Obama ganaría a cualquier republicano pese a la caída de su popularidad
Washington, El País
La tortuosa tramitación de la reforma sanitaria, el lento crecimiento de la economía, la movilización de la ultraderecha y otros temas espinosos como el traslado de presos de Guantánamo a EE UU han desgastado en poco tiempo la imagen de Obama. El antiguo fervor que despertaba se apaga y, en menos de dos años, ha pasado de ser uno de los presidentes con más popularidad en su llegada a la Casa Blanca (alrededor del 70%) a una caída constante que ha llegado este mes al 45%, el nivel más bajo hasta el momento. Pese a ello, algo de carisma pervive. Un sondeo difundido ayer por la cadena NBC y el diario The Wall Street Journal revela que, a pesar de todo, ganaría de nuevo a cualquier rival si se celebraran ahora elecciones.
La encuesta plantea un hipotético enfrentamiento electoral con media docena de destacados republicanos. Entre ellos está la ex gobernadora de Alaska e ídolo del movimiento conservador Tea Party, Sarah Palin, a quien sacaría 22 puntos, con un 55% sobre un 33% en intención de voto. Contra el ex aspirante a la candidatura presidencial republicana en 2008 Mitt Romney, Obama se impondría con un 47% frente a un 40%, y contra un posible candidato en las elecciones presidenciales de 2012, John Thune, la ventaja sería del 47% al 27%.
En una votación genérica, en la que se pide a los encuestados que escojan entre Obama y cualquiera que se le oponga por parte republicana, el presidente sigue ganando, si bien solo por tres puntos, el 42% frente al 39%. Un 10% más precisa que su opción dependerá de quién sea el representante republicano.
Políticas impopulares
Respecto a la derrota de los demócratas en las legislativas del pasado noviembre, la encuesta revela que el voto de castigo no iba dirigido expresamente contra Obama, sino contra algunas de sus políticas y la dificultad de los demócratas de llegar a acuerdos con la oposición para sacar adelante asuntos de importancia. En este sentido, el 41% consideró favorable que los republicanos tomaran el control de la Cámara de Representantes, el 27% lo vio negativo, y 30% respondió que no veía la diferencia.
De forma específica, los estadounidenses tienen una mejor percepción de la política económica de los republicanos, no así del apoyo a la clase media y la reforma de salud. En cuanto a los impuestos y temas de seguridad, existe un empate entre la actual administración y cualquier posible rival del partido contrario.
La tortuosa tramitación de la reforma sanitaria, el lento crecimiento de la economía, la movilización de la ultraderecha y otros temas espinosos como el traslado de presos de Guantánamo a EE UU han desgastado en poco tiempo la imagen de Obama. El antiguo fervor que despertaba se apaga y, en menos de dos años, ha pasado de ser uno de los presidentes con más popularidad en su llegada a la Casa Blanca (alrededor del 70%) a una caída constante que ha llegado este mes al 45%, el nivel más bajo hasta el momento. Pese a ello, algo de carisma pervive. Un sondeo difundido ayer por la cadena NBC y el diario The Wall Street Journal revela que, a pesar de todo, ganaría de nuevo a cualquier rival si se celebraran ahora elecciones.
La encuesta plantea un hipotético enfrentamiento electoral con media docena de destacados republicanos. Entre ellos está la ex gobernadora de Alaska e ídolo del movimiento conservador Tea Party, Sarah Palin, a quien sacaría 22 puntos, con un 55% sobre un 33% en intención de voto. Contra el ex aspirante a la candidatura presidencial republicana en 2008 Mitt Romney, Obama se impondría con un 47% frente a un 40%, y contra un posible candidato en las elecciones presidenciales de 2012, John Thune, la ventaja sería del 47% al 27%.
En una votación genérica, en la que se pide a los encuestados que escojan entre Obama y cualquiera que se le oponga por parte republicana, el presidente sigue ganando, si bien solo por tres puntos, el 42% frente al 39%. Un 10% más precisa que su opción dependerá de quién sea el representante republicano.
Políticas impopulares
Respecto a la derrota de los demócratas en las legislativas del pasado noviembre, la encuesta revela que el voto de castigo no iba dirigido expresamente contra Obama, sino contra algunas de sus políticas y la dificultad de los demócratas de llegar a acuerdos con la oposición para sacar adelante asuntos de importancia. En este sentido, el 41% consideró favorable que los republicanos tomaran el control de la Cámara de Representantes, el 27% lo vio negativo, y 30% respondió que no veía la diferencia.
De forma específica, los estadounidenses tienen una mejor percepción de la política económica de los republicanos, no así del apoyo a la clase media y la reforma de salud. En cuanto a los impuestos y temas de seguridad, existe un empate entre la actual administración y cualquier posible rival del partido contrario.