles.
La reunión del presidente Morales y el dirigente Durán duró alrededor de dos horas en Palacio Quemado de La Paz.
El transporte público ofreció el lunes resistencia decreciente a la decisión del gobierno de Evo Morales de levantar la subvención estatal de casi 400 millones de dólares a las gasolinas y nivelar los precios de éstas con los vigentes en los países circunsvecinos y pese a un acercamiento al Gobierno, mantuvo en pie sus presiones para el martes.
Tras la aplicación de la medida, que elevó en 73% y 80% el precio de las gasolinas y diesel (gasoil) y que mantuvo invariable el del gas de uso doméstico y la energía eléctrica, y que en las primeras horas del lunes provocó una parálisis del transporte, las tarifas comenzaron a estabilizarse de manera informal en una nueva escala establecida a discreción por los mismos conductores.
Morales, que retornó a primera hora del día a Bolivia, luego de un viaje relámpago a Venzuela, explicó que la medida de nivelación de precios de los carburantes, con respecto al mercado regional, evita una sangría del erario público.
La medida, que los medios locales calificaron de "gasolinazo" y que el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, dijo que fue adoptada para "evitar subvencionar" a países vecinos, a cuyas fronteras fluían los líquidos bolivianos por vía del contrabando, representa un ahorro de 380 millones de dólares para el erario público.
De acuerdo con la previsión oficial, en 2011 el Estado boliviano debía erogar hasta 500 millones de dólares si mantenía la política de subvencionar los carburantes.
De todas formas, en todas las ciudades capitales de departamento y ciudades intermedias los transportistas retacearon su concurso a primera hora del día y luego de definir unilateralmente una nueva escala tarifaria, se soltaron a las calles.
De tal forma la actividad se normalizó, más menos, antes de mediodía, en medio de protestas menores cerca del palacio de Gobierno en La Paz.
Sólo en la ciudad de Oruro, la Central Obrera Departamental, a la cabeza del dirigente opositor Jaime Solares, organizó una protesta de un par de miles por las calles de la ciudad, que lucieron cortadas por unidades de transporte colevtivo.
En el resto de las ciudades capitales las tarifas subieron de facto ante la indefensión de los usuarios que pagaron lo que los chóferes, incluso aquéllos cuyo vehículos se mueven a gas vehicular, impusieron como tarifas.
El líder de los chóferes bolivianos Franklin Durán dijo haber autorizado a sus afiliados incrementos de hasta el 100% en las tarifas del transporte público, que efectivamente se materializaron en la mayor parte de las ciudades bolivianas.
La matriz Central Obrera Boliviana demandó el lunes "la abrogación" del decreto que dispuso el alza en los precios de las gasolinas en Bolivia hasta nivelarlos, o poco menos que eso, con los vigentes en los países sudamericanos de su entorno.
"La COB no está de acuerdo con el alza del precio de los carburantes. No nos explicaron en forma previa nada, por lo que no estamos de acuerdo porque creemos que traerá consecuencias negativas como el incremento del costo de vida, por eso pido que se abrogue este decreto", declaró a la ABI el secretario ejecutivo de la COB, Pedro Montes.
Por su parte Morales explicó que "la medida que tomamos no es para hacer daño a nadie, el Presidente, el Gobierno jamás va abandonar a los sectores trabajadores, tenemos propuestas concretas para seguir avanzando, pero no podemos permitir que la plata siga chorreándose hacia afuera por contrabando, por corrupción. Es nuestra obligación cuidar la economía nacional".
El decreto expedido por el gobierno de Evo Morales merecerá, el martes, análisis y debate en un ampliado nacional de los sindicatos en La Paz.
Mientras el transporte urbano regularizaba sus servicios, las empresas de viajes interdepartamentales por carretera bajaron sus cortinas tras fracasar su decisión de gravar inconsulta e unilateralmente una suba de más del 100% a las tarifas.
El ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce, dijo que la suspensión definitiva de la subvención estatal de las gasolinas y la nivelación de su precio por litro respecto al mercado regional, no debería representar un alza de más del 23% en los pasajes de los bolivianos.
Con el propósito de paliar esta anomalía, las Fuerzas Armadas pusieron a disposición de los viajeros varados en los terminales aéreos de las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, vuelos solidarios a tarifas subeconómicas, de entre 150 y 200 bolivianos.
Los uniformados sacaron a las calles sus camiones para transportar a la gente sin posibilidades de montar en unidades del transporte público.
