Las "milicias", otra amenaza sobre Río
Veronica Smink, BBC Mundo, Cono Sur
Las autoridades de la ciudad brasileña de Río de Janeiro informaron este miércoles que lograron desarticular una banda criminal a la que pertenecían más de una docena de policías militares y dos concejales municipales.
El grupo -una de las bandas parapoliciales, conocidas como "milicias"- es considerado responsable de la muerte de al menos 50 personas.
La policía de Río arrestó a 25 de los 34 sospechosos de integrar la banda.
Según las autoridades, la milicia -que empezó a operar a partir de 2006- se hizo con el control de varios negocios ilegales luego de la expulsión de bandas de narcotraficantes de las favelas ubicadas en Duque de Caixas, en la zona metropolitana de la ciudad.
Sus ingresos mensuales ascendían a unos US$150.000, producto de la venta de conexiones ilegales de televisión por cable y terrenos a los residentes de estas favelas.
El jefe policial a cargo de los arrestos, Alexandre Capote, dijo que la banda también había vendido armas a narcotraficantes en las favelas del Complejo de Alemao, el ex bastión de la delincuencia que a fines de noviembre fue liberado por la policía y los militares en un megaoperativo.
El analista Vicente Palermo le dijo a BBC Mundo que las milicias comenzaron a operar en los últimos años, aprovechando el vacío de poder que quedaba en las favelas tras los operativos oficiales para remover a los narcotraficantes.
Problema de seguridad
Según Palermo, si bien se trata de grupos pequeños, las milicias representan un problema grave para la seguridad de Río.
Un informe de Paulo Storani, ex capitán de las tropas de élite del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la Policía Militar, reveló que las milicias están presentes en 105 de las 250 principales favelas de la ciudad.
Estos grupos, conformados principalmente por policías corruptos, tanto retirados como en actividad, funcionan como organizaciones de tipo mafiosas: ofreciendo protección a los vecinos -además de otros servicios- a cambio de cuantiosas sumas.
La banda desarticulada este miércoles "funcionaba como una verdadera empresa criminal, con papeles bien definidos para cada uno. Había administradores y asesinos", describió Capote a la prensa.
Las UPP
Para combatir este flagelo, las autoridades no sólo realizan operativos como el que logró desbaratar a la milicia de Duque de Caixas.
También buscan impedir el accionar de las bandas a través de las Unidades de Policía Pacificadora (conocidas como UPP), grupos que se establecen en las favelas liberadas del narcotráfico para mantener el orden.
Desde 2008, las UPP han logrado pacificar varias favelas, en una estrategia de seguridad que es considerada un éxito por muchos expertos.
No obstante, aún existe preocupación por los enfrentamientos entre las bandas de narcotraficantes, parapoliciales y autoridades, que han hecho de Río una de las ciudades más violentas de Brasil.
Las autoridades de la ciudad brasileña de Río de Janeiro informaron este miércoles que lograron desarticular una banda criminal a la que pertenecían más de una docena de policías militares y dos concejales municipales.
El grupo -una de las bandas parapoliciales, conocidas como "milicias"- es considerado responsable de la muerte de al menos 50 personas.
La policía de Río arrestó a 25 de los 34 sospechosos de integrar la banda.
Según las autoridades, la milicia -que empezó a operar a partir de 2006- se hizo con el control de varios negocios ilegales luego de la expulsión de bandas de narcotraficantes de las favelas ubicadas en Duque de Caixas, en la zona metropolitana de la ciudad.
Sus ingresos mensuales ascendían a unos US$150.000, producto de la venta de conexiones ilegales de televisión por cable y terrenos a los residentes de estas favelas.
El jefe policial a cargo de los arrestos, Alexandre Capote, dijo que la banda también había vendido armas a narcotraficantes en las favelas del Complejo de Alemao, el ex bastión de la delincuencia que a fines de noviembre fue liberado por la policía y los militares en un megaoperativo.
El analista Vicente Palermo le dijo a BBC Mundo que las milicias comenzaron a operar en los últimos años, aprovechando el vacío de poder que quedaba en las favelas tras los operativos oficiales para remover a los narcotraficantes.
Problema de seguridad
Según Palermo, si bien se trata de grupos pequeños, las milicias representan un problema grave para la seguridad de Río.
Un informe de Paulo Storani, ex capitán de las tropas de élite del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la Policía Militar, reveló que las milicias están presentes en 105 de las 250 principales favelas de la ciudad.
Estos grupos, conformados principalmente por policías corruptos, tanto retirados como en actividad, funcionan como organizaciones de tipo mafiosas: ofreciendo protección a los vecinos -además de otros servicios- a cambio de cuantiosas sumas.
La banda desarticulada este miércoles "funcionaba como una verdadera empresa criminal, con papeles bien definidos para cada uno. Había administradores y asesinos", describió Capote a la prensa.
Las UPP
Para combatir este flagelo, las autoridades no sólo realizan operativos como el que logró desbaratar a la milicia de Duque de Caixas.
También buscan impedir el accionar de las bandas a través de las Unidades de Policía Pacificadora (conocidas como UPP), grupos que se establecen en las favelas liberadas del narcotráfico para mantener el orden.
Desde 2008, las UPP han logrado pacificar varias favelas, en una estrategia de seguridad que es considerada un éxito por muchos expertos.
No obstante, aún existe preocupación por los enfrentamientos entre las bandas de narcotraficantes, parapoliciales y autoridades, que han hecho de Río una de las ciudades más violentas de Brasil.