Simao decidió el partido en el día de su despedida
Madrid, As
Se preveía un partido tenso, copero, de muchos nervios, y así fue. Mucho ayudó el hecho de que ambos equipos estén a sólo dos puntos en la Liga, y que Atlético y Espanyol no se cruzaban desde la fatídica final de Copa del 2000, que fue el estertor definitivo de una plantilla que descendió a Segunda División.
La primera mitad comenzó de manera vibrante, con un Espanyol muy rápido a base de combinaciones y desmarques, especialmente por parte del delantero argentino Osvaldo , sin duda la gran figura y esperanza periquita en estos momentos. En los dos primeros minutos de juego ya se pudieron contabilizar dos acercamientos peligrosos de los de Pochettino, con pase incluído de Dátolo que se paseó por el área rojiblanca.
También era uno de esos partidos de Copa predestinados a que el terreno de juego se convirtiera en protagonista. La lluvia caída en Madrid hizo que el césped del Calderón se encontrara notablemente encharcado en algunas zonas, y poco a poco, con ambos equipos a mil por hora, el juego se fue endureciendo, como veremos más adelante. Diego Forlán pisó mal precisamente en una zona de terreno de juego levantada, su pie derecho se clavó y a los pocos minutos tuvo que ser sustituído: esguince del ligamento lateral externo de su tobillo derecho. Mala suerte para el uruguayo, que minutos antes había exhibido orgulloso su Balón de Oro ante la afición colchonera. Le sustituyó Diego Costa.
En el Atlético, los hombres más enchufados eran los más indicados: Agüero y Reyes. En el 13 de partido, un pase medido del utrerano acabó con un disparo del Kun que se fue fuera por muy poco. Sin embargo, Osvaldo se convirtió por momentos en una pesadilla para la defensa del Atlético por sus continuos desmarques y remates desde fuera del área.
A partir del minuto 20, momento en el que Javi Márquez recibe cartulina amarilla por una zancadilla a Diego Costa, el partido cambió. El Atlético se fue haciendo dueño del partido de manera natural, como si el Espanyol diera por bueno que sus opciones podrían ser más altas en una salida rápida a la contra. El Atlético también lo intentó a balón parado en varias ocasiones, pero el Espanyol no es el Málaga, defensivamente hablando.
En el último cuarto de hora de la primera parte pasó de todo. En el minuto 31, el colegiado Fernández Borbalán señaló penalti por una mano de Amat que fue clara, pero ni mucho menos lo fue tanto que fuera dentro del área. Simao anotó el que probablemente será su último como rojiblanco. El portugués merece un aplauso por su profesionalidad y entrega en el Atlético.
La más clara del Espanyol fue tras una genialidad de Sergio García, un jugador "diferente", lo que viene a significar irregular pero de una exquisita calidad, una rara avis de la Liga. Monumental pase picado levantando suavemente el esférico para Osvaldo, que sólo acertó a rematar sobre el cuerpo de De Gea. Era el minuto 36 y todavía faltabar por llegar la polémica.
Como dijimos, el partido tenía todos los ingredientes para que la chispa se fuera encendiendo poco a poco, sobre todo por el cuerpo a cuerpo al que invitó la maliciosa lluvia madrileña.En el 42 de partido, Dátolo persigue a Reyes, le da dos patadas y un balonazo, y el de Utrera, sacando todo su temperamento, le da un leve cabezazo al jugador del Espanyol: roja directa para el extremo sevillano, especialista también en borrarse de partidos importantes.
La segunda parte comenzó igual que termino la primera: al rojo vivo. Casi nada más empezar, Ujfalusi recibió cartulina amarilla. El checo estuvo incómodo toda la noche con Dátolo, al que no pudo frenar. El central del Espanyol Víctor Ruiz probablemente no sabía la que le esperaba en la segunda parte con el Kun, que le volvió completamente loco. A los tres minutos, el argentino ya forzó la primera amarilla del central, desesperado ante la forma de proteger el balón de Agüero. Y tres minutos después, fue el delantero del Atlético quien reclamó penalti del propio Víctor Ruiz.
El Espanyol, claramente al contraataque, tuvo una gran oportunidad en el minuto 60 tras una buena conexión entre Callejón y Osvaldo, que acabó con un remate de cabeza del argentino y una espectacular parada de De Gea, a mano cambiada y a contrapié.
La expulsión de Víctor Ruiz se olía en el ambiente, no tanto por la dureza del central, sino por el buen hacer, la pillería y la inteligencia de Agüero, que supo detectar que el central tenía los nervios a flor de piel. Era el minuto 67 y el Espanyol se quedaba también con diez.
El último cuarto de hora de partido fue de ida y vuelta, como mandan los viejos códigos no escritos de la Copa del Rey. Osvaldo -quién si no- puso en vilo a la afición colchonera en el minuto 81, con un remate que se fue desviado pero que bien podría haberse convertido en el tanto del empate. El broche final fue el cambio de Simao Sabrosa, con el Calderón en pie en comunión total con el centrocampista portugués, al que sin duda echarán de menos, y que se despidió dejando al Atlético un poquito más cerca de los cuartos de final de la Copa del Rey . Chapéu para el portugués.
Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Filipe Luis; Reyes, Tiago, Assuncao, Simao (Raúl García, m. 82); Forlán (Diego Costa, m. 13) y Kun Agüero (Fran Mérida, m. 90).
Espanyol: Cristian Álvarez; Chica, Amat, Víctor Ruiz, David García; Javi Márquez (Callejón, m. 46), Baena; Datolo (Álvaro, m. 77), Verdú, Sergio García (Forlín, m. 71); y Osvaldo.
Gol: 1-0, m. 32: Simao, de penalti.
Árbitro: Fernández Borbalán (C. Andaluz). Expulsó con roja directa a Reyes (m. 42), del Atlético de Madrid, y por doble amarilla a Víctor Ruiz (m. 48 y 68). Amonestó a los locales Ujfalusi (m. 47) y Filipe Luis (m. 65) y a los visitantes Javi Márquez (m. 21), Amat (m. 31), Datolo (m. 42) y Sergio García (m. 49).
Incidencias: partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 18.000 espectadores.