El incremento en el precio de las gasolinas, que entraña indirectamente un ahorro para las arcas públicas de al menos 380 millones de dólares con que el Estado subvencionaba los carburantes en Bolivia desde el año 2000, pareció gatillar la especulación y el ocultamiento y, en consecuencia, sembrar inestabilidad en los precios.
Analistas locales calificaron la medida de "sincera" con el estado actual de la economía nacional.
"Tenía (la medida) que llegar de alguna forma, lo que habría que ver es si tenía que haber llegado tan abrupta y duramente", afirmó el analista Alberto Bonadona.
En consonancia con el ministro de la Presidencia, Oscar Coca, el ex encargado presidencial de Carlos Mesa (2003-2005) para el tema hidrocarburos, Francesco Zaratti, calificó la medida como la "más sincera" adoptada por el gobierno de Morales en el tema económico.
A su turno, Arce defendió que los 380 millones dispuestos en la ley financial a hacer de las gasolinas bolivianas las más baratas de la región, serán reinvertidos en provecho de los connacionales, entre otras cosas en el mejoramiento de los salarios e incentivo a la extracción de crudo.
Arce subrayó, en la media docena de entrevistas al vivo que dio a los canales de televisión, que la economía boliviana goza de buena salud. Puso de evidencia el quinto superávit fiscal consecutivo que Bolivia experimentará en 2010 y el nivel inédito y contra todo ascendente de las Reservas Internacionales Netas, en las orilla de los 10.000 millones dedólares.
Los precios de inflamaron apenas horas después de adoptada la medida.
Entre otros bienes, el pan de batalla, el de mayor consumo popular en Bolivia, se vendió a 50 centavos de bolivianos la unidad, 10 centavos más que el precio de convención.
En los centros de abasto popular, las carnes de vacuno, pollo y cerdo experimentaron subas dispuestas discrecionalmente por los intermediarios entre el productor y el consumidor final.
Por contrapartida, los supermercados no alteraron sus precios y atendieron hasta la saciedad a los consumidores.
De acuerdo con los cálculos del Gobierno el incremento en los precios no debe superar el 7%, en general.
"Paulatinamente los precios se van a ir ajustando hasta llegar a un equilibrio", afirmó Arce que se negó a señalar en qué porcentaje se situará el Indice de Precios al Consumidor, que mide la inflación en Bolivia, hasta el viernes, fin de año.
"Hay mucha volatilidad", afirmó.
Dijo que pese a todo la inflación boliviana de 2010 rayará en "5,8% y habrá algo más".
El opositor Movimiento Sin Miedo, del ex alcalde centroizquierdista de La Paz, Juan del Granado, dijo sin anestesia que se trataba de un "gasolinazo" y pidió una reingeniería al sistema de producción de hidrocarburos en Bolivia.
Del Granado disparó munición gruesa contra las jerarquías de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
El decreto que modifica el precio de la gasolina y diésel "es la expresión de la incapacidad gubernamental para frenar el contrabando", deploró.
Calificó de "inaceptable", el "retroceso", de al menos 20 años, "cuando los gasolinazos se decretaban de espaldas al país", por lo que demandó la abrogatoria inmediata del Decreto Supremo 748 que catapultó la medida de se tomaba el clima de opiniones públicas en Bolivia.
"Esta alteración de precios va a traducirse en una disminución de la eficiencia y en un aumento de los costos. Entendemos una difícil realidad fiscal, pero también el Gobierno debe entender la difícil realidad productiva. Todo esto requiere una atención y acciones inmediatas hacia nuestro sector de parte del gobierno para evitar un desequilibrio en nuestra capacidad de oferta alimentaria que nosotros no deseáramos que ocurra?, dijo por su parte el Presidente de la poderosa Cámara Agropecuaria del Oriente, Mauricio Roca.
El líder de los panificadores de La Paz, Dandy Mallea, dijo, durante una entrevista nocturna concedida a la televisión nacional que la unidad de pan de batalla terminará situándose en el rango de 0,50 y 0,80 centavos de boliviano.
"El precio de los pasajes ha subido y ya estaría en camino y en función a eso estaríamos realizando la reestructuración de la hoja de costos", afirmó
Por último y mientras lo fabriles anunciaban protestas el jueves y los transportistas mantenían en pie su huelga en decline, el Gobierno y la Confederación Sindical de Chóferes de Bolivia ingresaron el lunes por la noche en un cuarto intermedio hasta el medio día del martes, para definir tarifas del transporte urbano, tras el incremento de precios de los combustibles.
La reunión del presidente Morales y el dirigente Durán duró alrededor de dos horas en Palacio Quemado de La Paz.