La policía británica ayudó a "desarrollar pruebas" contra los McCann según Wikileaks
Londres, Agencias
La policía británica ayudó a "desarrollar pruebas" contra los padres de la niña Madeleine McCann, desaparecida en el sur de Portugal el 3 de mayo del 2007, según cables diplomáticos publicados por WikiLeaks.
Según uno de esos cables, de los que se hace hoy eco el diario The Guardian, el embajador británico en Portugal, Alexander Wykehams Ellis, informó en ese sentido a su colega estadounidense, Al Hoffman, en una reunión celebrada en septiembre de aquel año.
Aquella reunión tuvo lugar dos semanas después de que los padres de la pequeña, Kate y Gerry MacCann, fueran declarados formalmente "arguidos" (sospechosos) por la policía portuguesa.
Los McCann han venido sosteniendo desde entonces que "no había prueba alguna que pudiera implicarlos en la desaparición de su hija".
Pero en un cable diplomático de carácter confidencial, el embajador estadounidense informaba de que, sin entrar en detalles, su colega británico reconoció que la policía británica había "desarrollado pruebas" contra los McCann y que las policías de ambos países estaban "colaborando".
Esos comentarios atribuidos al embajador parecen contradecir, según The Guardian, la idea muy extendida entonces de que la consideración de sospechosos en la desaparición de la niña, que tenía entonces tres años, se debía únicamente a supuestas maquinaciones de la policía portuguesa.
La policía británica ayudó a "desarrollar pruebas" contra los padres de la niña Madeleine McCann, desaparecida en el sur de Portugal el 3 de mayo del 2007, según cables diplomáticos publicados por WikiLeaks.
Según uno de esos cables, de los que se hace hoy eco el diario The Guardian, el embajador británico en Portugal, Alexander Wykehams Ellis, informó en ese sentido a su colega estadounidense, Al Hoffman, en una reunión celebrada en septiembre de aquel año.
Aquella reunión tuvo lugar dos semanas después de que los padres de la pequeña, Kate y Gerry MacCann, fueran declarados formalmente "arguidos" (sospechosos) por la policía portuguesa.
Los McCann han venido sosteniendo desde entonces que "no había prueba alguna que pudiera implicarlos en la desaparición de su hija".
Pero en un cable diplomático de carácter confidencial, el embajador estadounidense informaba de que, sin entrar en detalles, su colega británico reconoció que la policía británica había "desarrollado pruebas" contra los McCann y que las policías de ambos países estaban "colaborando".
Esos comentarios atribuidos al embajador parecen contradecir, según The Guardian, la idea muy extendida entonces de que la consideración de sospechosos en la desaparición de la niña, que tenía entonces tres años, se debía únicamente a supuestas maquinaciones de la policía portuguesa.