Murió Carlos Andrés Pérez, el líder político que llevó al Caracazo y gestó a Chávez
Caracas, Clarín
Su última imagen pública recorrió los diarios venezolanos el 14 de diciembre. A Carlos Andrés Pérez –el hombre que gobernó dos veces Venezuela– se lo veía casi diminuto en un enorme sillón de su casa de Miami. Hacía 17 años que había dejado su cargo en medio de un escándalo de corrupción, pero seguía protagonizando la política de su país con acusaciones contra Hugo Chávez. Ayer murió en ese autoexilio de un ataque al corazón. Tenía 88 años. Al cierre de esta edición, el gobierno guardaba silencio.
Carlos Andrés Pérez fue presidente de Venezuela dos veces y con dos resultados diferentes. Lo fue en los períodos de 1974 a 1979 y de 1989 a 1993. En ambos casos lo hizo de la mano del partido Acción Democrática, uno de los pilares de la social democracia regional. Pérez fue uno de los políticos venezolanos más influyentes en el exterior después del actual presidente Hugo Chávez. Había nacido en Rubio, Táchira, un 27 de octubre de 1922.
En su primer mandato gozó de la gloria gracias a la riqueza de la exportación petrolera. Cuando a su país se lo llamaba Saudivenezuela o la Venezuela Saudita.
Pero su segundo mandato no tuvo nada de la gloria petrolera. La dura situación económica de 1989 –que terminó con la crisis social conocida como el Caracazo–; los escándalos de corrupción y las intentonas golpistas de 1992 protagonizadas por Chávez y otros militares, impidieron que terminara su presidencia.
El final de su mandato llegó cuando la Corte Suprema de Justicia lo obligó a dejarla. El tribunal dio paso a la declaración de procedencia de antejuicio de méritos por malversación de fondos públicos y fraude a la Nación.
Carlos Andrés Pérez –al ser así separado de sus funciones por el Congreso Nacional el 21 de mayo de 1993– se convirtió en el único presidente en ejercicio en la historia venezolana en ser destituido por una acción judicial. Su juicio terminó en condena. Pero su mandato dejó al país en ruinas, con negocios que favorecían a las fortunas de unos pocos mientras que la mayoría vivía en la peor de las pobrezas. Una desigualdad que lo llevó a Chávez –con un discurso de promesas de “revolución”– a ganar las elecciones presidenciales en 1999. En el mismo año, Pérez recuperó su libertad.
Después llegó el autoexilio en República Dominicana y en EE.UU. A finales del 2003, tuvo un ataque cardiovascular que le paralizó su mano, brazo y pierna derecha. Pero, una vez recuperado, siguió actuando en la política venezolana como siempre. En noviembre, Carlos Andrés Pérez lanzó un comunicado en el que acusaba a Chávez de ser “un satán que quería arrebatarle sus propiedades al pueblo”.
La acusación llegó poco tiempo antes de que se conociera un nuevo libro en el que era el principal protagonista. “Yo sigo acusando. Habla CAP” tiene más de 600 páginas y es el resultado de 50 entrevistas hechas al político venezolano desde 1979 a 2010 por el historiador Agustín Blanco Muñoz. Con la debilidad que le daba la cercanía a su muerte, Carlos Andrés Pérez sorprendió a Blanco Muñoz con dos de sus últimas respuestas. En su departamento en las afueras de Miami, el historiador aseguró que éstas fueron las que más quedaron en su memoria.
La primera de ellas fue después de preguntarle cuál era la salida de la situación actual de Venezuela y el ex presidente respondió: “Por la vía democrática. Hay que empeñarse en la vía democrática, no violencia’, me dijo”, recordó Blanco Muñoz. Pero, según el historiador, lo que más llamó la atención fue la reflexión sobre la actual situación venezolana cuando Pérez reconoció lo que muchos saben. “La estamos pagando,” dijo. Según Múñoz, ésa: “fue una autocrítica, él se incluyó entre los responsables.”
