Lula admite la posibilidad de ser candidato a las presidenciales de 2014
Río de Janeiro, Agencias
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que el 1 de enero próximo le entregará el cargo a su ahijada política Dilma Rousseff, admitió en una entrevista a una red de televisión la posibilidad de disputar las elecciones presidenciales de 2014.
"No puedo decir que no, porque estoy vivo, soy presidente de honor de un partido (el Partido de los Trabajadores, PT), soy un político nato y construí una relación política extraordinaria", afirmó el jefe de Estado en la entrevista transmitida en la madrugada de hoy por la RedeTV.
Es la primera vez que Lula, quien escogió a dedo a Rousseff para sucederle y se empeñó para impulsar su candidatura presidencial, admite la posibilidad de intentar un tercer mandato en 2014, ya que hasta ahora alegaba que lo más natural es que su sucesora intente la reelección en cuatro años.
Lula, que tiene índices de popularidad récord, no pudo aspirar a un tercer mandato este año porque la Constitución brasileña sólo admite una reelección consecutiva.
"Uno no puede decir que no. A mí me da miedo que mañana alguien asista a tu entrevista y diga que Lula puede ser candidato", dijo el gobernante al intentar reducir la repercusión de sus declaraciones.
"Vamos a trabajar para que Dilma (Rousseff) haga un buen gobierno y, cuando llegue la hora cierta, veremos lo que ocurre", agregó.
Distintos dirigentes del PT, el partido fundado por Lula y que postuló a Rousseff, han admitido que, en caso de que la presidenta electa tenga dificultades en su gobierno, el presidente saliente será la principal alternativa para mantenerse en el poder en 2014.
Lula dijo que en Brasil tiene varios líderes extraordinarios que podrán ser candidatos en 2014, entre los que mencionó a Rousseff, "que puede ser reelegida tranquilamente"; y los actuales gobernadores de Río de Janeiro, Sergio Cabral; Pernambuco, Eduardo Campos, y Bahía, Jaques Wagner.
También citó a los opositores José Serra, el candidato que él mismo derrotó en las presidenciales de 2002 y al que Rousseff venció este año, y al senador electo Aecio Neves, que surgió de las elecciones como el principal líder de la oposición.
"Lo que no falta son candidatos. Es muy difícil hacer cualquier apuesta ahora", afirmó.
El gobernante dijo que lo más doloroso de la Presidencia es la propia vida de presidente, que calificó como "solitaria".
"En los ocho años en que estuve en la Presidencia no fui a una cena o una fiesta de cumpleaños. Nunca salí", dijo.
Aseguró que su vida se resumía a ir a trabajar al Palacio de Planalto y regresar a dormir al Palacio de la Alvorada y que la mayoría de los domingos los pasó solo con su esposa.
El presidente negó que ya tenga planeado lo que hará después de entregar el cargo y dijo que su primer deseo es "desencarnar" de la Presidencia, lo que, dijo, puede demorarse un poco.
"Necesito volver a ser Lula. Necesito volver a ser lo más próximo posible a un ciudadano normal", dijo.
Dijo que una de las cosas que hará es "estudiar un poco lo que ocurrió en ese período", al referirse al escándalo de corrupción de 2005 que puso a tambalear a su Gobierno, le costó el cargo a los principales dirigentes del PT y por poco lo hace desistir de intentar la reelección en 2006.
"Ahora, pasados cinco años, de cabeza fría, voy a releer la prensa para poder reconstruirlo (el caso de corrupción) y hacer un juicio de valor sobre lo que ocurrió", aseguró.
Lula se declaró un admirador del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
"Él (Obama) sólo tendría que tener la osadía que el pueblo estadounidense tuvo al elegirlo. Recibió una herencia maldita del gobierno (de George) Bush. El país quebró. Como no adoptó las medidas en el momento correcto, todo cayó en su espalda", dijo.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que el 1 de enero próximo le entregará el cargo a su ahijada política Dilma Rousseff, admitió en una entrevista a una red de televisión la posibilidad de disputar las elecciones presidenciales de 2014.
"No puedo decir que no, porque estoy vivo, soy presidente de honor de un partido (el Partido de los Trabajadores, PT), soy un político nato y construí una relación política extraordinaria", afirmó el jefe de Estado en la entrevista transmitida en la madrugada de hoy por la RedeTV.
Es la primera vez que Lula, quien escogió a dedo a Rousseff para sucederle y se empeñó para impulsar su candidatura presidencial, admite la posibilidad de intentar un tercer mandato en 2014, ya que hasta ahora alegaba que lo más natural es que su sucesora intente la reelección en cuatro años.
Lula, que tiene índices de popularidad récord, no pudo aspirar a un tercer mandato este año porque la Constitución brasileña sólo admite una reelección consecutiva.
"Uno no puede decir que no. A mí me da miedo que mañana alguien asista a tu entrevista y diga que Lula puede ser candidato", dijo el gobernante al intentar reducir la repercusión de sus declaraciones.
"Vamos a trabajar para que Dilma (Rousseff) haga un buen gobierno y, cuando llegue la hora cierta, veremos lo que ocurre", agregó.
Distintos dirigentes del PT, el partido fundado por Lula y que postuló a Rousseff, han admitido que, en caso de que la presidenta electa tenga dificultades en su gobierno, el presidente saliente será la principal alternativa para mantenerse en el poder en 2014.
Lula dijo que en Brasil tiene varios líderes extraordinarios que podrán ser candidatos en 2014, entre los que mencionó a Rousseff, "que puede ser reelegida tranquilamente"; y los actuales gobernadores de Río de Janeiro, Sergio Cabral; Pernambuco, Eduardo Campos, y Bahía, Jaques Wagner.
También citó a los opositores José Serra, el candidato que él mismo derrotó en las presidenciales de 2002 y al que Rousseff venció este año, y al senador electo Aecio Neves, que surgió de las elecciones como el principal líder de la oposición.
"Lo que no falta son candidatos. Es muy difícil hacer cualquier apuesta ahora", afirmó.
El gobernante dijo que lo más doloroso de la Presidencia es la propia vida de presidente, que calificó como "solitaria".
"En los ocho años en que estuve en la Presidencia no fui a una cena o una fiesta de cumpleaños. Nunca salí", dijo.
Aseguró que su vida se resumía a ir a trabajar al Palacio de Planalto y regresar a dormir al Palacio de la Alvorada y que la mayoría de los domingos los pasó solo con su esposa.
El presidente negó que ya tenga planeado lo que hará después de entregar el cargo y dijo que su primer deseo es "desencarnar" de la Presidencia, lo que, dijo, puede demorarse un poco.
"Necesito volver a ser Lula. Necesito volver a ser lo más próximo posible a un ciudadano normal", dijo.
Dijo que una de las cosas que hará es "estudiar un poco lo que ocurrió en ese período", al referirse al escándalo de corrupción de 2005 que puso a tambalear a su Gobierno, le costó el cargo a los principales dirigentes del PT y por poco lo hace desistir de intentar la reelección en 2006.
"Ahora, pasados cinco años, de cabeza fría, voy a releer la prensa para poder reconstruirlo (el caso de corrupción) y hacer un juicio de valor sobre lo que ocurrió", aseguró.
Lula se declaró un admirador del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
"Él (Obama) sólo tendría que tener la osadía que el pueblo estadounidense tuvo al elegirlo. Recibió una herencia maldita del gobierno (de George) Bush. El país quebró. Como no adoptó las medidas en el momento correcto, todo cayó en su espalda", dijo.