Schumacher devuelve el 'hambre' a Mercedes
Munich, Agencias
Mucho más que un cara a cara Red Bull-Ferrari. El Mundial de 2011 se antoja abierto, muy animado, con el KERS de nuevo en el menú como aliado inestimable de McLaren... y de Mercedes. Y ahí, bajo su brillo plata, destaca Michael Schumacher, que sigue vivito y coleando. "Ahora estamos en una mejor situación gracias a la inmensa ayuda de Mercedes. Daremos un gran paso adelante para, si todo va bien, ganar carreras", afirma el siete veces campeón del mundo. Eso sí, enseguida cruza el coche para frenar euforias gratuitas: "Pero no podemos ir presumiendo de que vamos a luchar por el título". Dicho queda.
El Kaiser atiende estos días a los medios alemanes, desde el influyente 'Bild' al especializado 'Auto Motor und Sport'. Y en todas las entrevistas se advierte que Nico Rosberg, compañero de equipo que le aventajó en 70 puntos en la clasificación final del Mundial 2010 (séptimo y noveno clasificado, respectivamente), sigue siendo una digestión pesada. "El piloto más rápido sirve de referencia al otro. Usted puede ver sus resultados, pero en casa, las cosas no son igual. Hubo bastantes problemas a lo largo de la temporada: el 'cockpit' se incendió por el escape, el 'Conducto F' funcionaba cuando no debía hacerlo. Hubo algunos contratiempos fruto de la reestructuración que vivió el equipo. En Spa, por ejemplo, el 'Conducto F' no respondió, pero no dije nada. Y en Suzuka también ocurrió, pero en mi coche y no en el de Nico. Dije a Norbert (Haug) y a Ross (Brawn) que era hora de que me dieran explicaciones", afirma Schumi, que recalca que tiene "41 años y no 25" y que reapareció "con el cuello aún lesionado". A perro flaco todo son pulgas. ¿Cómo se dirá en alemán?
Mucho más que un cara a cara Red Bull-Ferrari. El Mundial de 2011 se antoja abierto, muy animado, con el KERS de nuevo en el menú como aliado inestimable de McLaren... y de Mercedes. Y ahí, bajo su brillo plata, destaca Michael Schumacher, que sigue vivito y coleando. "Ahora estamos en una mejor situación gracias a la inmensa ayuda de Mercedes. Daremos un gran paso adelante para, si todo va bien, ganar carreras", afirma el siete veces campeón del mundo. Eso sí, enseguida cruza el coche para frenar euforias gratuitas: "Pero no podemos ir presumiendo de que vamos a luchar por el título". Dicho queda.
El Kaiser atiende estos días a los medios alemanes, desde el influyente 'Bild' al especializado 'Auto Motor und Sport'. Y en todas las entrevistas se advierte que Nico Rosberg, compañero de equipo que le aventajó en 70 puntos en la clasificación final del Mundial 2010 (séptimo y noveno clasificado, respectivamente), sigue siendo una digestión pesada. "El piloto más rápido sirve de referencia al otro. Usted puede ver sus resultados, pero en casa, las cosas no son igual. Hubo bastantes problemas a lo largo de la temporada: el 'cockpit' se incendió por el escape, el 'Conducto F' funcionaba cuando no debía hacerlo. Hubo algunos contratiempos fruto de la reestructuración que vivió el equipo. En Spa, por ejemplo, el 'Conducto F' no respondió, pero no dije nada. Y en Suzuka también ocurrió, pero en mi coche y no en el de Nico. Dije a Norbert (Haug) y a Ross (Brawn) que era hora de que me dieran explicaciones", afirma Schumi, que recalca que tiene "41 años y no 25" y que reapareció "con el cuello aún lesionado". A perro flaco todo son pulgas. ¿Cómo se dirá en alemán?