Su última imagen pública recorrió los diarios venezolanos el 14 de diciembre. A Carlos Andrés Pérez –el hombre que gobernó dos veces Venezuela– se lo veía casi diminuto en un enorme sillón de su casa de Miami. Hacía 17 años que había dejado su cargo en medio de un escándalo de corrupción, pero seguía protagonizando la política de su país con acusaciones contra Hugo Chávez. Ayer murió en ese autoexilio de un ataque al corazón. Tenía 88 años. Al cierre de esta edición, el gobierno guardaba silencio.
Carlos Andrés Pérez fue presidente de Venezuela dos veces y con dos resultados diferentes. Lo fue en los períodos de 1974 a 1979 y de 1989 a 1993. En ambos casos lo hizo de la mano del partido Acción Democrática, uno de los pilares de la social democracia regional. Pérez fue uno de los políticos venezolanos más influyentes en el exterior después del actual presidente Hugo Chávez. Había nacido en Rubio, Táchira, un 27 de octubre de 1922.
En su primer mandato gozó de la gloria gracias a la riqueza de la exportación petrolera. Cuando a su país se lo llamaba Saudivenezuela o la Venezuela Saudita.
Pero su segundo mandato no tuvo nada de la gloria petrolera. La dura situación económica de 1989 –que terminó con la crisis social conocida como el Caracazo–; los escándalos de corrupción y las intentonas golpistas de 1992 protagonizadas por Chávez y otros militares, impidieron que terminara su presidencia.
El final de su mandato llegó cuando la Corte Suprema de Justicia lo obligó a dejarla. El tribunal dio paso a la declaración de procedencia de antejuicio de méritos por malversación de fondos públicos y fraude a la Nación.
Carlos Andrés Pérez –al ser así separado de sus funciones por el Congreso Nacional el 21 de mayo de 1993– se convirtió en el único presidente en ejercicio en la historia venezolana en ser destituido por una acción judicial. Su juicio terminó en condena. Pero su mandato dejó al país en ruinas, con negocios que favorecían a las fortunas de unos pocos mientras que la mayoría vivía en la peor de las pobrezas. Una desigualdad que lo llevó a Chávez –con un discurso de promesas de “revolución”– a ganar las elecciones presidenciales en 1999. En el mismo año, Pérez recuperó su libertad.
Después llegó el autoexilio en República Dominicana y en EE.UU. A finales del 2003, tuvo un ataque cardiovascular que le paralizó su mano, brazo y pierna derecha. Pero, una vez recuperado, siguió actuando en la política venezolana como siempre. En noviembre, Carlos Andrés Pérez lanzó un comunicado en el que acusaba a Chávez de ser “un satán que quería arrebatarle sus propiedades al pueblo”.
La acusación llegó poco tiempo antes de que se conociera un nuevo libro en el que era el principal protagonista. “Yo sigo acusando. Habla CAP” tiene más de 600 páginas y es el resultado de 50 entrevistas hechas al político venezolano desde 1979 a 2010 por el historiador Agustín Blanco Muñoz. Con la debilidad que le daba la cercanía a su muerte, Carlos Andrés Pérez sorprendió a Blanco Muñoz con dos de sus últimas respuestas. En su departamento en las afueras de Miami, el historiador aseguró que éstas fueron las que más quedaron en su memoria.
La primera de ellas fue después de preguntarle cuál era la salida de la situación actual de Venezuela y el ex presidente respondió: “Por la vía democrática. Hay que empeñarse en la vía democrática, no violencia’, me dijo”, recordó Blanco Muñoz. Pero, según el historiador, lo que más llamó la atención fue la reflexión sobre la actual situación venezolana cuando Pérez reconoció lo que muchos saben. “La estamos pagando,” dijo. Según Múñoz, ésa: “fue una autocrítica, él se incluyó entre los responsables.”